Sólo unas gotas de lluvia

Ahora hace calor, y éstas ya hace semanas o meses que se evaporaron, ya no lo recuerdo bien. Hay personas para quienes somos como gotas en un día de lluvia, porque dicen que las hay a millones, que llegan y desaparecen, sin que a nadie le importe, sin que nadie preste atención a cada una de ellas. Pues sí, somos como gotas. Cada gota recorre un trayecto maravilloso que la lleva del cielo, desde las nubes hasta el suelo. Riega los campos, dejándolos verdes. Saca el fruto de la tierra y acompaña al marinero en alta mar. Refleja la luz del alba y el ocaso en su superficie redondeada y cristalina. Forma el rocío de la mañana, ese rastro que la noche deja para recordarnos que ha pasado. Un buen día el sol la convierte en vapor y la lleva otra vez a las nubes. ¿Sólo unas simples gotas? Todo a nuestro alrededor está lleno de vida y de significado, de belleza y de un fin. Incluso una gota de lluvia. Basta con detenerse a contemplarla y con pararse un poco a pensarlo.

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