Polanco: un empresario incompetente

El Confidencial Digital acaba de revelar que la Cuatro tiene problemas, no funciona. Como era de esperar, por otra parte: quítale a Canal Plus las películas y el fútbol, y no te queda nada.

Polanco tiene un serio problema: es incapaz de hacer negocio en un entorno altamente competitivo. Se hizo rico durante el franquismo tras recibir un soplo poco antes de una reforma educativa, lo que le permitió a su editorial, Santillana, ser la única que tenía libros de texto aptos para los nuevos contenidos una vez la reforma se puso en marcha.

Se hizo con la Cadena SER casi de regalo -regalo de su amigo Felipe González, claro- a mediados de los años 80. Disponía de la mayor red de emisoras privadas de España, y a pesar de ello un grupo de aventureros de la radio, instalados en Antena 3 Radio, consiguieron ganarle a la SER. Para poder volver a llevar la delantera, Polanco tuvo que deshacerse de ella... comprándola y después cerrándola. El famoso antenicidio.

Más tarde, el Gobierno socialista le da la única concesión de televisión con señal codificada: Canal Plus. Empieza a emitir con meses de retraso y fuera ya del plazo legal, pero no le pasa nada, conserva la concesión. Canal Plus da pérdidas y Polanco es sorprendido echando mano de las fianzas que ponen los clientes de Canal Plus al adquirir los descodificadores, a fin de reflotar la compañía. Nueva ilegalidad, pero sigue sin pasarle nada.

Luego se hace con el monopolio de la televisión digital gracias a su querido Rodrigo Rato, incapaz como era Polanco de aguantar a la televisión digital de telefónica. A Rato le agradece los servicios prestados ayudando en su promoción a la Presidencia del FMI.

Cuando Canal Plus ya se demuestra que ha fracasado estrepitosamente, le pide a Zapatero que le dé una nueva concesión, y de forma totalmente irregular, se la conceden, incluso a costa de devaluar TVE para que así Polanco tenga cierta cuota de mercado. Y ni así.

Para colmo, la estrella de su grupo, la Cadena SER, queda seriamente tocada al cambiar incomprensiblemente a Gabilondo de la radio a la Cuatro. Una maniobra a todas luces torpe, que ha conseguido hundir la franja de mañana de la SER y que ni siquiera ha dado el resultado esperado en la Cuatro.

Polanco es uno de los empresarios más influyentes y más ricos de España, no cabe duda, pero a costa de aprovecharse de sus relaciones políticas, a costa de burlar la ley constantemente y a costa de obtener ventajas desleales e incluso ilegales sobre sus competidores. Como empresario, sin más, Polanco es un fracaso. Nunca ha tenido que competir y, simplemente, no sabe competir. Es incapaz de hacer un producto competitivo.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.