Youtube, ¿las Termópilas de Internet?

Esta semana se estrena en España 300, película basada en la novela gráfica homónima de Frank Miller sobre la batalla de las Termópilas. En este enfrentamiento bélico, uno de los más célebres de la historia de la Humanidad, 300 hoplitas espartanos junto a otros cientos de soldados griegos se enfrentaron a un ejército persa compuesto por un millón de hombres. Se suele decir que esa batalla supuso un momento clave para la historia de la civilización occidental, pues aunque costó la vida a los helenos, se saldó con enormes bajas para los invasores asiáticos, frenando su ofensiva y poniendo fin a sus aspiraciones sobre Europa.

Estas aspiraciones, no obstante, resurgieron con la llegada del Islam y las conquistas musulmanas de la Península Ibérica (711) y de Bizancio (1453), que significó la caída del Imperio romano de Oriente. Es éste un hecho histórico que los griegos siguen llevando mal, pues todavía tienen ocupada por los turcos una parte de su suelo: Estambul. El conflicto en la isla de Chipre, en donde Grecia y Turquía tienen destacados efectivos militares, ha mantenido viva la llama del enfrentamiento constante en las costas del Mar Egeo y la tradicional rivalidad entre ambos países.

El último episodio de este enfrentamiento tuvo lugar, a comienzos de este mes, en una de las webs más de moda en todo el mundo, Youtube.com, y alcanzó su punto crítico con este vídeo:

Lo que se ve en estas imágenes es un grupo de soldados griegos que, lejos de cantar sobre la chica más guapa de Atenas, entonan animosos cantos patrióticos en los que se dice lo siguiente:

"Marcharé a Santa Sofía, desterraré la enseña del califato turco y plantaré allí la cruz. Sólo entonces arrojará Dios su luz en Estambul y la marcha nacional griega sonará en cada esquina."

A esto añaden cierta referencia a sus héroes históricos, que cortaron algunas cabezas turcas. La cancioncita, por supuesto, les ha sentado a los turcos como una patada en los reales. Tal vez comprendamos el tremendo cabreo de los otomanos si a esto le unimos que un internauta griego de 23 años, que firma como Stavraetos, colgó en Youtube un vídeo que insultaba al fundador de la Turquía actual, Mustafa Kemal Atatürk, caracterizándole como un mariposón y presentándole como "el padre de los turcos homosexuales".

Los medios turcos han montado en cólera y Youtube ha recibido 220.000 mensajes de protesta desde Turquía, mientras se multiplican los vídeos turcos llamando gays a los griegos y lanzando amenazas contra Stavraetos. Finalmente, la Corte Criminal de Estambul emitía a comienzos de mes su decisión 2007/384, por la que ordenaba bloquear el acceso a Youtube desde toda Turquía, una medida exagerada que ha dividido a los propios turcos.

Basta hacer algunas búsquedas en Youtube para encontrarse un montón de vídeos de internautas griegos atacando a los turcos y viceversa. Son como niños. Eso sí, no me parece que un vídeo así sea motivo suficiente para cerrar el acceso a una web para todo un país, si bien no es de extrañar que esto haya ocurrido en Turquía, una nación en la que las libertades democráticas son, todavía, una asignatura pendiente (no tengo noticia de que en Grecia, de hecho, se haya reclamado un cierre similar en respuesta a los insultos turcos contra los griegos en Youtube). Como apunto en el título de esta entrada, no estaría mal que nos planteásemos si Youtube representa, hoy en día, algo así como las Termópilas de Internet, un lugar en el que nos jugamos la libertad frente a los excesos de un Estado turco acostumbrado a pasar por encima de las libertades, incluso en casos tan nimios como el que nos ocupa.