¿Imposición estatal o anarquismo?

Gregorio Peces-Barba dio esta mañana una nueva lección de su peculiar sentido de lo que es la democracia. Entre otras lindezas, apoyó la imposición lingüística en Cataluña, el País Vasco y Galicia, diciendo que la libertad de elección de idioma (que él denominó "objeción de conciencia a recibir enseñanza en catalán en gallego o en euskera") sería algo "patológico". Después de retratar como unos enfermos a quienes reivindican algo tan elemental como el derecho a escolarizar a sus hijos en su lengua materna, presentó la objeción a la EpC como una forma de "anarquismo".

Y es que, según este ideólogo del PSOE, "hablar de objeción de conciencia en este ámbito es signo de ignorancia absoluta". Es decir, además de enfermos y anarquistas, quienes reivindicamos el derecho de los padres a decidir la educación de sus hijos somos unos completos ignorantes, según este señor. Y es que para Peces-Barba la objeción "no puede ser algo que decida cada ciudadano". Esto ya es el colmo. ¿Quién es el que decide entonces lo que mi conciencia me dicta libremente? ¿El Gobierno?

El problema de Peces-Barba es que sus descalificaciones y sus patéticos intentos por defender esas imposiciones sirven de poco en una sociedad libre. En una democracia son los ciudadanos -o deberían serlo- quienes deciden cómo ha de ser la educación de sus hijos, y no el Estado. El Estado podrá establecer unas enseñanzas mínimas, pero no puede usurpar el derecho de los padres a decidir qué formación moral han de recibir sus hijos.

Por supuesto, el Estado tampoco puede negar a una familia la escolarización de sus hijos en su lengua materna cuando esa lengua es la oficial de la nación, como ocurre en esas tres comunidades españolas. Y es que por mucha demagogia estatista que se gaste Gregorio Peces-Barba, lo realmente patológico es que el Estado se crea con derecho a decidir por el ciudadano, pisoteando sus derechos y utilizando a sus hijos en auténticos experimentos de ingeniería social, como si fuesen cobayas.

Eso sí, que Peces-Barba recurra al fantasma del anarquismo para imponer los caprichos del poder sobre las libertades individuales no es nuevo en las filas socialistas. Es la misma doctrina que usan en materia económica para vulnerar la libertad de mercado. Es la misma doctrina que usan en el ámbito mediático para censurar radios críticas. Y es también la misma doctrina que usan en el ámbito político para estigmatizar a los ciudadanos que ejercen su derecho a criticar las decisiones del Gobierno, acusándoles de "crispar", como si resultar elegido por votación en unas elecciones blindase a un Gobierno frente a toda crítica.

La paradoja es que este PSOE, cada vez más autoritario y que ahora incluso se pone a asustar a la gente con el cuento del anarquismo, es el mismo PSOE que hace unos años relacionaba a la oposición con la agresiva y temible imagen de unos dóbermans. ¿Qué mejor imagen que ésa para identificar ahora a un socialismo que no deja de pisotear libertades individuales en nombre del Estado?

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Comentarios:

  1. Como hace tiempo que pienso que no somos ciudadanos, sino súbditos, con el único derecho que una vez cada cuatro años, acudimos a unas urnas, de cuyos resultados nuestros políticos creen, que por ser elegidos, pueden hacer de su capa un sayo durante la legislatura y hacer lo que les de la gana.

  2. Peces Barba no se resigna a desaparecer de la primera línea del debate ético y jurídico en España. Sus afirmaciones y teorías sobre la ética pública, la ciudadanía y la justificación del Estado, son pobres, burdas y creo que muy superadas, no a posteriori, que también, sino por muchos autores previos o contemporáneos. Su presunta autoridad y categoría se derrumban cada vez que abre la boca.
    El Estado domina la educación y por ello trata de imponer su ethos. Claro que los socialistas confunden el ethos estatista con el suyo propio, arramplando con todo una vez que llegan al poder. La educación en las comunidades con otra lengua además del español ha quedado, de forma suficiente, en manos de los entes autonómicos, por lo que son ellos quienes tratan de imponer su propio ethos, que en este caso, pasa por la inmersión lingüística y la persecución de la lengua común.
    La respuesta puede ser doble: o bien apostamos porque la educación siga en manos del Estado, en su contenido y regulación (no entro en la titularidad de los centros, porque ese es otro tema), y tratamos de consensuar un ethos común y estable, propio del Estado, que respete la libertad ideológica, hasta cierto punto, y mantenga los lazos lingüísticos existentes de forma espontánea, o… adoptamos una postura abiertamente antiestatista, que sería la que yo defiendo, y defendemos la libertad educativa y el fin del imperio estatal sobre este ámbito. De este modo quien quisiera podría educar a su hijo en casa (fin de la obligatoriedad de la escolarización), o elegir entre centros privados con titulaciones y ethos particulares, incluida la lengua o lenguas en las que impartir las clases o como segundo o tercer idioma.
    La segunda opción acaba con la controversia y hace desaparecer la bronca política en el tema de la educación. Desaparece el Estado, muerto el perro, se acabó la rabia. Lo que yo he venido defendiendo y no pocas veces se me ha malinterpretado, es que si apostamos por la primera opción, refirmando la titularidad estatal, los liberales incurrimos en un grave error y una manifiesta contradicción. Confiar a la disputa política y los consensos entre partidos la ideología y el ethos en el que se va a educar a nuestros hijos es un suicidio.
    Mientras tanto, siempre y cuando seamos conscientes de que la segunda es la opción liberal, podemos luchar por la objeción de conciencia, pero tarde o temprano la apisonadora estatista vencerá y la resistencia de algunos no podrá con la ideología de Peces Barba y compañía. Por eso conviene tener claro el enemigo y el destino de esta guerra.
    http://lalibertadylaley.wordpress.com/2008/07/28/objecion-de-conciencia-centrando-el-debate/
    http://lalibertadylaley.wordpress.com/2008/04/24/objecion-de-conciencia-contradicciones/
    Saludos!

  3. Mucho me temo que lo que se trata de imponer es la IGNORANCIA GENERALIZADA, de tal forma que ciertos personajillos puedan perpetuarse en el poder.

  4. Son así.Por cierto,que tomen nota,ni soy católico ni conservador y me opongo a EpC.Para que aprendan a poner excusas baratas.Y patológico serás tu Peces con Barba.Yo soy una persona normal,no un enfermo mental.

  5. Cristina Falkenberg

    Un argumento que yo he encontrado particularmente efectivo es el de llamar a unos y a otros «mandones», «obsesionados con el mando, con el control extremo del prójimo». Como es tan verdad, tan patente, suelen quedarse sin argumentos. La pregunta clave es: «a ver. a usted personalmente que se empeña, como vemos, en imponer su opinión, por qué lo hace?» «Usted es un mandón, un déspota obsesivo e insoportable, un pesado de narices»: en un país tan insurrecto y amante de la libertad como es España, el método funciona porque ipso facto hace tremendamente impopular al que aparece como un tirano.

    Por cierto… ¡genial el dibujo! Es verdad, hay una gran maquinaria llamada PSOE que sólo quiere mantenerse en el poder a cualquier precio y eso exige anular a los demás, por completo.

  6. ¡mamma mia!

    Estupendo: Si quieres educar bien a tus hijos, pídele consejo al que no los tiene, decía alguien con mucha ironía.
    Pues bien, el señor Peces-Barba no ha necesitado que le pidamos consejo los padres, él, como el gobierno socialista se ha puesto a enseñar a «los que no sabemos».
    Yo lo siento, pero como NOSOTROS LOS CRIAMOS, NOSOTROS LOS EDUCAMOS.
    ¡Viva la objeción de conciencia!

  7. No, no… según los progres, tú sólo tienes derecho a matarlos antes de que nazcan. Una vez nacidos, sus cerebros son propiedad del Estado.

    Me parece que los de Pink Floyd se quedaron cortos en su vídeo de «The Wall»…

  8. Es muy característico que los derechos solo los tengan ellos, pero a estas alturas ya los conocemos bien.
    Saludos

  9. Lavado de cerebro y manipulación de conciencia, para crear una generación de estudiantes mentalmente programados para votar de forma convencida al partido socialista pase lo que pase.

    El que todavía no se haya dado cuenta la avenida en cuesta abajo por la que estamos rodando hacia la C\Dictadura, es que o está ciego o no se quiere dar cuenta.

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