Las críticas de PRISA al gobierno de Zapatero, un problema psiquiátrico

"El problema no es realizar un editorial crítico con el Gobierno (...) La diferencia en los últimos editoriales está en el nivel de agresividad, que se aleja de la crítica constructiva a la que nos tenía acostumbrados." Ésta es la opinión de dos psiquiatras, Cristina Gisbert y Claudi Camps, indignadas con el aumento de las críticas al gobierno por parte de El País y de otros medios de PRISA. Lo publicaba ayer la "Defensora del lector" en el periódico socialista, dando cuenta de las numerosas quejas que están recibiendo de los lectores de El País, los oyentes de la SER y los espectadores de Cuatro, que acusar de "manipulación" a PRISA.

Reconozco que el asunto me hace gracia. Desde que Zapatero subió al poder, los medios de PRISA se han dedicado a satanizar e insultar a todos los que criticaban o discrepaban de este gobierno: desde "ultras", "ultraliberales" o "ultracatólicos" -para PRISA los discrepantes siempre son "ultra-algo", pues eso suena más peyorativo-, hasta "enemigos de la ciencia", pasando por insultos mucho menos elegantes como "pajilleros, puteros y cobardes". Todo esto, claro, mientras desde los medios de PRISA se acusaba a ciertos periodistas de la derecha de "insultar".

Tras acostumbrar a sus lectores a esa idea estalinista de que el discrepante es una persona perversa, que no tiene sitio en el sistema -de ahí la insistencia en lo de "ultra"- y que reúne en su persona los más despreciables defectos que se pueden asociar a un ser humano, a PRISA le toca ahora sufrir el odio y la intolerancia que ha sembrado. Se lo tiene muy merecido.

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Comentarios:

  1. Pablo el herrero

    Elentir, que razón tienes. El diario El Pais ha sido durante los últimos cuarenta años, no sólo el boletin oficial del estado de nuestra totalitaria socialdemocracia, ha sido el Pravda; es decir, el catecismo adoctrinador de las tres últimas generaciones de la sociedad española.

    El País, un periódico creado por hijos de fascistas, para con él educar a los hijos de éstos en el fascismo de nuevo cuño socialdemócrata (relativismo moral, alianza de civilizaciones, des/memoria histórica del fascismo marxista, ideología de género, etc.), y cuyos objetivos han sido y son la destrucción de las bases de la civilización occidental y la transformación de Europa en Eurabia.

    Este totalitario periódico se merece una muerte lenta y por supuesto, con los mismos métodos que ellos utilizaron para acabar con la mayoría del mapa mediático español.

    Pablo el herrero

  2. Qué graciosos… Y se dan ahora cuenta de que Prisa manipula… Curioso, pues llevamos décadas poniéndolo de manifiesto pero sólo cuando se levanta contra la mano que le ha dado de comer es cuando los propios, sus lectores aborregados, levantan la voz…

  3. Alejandro Campoy

    Todas esas protestas que parece estar recibiendo PRISA deben sonar como un rebaño de borregos balando aterrorizados… ¡qué lástima de gente!

  4. Ahora Cebrián dice que hay que «alzar la voz igualmente contra las extravagancias de un populismo de izquierda que ignora el carácter interclasista y moderno de esta sociedad» y que seguirán ejerciendo el derecho a la crítica e «incluso a la resistencia», intentando hacernos creer que son y que, es más, han sido siempre un grupo de medios de comunicación equilibrados, que no escatima críticas a unos o a otros cuando estas son necesarias y que, por supuesto, jamás han sido los grandes mimados del poder político (socialista, fundamentalmente) en las dos últimas décadas ni la terminal mediática del PSOE.

    A otro perro con ese hueso.

    Puede que no le falte razón a Cebrián en cuanto al fondo, al calificar como izquierda populista y extravagante al zapaterismo. El problema es la absoluta falta de credibilidad de este hombre y de los medios de comunicación que dirige para hacer estas reflexiones y, más aún, para vendernos se deben a su «capacidad crítica con el poder» y no al durísimo golpe que quien, lamentablemente, nos gobierna ha propinado a sus intereses empresariales.

  5. miguel

    Elentir y Pablo, seria estupendo si fuese el final del totalitarismo «periodistico» y la intrasigencia por parte de los medios de comunicación. Pero lamentablemente es solo la sustitución de un animal viejo y con achaques por otro mas joven, pero con los mismos fines e ideologias; de paso se quitaran de encima a los que puedan molestarles por saber demasiado y a los que no les alaben lo suficiente.
    Ademas de proclamar a los cuatro vientos la libertad de expresión en España y tantas otras falacias a las que nos tienen acostumbrados, con el fin de entretener a su masa de borregos.

    un saludo

  6. D45

    Lo que pasa es que están muy mal acostumbrados. Las plebendas les ciegan.

    Saludos.

  7. Gonzalo

    PRISA ladrará y hará como que amenaza al PSOE zapateril con esos editoriales algo críticos (compárese con la campaña anti-Aguirre para ver lo blandos de los mismos). Pero al final tendrá que irse como perro con el rabo entre las piernas, porque PRISA siempre ha funcionado a base de enchufe, y nunca a base de competencia leal, y les tocará conformarse con las migajas que ZP les vaya soltando. Y si no, al tiempo. Volveremos a verles de felpudo del zapaterismo, eso sí, celosos de la nueva mascota privilegiada de ZP, Mediapro.

  8. Juan Español Español

    He escuchado a Cebrián. Da vergüenza lo que ha dicho en el sentido de «seguir luchando por la verdad de unos y de otros», mas o menos, no son palabras textuales.

    Está viejo, ha vivido muy bien, le queda poco, espera jubilarse, y sobre todo SE OLVIDA DE LO BIEN QUE HA VIVIDO HACIENDO DAÑO A LA VERDAD.

    Suele ser condición comprobada, que al final de su vida los rojeras terminan arrepintiéndose del mal que hacen.

    Le queda poco, pobre: ¡¡Pero cuanto mal ha hecho!!

    Me acuerdo de Polanco. ¿o no?.

  9. Jandro

    Es cierto. PRISA había aborregado tanto a sus lectores que éstos no consiguen comprender que se critique a este dechado de virtudes que es Zapatero y su Gobierno. Están desconcertados y molestos porque les han cambiado el pan y el circo por otro muy indigesto.
    Lo que jamás colará es que este periódico haya sido ecuánime y equilibrado alguna vez. Lo sentimos pero no; ni aunque nos trate de dar pena se lo podremos conceder.
    Y Cebrián habrá sido todo lo que haya sido, pero, Juan Español Español, tampoco nos recreemos en que le quede poco. Ojalá le quede mucho, de verdad. Mucho para poder darse cuenta del mal que ha hecho y vivir un largo tiempo con otra actitud.

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