Los colegios de los 80

Hace dos años fui a ver una película española que me descolocó: "Cobardes". En ella vi como son los colegios de hoy. Me llamaron la atención varios detalles: el primero de todos, los móviles. Me pasma ver a críos con móviles; yo no tuve uno hasta 2001, cuando ya acumulaba 25 años. Siempre digo que la única vez que vi un teléfono en clase en mi colegio fue un día que entraron a robar unos cacos y dejaron en un pupitre de mi aula el auricular del teléfono de monedas que había en el vestíbulo del cole. Y puestos a hablar de tecnología, en mis tiempos nos daban envidia los pocos que tenían uno de aquellos monstruosos Walkmans. Ahora un muchos niños tienen MP3 players que caben en el bolsillo de una camisa y no hay que rebobinarlos con un Bic.

Otro detalle son las aulas. Recuerdo que en algún curso durante mi edad escolar llegamos a ser 45 alumnos en un solo grupo (y 45 más en el otro). Éramos la generación del "baby boom" de los 70, después las aulas se han ido vaciando poco a poco. Con 45 críos en clase dedicarse al profesorado era complicado. Hoy en día sería directamente un suicidio. Y es que entonces se hacían travesuras, pero recuerdo que cuando entraba un profesor en clase, nos poníamos todos en pie y se hacía el silencio.

Los recreos del paleolítico digital

En los recreos los más suertudos tenían las primeras maquinitas de cristal líquido. Yo llegué a tener una, y les sacábamos mucho rendimiento, aunque -sé que esto sonará ridículo- cada maquinita sólo tenía un juego. Una vez terminado el juego, la maquinita perdía su utilidad, claro. Al margen de eso, recuerdo que en los primeros cursos hacíamos batallas con los clicks de Famóbil (empezó a llamarse Playmobil en España en 1982) en una piscina de arena que había en el patio. Mis favoritos eran los caballeros medievales y los del Séptimo de Caballería (todos los soldados nordistas de la Guerra de Secesión eran "el 7º" para nosotros). Los de aquella época no tenían las manos articuladas y su plástico era de menos calidad que el actual. Pero molaban.

También se jugaba a la pita, el escondite, polis y cacos, los trompos (que siempre ganaban los brutos que venían con trompos portugueses, más gordos y con una punta muy amplia) y las canicas y bolorios (o bolones, como decían los chavales del rural, para pitorreo nuestro), que atesorábamos como quien colecciona piedras preciosas. Por entonces empezó a forjarse mi mala relación con el fútbol, un deporte que me gustaba poco (dentro de lo poco que me gustaba el deporte en general) y acabó de disgustarme del todo a medida que iba aumentando mi lado friqui, es decir, mi afición a los cómics, que por entonces se repartía entre los de "Spiderman", "La Patrulla X" (nada de "X Men", que entonces los mutantes eran muy castizos), "Judge Dredd" y otros. En mi pandilla del colegio éramos unos apasionados de todo esto.

Qué fácil era estudiar el bloque soviético...

De lo que estudiamos, es curioso darse cuenta de los cambios con el paso del tiempo. En geografía lo teníamos más fácil que ahora, porque la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia no habían estallado en mil pedazos. No oí hablar de cosas como Estonia, Letonia, Lituania, Ucrania, etc., hasta después de la caída del Muro de Berlín, que me pilló ya en 1º de BUP. En ciencias naturales también hubo cambios: estudiamos nueve planetas en el Sistema Solar y ahora se han quedado en ocho. Y en cuanto a informática, no vimos un ordenador hasta 1º de BUP, creo, cuando un joven profesor nos guió por el engorroso mundo de la programación en Basic. Era la época de los Spectrum y de los Commodore 64. Ya en los 90 llegó a casa el primer ordenador "serio" que vi: el IBM PS-1, un potente aparato que tenía un disco duro de 30 MB (es decir, 4.762 veces menos disco que mi actual MacBook Pro).

La cultura musical, salvo un breve paso por la música clásica con su correspondiente asignatura en 1º de BUP, la adquiríamos en el autobús escuchando los 40 Principales. Musicalmente es la época que tengo más grabada de toda mi vida: la movida, el tecno-pop, los nuevos románticos, Queen... Era tanto lo que escuchaba en el autobús del colegio yendo y viniendo del colegio que en los 90 me desconecté por completo de la actualidad musical. En el autobús, además, aprovechaba para leer muchos libros. El que más recuerdo de todos es la "Cruzada en jeans" de Thea Beckman. Me leí las aventuras de Dolf Hefting en la Edad Media mientras sonaba en los 40 el "Another day in paradise" de Phil Collins, una canción que se me ha quedado para siempre asociada con ese libro.

Tres décadas de mi primer día de "cole"

El próximo mes de septiembre se cumplirán 30 años de mi primer día de colegio, un lejano y caluroso día de septiembre de 1980. Recuerdo en qué aula fue, y el ambiente y el color anaranjado de la clase por la luz del Sol que se colaba por aquellas gruesas cortinas. Tres décadas ya, parece mentira. Los de mi generación nos estamos haciendo mayores sin darnos cuenta de que ya no somos unos críos, porque vivimos ciertamente unos años geniales a pesar de los pesares. Ahora los colegios son muy distintos, y muchas cosas de éstas sonarán a historia del abuelo cebolleta, pero aquí quedan como un bonito recuerdo.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. C’est la vie, como dice el dicho. Pero yo tengo mucha de mi familia en la educación pública, y siempren me cuentan lo mismo: Antes los podres se mataban porque los niños estudiaran y tuvieran un poco de futuro fuera de las minas, el campo o la construcción. Si un niño hacía una trastada, lo reprendía el padre y si suspendía lo ponía a estudiar. Ahora es lo contrario. De hecho, todos los profesores que conozco se han prejubilado huyendo de la nausa en que se ha convertido la educación. Pero ya sabes, los exámenes son de derechas. No te pierdas ese artículo.

  2. atroma

    Mi alta tecnología a la edad del 7º curso, fue un bolígrafo bic con cuatro colores. El naranja era la repera. Lo cambie por 10 pases en los autos de choque, donde se ligaba y se escuchaba a la unión, baltimora, y los modern talking-

    Ahora cuidado con la edad actual que es jarta peligrosa. Es cuando a muchos les entra la segunda juventud. La pitopausia, según ciencia no verificada. Y que consta de, ligarse a una jovenzuela, dejarse melena o en su defecto coleta, ir a discotecas de adolescentes y decir, mola cantidubi, tronco, y que pasaaa, y Ponerte una camisa blanca a medio abrir para ser el alma de las fiestas. Y reza que el “disjei” no se percate de tu presencia que entonces te pinchara a los modern y lo fliparas. Y ya estas perdió.

  3. JM

    Salvando un año de edad y la distancia –soy de BCN– mis recuerdos son casi clónicos a los tuyos. Sólo que a mi colegio llegó el Basisc mucho antes –el 86– y en Amstrad, en lugar de Spectrum. Todvía tengo el mío en un cajón en algún sitio. Mi interés por la música empezó más tarde, ya en los 90. Hasta entonces no tenía cultura musical alguna. Los walkman no eran muy asequibles y hay que ver lo que gastaban en pilas.
    Mi lado friqui no ha dejado de crecer desde entonces y sí, aún conservo el primer cómic de la Patrulla X, que me costó 125 pts.
    En lo de la clase lleno de bestiajos, creo que eramos unos adelantados a nuestro tiempo.

  4. ¡Mira por donde!
    Hoy he descubierto que más o menos somos de la misma edad…y que los trompos que se vendían en Canarias debían ser portugueses, porque eran más grandes y de punta redonda, a diferencia de los que veía después en la península (precisamente me llamaban la atención porque eran más pequeños que los que usaba yo)

  5. Se te han olvidado las famosas carreras de chapas emulando a la vuelta ciclista. Sin duda todos ellos buenos recuerdos de una infancia a la que se le podía llamar así.
    Saludos
    P.D: Yo el primero que tuve fue el Spectrum 48K.

  6. atroma

    El mío fue el 128k, con casete incorporado. Media hora cargando para ver palos escupiendo puntos. Luego pase al amstrad con pantalla fosforita en verde, un lujo, con el DRDOS como sistema operativo. Y un crack controlando la memoria expandida, y la extendida.

    Joder que viejo soy.

  7. atroma, yo en 7º Curso tuve un Amstrad CPC 6128 y un libro de assembler, lo cual creo que cambió mi manera de ver el mundo para siempre…. aunque también con especial cariño un Sagarra Modelo 51 con el que saqué la primera lubina de más de dos kilos 😀

  8. Caray, Elentir, me acabas de meter una inyección de nostalgia en vena que me has dejado descolocado del todo.

    Tengo unos añitos más que tú pero los recuerdos son muy parecidos.

    En mi colegio (por el norte de Galicia) a esas canicas enormes se les llamaba bolones, pero tenían poco éxito, las canicas normales tenían más aceptación, y especialmente interesaban esas que eran más pequeñas y opacas, de fondo blanco con alguna mancha rojiza y azul, que llamábamos “americanas” (no me preguntes por qué).

    Evidentemente, los únicos teléfonos que había eran los fijos de la secretaría del cole y en los despachos de la dirección.

    Aparatos de música… A ver, el primero que entró en mi casa era el tocadiscos de mi padre con un super-amplificador (lo de super es por el tamaño, unos 60 cm de ancho, unos 40 de fondo y unos 15 de alto y que sigue funcionando). Mis hermanas y yo conseguimos con el tiempo un zampadiscos, aquellos artilugios en los que se metía un single y sonaban a lata, que mi padre consintión en regalarnos para que no le estropeásemos su tocadiscos, y mi primer walkman lo conseguí cuando me lo pude pagar, algo así como en COU, y era chulísimo, un aiwa con super-bass que sonaba de miedo (y aún suena “bastante bien”). En el colegio no se veían aparatos de música.

    Sobre la movida musical de los 80, aún hoy es casi lo único que escucho.

    Yo era de los privilegiados del spectrum plus, y esto ya fue en 3º de BUP o COU, pero tenía un amigo que poco después consiguió un amstrad con doble disquetera de 5-1/4 y era la envidia de todos.

    Sobre mis clicks ya no te digo nada porque los has visto en mi blog, en una entrada que te dediqué. 😉

    Con los trompos, yo tenía uno normal y con “ferrón” (así llamábamos a la punta) de bola, pero no había quien me ganase. No sé en qué rincón de casa de mis padres podrá estar pero después de muchos años jugando tan solo tenía un golpe. También tenía otro con ferrón de lanza y con ese me cargué el de algún chulito que había por el colegio.

    Y sobre los juegos, hay uno que era un destroza-espaldas que no has nombrado, y en mi colegio jugábamos muchísimo hasta que nos veía algún profe y nos lo prohibía. Es lo que en Vigo creo que llamáis el “huevo-pico-araña”, que nosotros llamábamos “arriba facu” (era lo que gritábamos para avisar de que íbamos a saltar).

    Y por último, en 6º de EGB éramos 51 en clase. Como para que le de un jamacuco a cualquier profesor sólo de pensarlo. :miedo:

    Pues sí, parecemos abueletes, pero yo estoy más cerca de serlo que tú. :enfadado:

    Pero aparte de todo esto, lo que a mí me llama más la atención de la educación actual es el comportamiento de los padres. Si me castigaban en el colegio, rezaba para que mis padres no se enterasen porque lo primero que sucedía es que ellos me castigaban aún más y después preguntaban la causa del castigo. Ahora los padres se enfrentan a los profesores quitándoles la autoridad delante de los hijos y eso es matador para el profesor y, sobre todo, para el niño que crece sin saber lo que es el respeto y la autoridad y luego lo pasan fatal el día que encuentran un trabajo y tienen que obedecer las órdenes de un jefe. Muy triste. :*(

  9. Somos de la misma quinta…y del abuelo cebolleta, ¡nada! recuerdos maravillosos que ójala no fueran sólo eso.

    Te pongo en situación de un niño de 11 años (lo más lejos que he llegado, por el momento)

    Los niños de ahora, en su mayoría, a los 10 años, si no antes, tienen móvil, más que nada para poder tener un contacto real en «horario normal» con sus padres…Para muchos padres es una especie de «limpia conciencias».

    Los niños de ahora no es que tengan ordenador, es que tienen messenger, facebook, juegan on line y se mandan correos electrónicos con sus amigos…los peligros no se pueden controlar a esta edad, y luego pasa lo que pasa.

    Los niños de ahora no es que tengan un mp3…ya han tenido varios, ahora tienen mp4, minicadena, ninintendo ds, play, wii, cámara digital, etc…

    Los niños de ahora no que no lean comics…es que, directamente, no leen.

    Yo iba en bus al cole…ahora ya no existe eso en Madrid (a no ser que sea un cole privado), en los úblicos o concertados o vives cerca o no hay plaza…y si vives lejos, o te lleva tu padre/madre (si tienes suerte) o la «asistenta» en el bus…pero de la EMT.

    Sobre los juegos del patio…prefiero no entrar, los niños son más clásicos, las niñas, antes jugábamos a la goma, la comba y mamás y papás, ahora juegan a Física y Química y Hannah Montana…aparte de «sus charlas».

    Esto no es ciencia ficción…es lo que hay…y, ¡ah! El momento estrella…cómo el niño haga la Comunión…olvídate de la crucecita, el libro de la Comunión o el album de fotos…tampoco regalan relojes (tienen 6 ó 7), ni calculadoras (ya tienen el móvil), ni cámaras de fotos (se la pusieron los Reyes)…De consola para arriba…sin obviar el «Viaje a Eurodisney» (la estrella)o la Tarjeta regalo del Corte Inglés.

    ¿Maquinitas de un sólo juego? Yo las recuerdo como algo entrañable, ahora, 2 ó 3 consolas por casa y con la tarjeta pirata de 8 Gb llena hasta la bandera…600 juegos? No sé..pero por ahí debe andar la cosa.

    ¡La gente se ha vuelto majara! Que esto que digo no es ni uno ni dos niños…ni la excepción.

    Eso sí, aún quedamos algunos padres cebolletas (que no carcas), que intentamos poner coto a tanto mogollón…de un modo razonable, sin vivir en el siglo pasado; pero es difícil…doy fe.

    Perdón por la extensión…pero el tema es jugoso y me «embalao».

    Un saludo

  10. Drizzt, recuerdo que en tiempos si te echaba una bronca un profesor, era culpa tuya y tus padres al llegar a casa te echaban otra bronca. Hoy se la echarían al profesor…

    Atroma, recuerdo los bolis Bic de cuatro colores, es más, aún los venden, los he visto en alguna papelería. Yo tuve un par de ellos en mi etapa escolar, eran una maravilla. Eso sí, el verde no se gastaba nunca… 🙂

    JM, un detalle sobre la «Patrulla X»: uno de los primeros tebeos que conseguí incluía la muerte de Fénix (Jean Grey). Con el paso de los años me di cuenta de que aquel tebeo era muy codiciado. Lo mismo ahora vale un pastón…

    Epiro, yo cumplí 34 años en noviembre, por si eso te ayuda a calcular. Sobre los trompos portugueses, me acordé de ellos el año pasado porque un amigo mío de Salvaterra de Miño, junto a la frontera portuguesa, tenía uno en su casa. En muchas partidas no aceptábamos que se participase con aquellos trompos tan brutales porque era un abuso en toda regla…

    Interruptor, yo tuve el Spectrum +2 de Amstrad, fue el primer ordenador que entró en mi casa. Recuerdo que bastaba dar un puñetazo en la mesa sobre la que escribo ahora para que se fuese al garete la carga de cualquier videojuego de aquellos que venían en casetes. Me parece increíble, viéndolo desde la distancia, que un videojuego se cargase desde un soporte así… Por cierto, sobre las canicas, creo que conservo algunas de las que conocíamos como «brillantinas». Eran muy bonitas, pero fueron las más tardías en aparecer, creo recordar. Había un kiosko en Pontevedra, en la Plaza de la Estrella, donde las comprábamos. Me pregunto dónde se podrán comprar ahora canicas, o si las seguirán vendiendo…

    Cris, hablando de ordenadores, mi hermano pequeño aprendió a escribir en el teclado del PS-1 antes que con un lápiz. Los de mi generación aún tuvimos suerte, pues evolucionamos con la informática, pero los chavales de hoy en día nos dan mil vueltas. En la red he conocido a diseñadores web de 16 o 17 años que son la repanocha. Por cierto, en mi Primera Comunión (1983) mi «regalo estrella» fue una cámara Kodak Pocket A-1 como ésta:

    Con ella hice fotos de mis amigos de aquella época que aún conservo, incluso alguna foto de algún amigo que ya se ha ido a la otra vida… 🙄

  11. mel

    Ya veo que somos todos de la misma época….
    Mi primer teclado era Atari y se conectaba a la tele. Jugaba unos partidos interminables de fútbol con mi padre,¡qué tiempos!
    Soy lectora fiel de esta página y me lo paso en grande con vosotros.Bikos

  12. D45

    Recuerdo que mi primera videoconsola fue una Sega Megadrive que también bastaba con darle un puñetazo o encender la televisión para que el el juego se fuese al garete y había que reiniciar el cartucho.

    Creo que las canicas se siguen vendiendo, no se donde, pero creo que sí. Lo digo porque no hace muchos años jugaba con canicas, que aún conservo.

  13. Sí que se venden aún las canicas, mi hijo tiene unas pocas.

    Lo que me tiene fastidiadísimo es que hace cosa de dos años encontré en casa de mis padres mi viejo saco de canicas que debía de tener unas 20, y ahora no sé dónde está, no recuerdo si lo dejé en casa de mis padres o lo traje a la mía, pero, por más que busco, no lo encuentro en ningún sitio.

  14. Pol Llaunas

    Yo soy de esa quinta, tengo 34 años. Desde 6º de EGB leía tebeos de ComicsForum, empecé con Los Vengadores y luego La patrulla X, que buenos los clásicos, Calremont, Byrne. Fan de El Señor de los Anillos desde los 17 y miembro de la Sociedad Tiolkien desde 1991. Yo también leí «Cruzada en jeans», me gustó mucho (respetaba a los medievales y sus valores) y me curó contra el orgullo cronológico. Juegos de rol desde 8º de EGB: el D&D de caja roja. Tengo 35 y sigo jugando, jeje, al D&D Clásico, ¿pasa algo? Desde los 17 años empecé a ir a actos en defensa de los derechos de los castellanohablantes en Cataluña (esas pintadas nocturnas en la Universitat Autònoma) y en la universidad yo ya era casi el único cristiano de la clase. En fin, siempre en las minorías: pero el rol, los X-Men, Tolkien, etc… ya no son de minorías, y lo mismo pasará con todas las luchas por el Bien, la Verdad y la Belleza. Yo no he renunciado a nada de lo que me alimentaba, y he ido incorporando más y más cosas.

  15. Yo creo recordar que leí «El Señor de los Anillos» por primera vez en 2º de BUP, con 15 o casi 16 años. Los chavales de mi pandilla no paraban de hablar de él y me entró la curiosidad. Me lo pedí esas navidades y me pasé días enteros devorándolo. Desde entonces se ha convertido en mi libro favorito. Ahora mismo, delante mía, tengo tres estanterías y pico llenas de libros de y sobre Tolkien y las películas que ha inspirado, figuritas, una réplica de Minas Tirith, los Argonaths… Por supuesto, mi escritorio es muy paritario: las estanterías de la izquierda están tomadas por los friquismos de Star Wars :mrgreen:

  16. Juan Español Español

    Elentir, eres un avanzado tecnológico, no cabe duda.

    20-25 años atrás de tu época estudiabamos en la escuela del pueblo con «La Enciclopedia Álvarez», el compendio de todo el saber, je. je. je. Y poca mas tarde chapurreabamos latín con 13 años. Y que felices éramos intentando saber de todo y sin el » móvil, facebook, el twietter y esas zarandajas». Y sobre todo sin ZP, que no era ni proyecto siquiera. ¡¡Que tiempos!!

  17. Eh, qué yo también soy latinista. La de tiempo que me pasé peleándome con Cicerón y sus «Catilinarias»… 🙂

  18. Que ameno haber leído tu entrada, me dejó pensativa, quiza es algo de melancolía.
    Abrazos

  19. JP

    Para los que no saben donde encontrar canicas…
    http://www.megamarbles.es

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.