Cómo hacer fotos sobre una multitud

El pasado viernes en Santiago me encontré con un problema que he tenido a veces al hacer fotos en un sitio con mucha gente y sin lugares altos: se hace muy complicado fijar el objetivo sorteando el mar de cabezas que hay ante uno. En la foto podéis ver cuál es la solución más habitual y rápida: levantar la cámara con un brazo y disparar. Para quienes estamos más o menos en la estatura media masculina, esto implica que la cámara alcance a lo sumo los 2 o 2,10m, apenas 30 cm sobre ese mar de cabezas, lo cual no da mucha perspectiva. Sabía que esto me podía ocurrir en Santiago, así que me llevé a la Ciudad del Apóstol dos accesorios que son muy útiles: un cable disparador y un monópode telescópico.

Obvia decir que estos accesorios son muy prácticos para quien tiene una cámara réflex. Hay muchas cámaras fotográficas de serie media que ya llevan pantalla rotatoria, de tal forma que puedes enfocar la pantalla hacia abajo para hacer una foto con la mano en alto viendo directamente lo que enfocas, algo que en estos casos no es posible con una cámara réflex. Pero incluso en esas cámaras seguimos con el problema de la altura. Para remediarlo está el monópode, un accesorio relativamente fácil de encontrar en tiendas de fotografía, centros comerciales e hipermercados. Como su nombre indica, es lo mismo que un trípode, pero con una sola pata. Yo tengo un Hama Star 8, que mide 1,40 m extendido y casi 40 cm plegado. Se acopla a la cámara con un tornillo compatible con la rosca 1/4-20UNC que incluyen casi todas las cámaras hoy en día, tanto las réflex como las medias y compactas.

Una vez acoplado el monópode, queda el problema de cómo disparar la cámara. La mayoría de las cámaras compactas e incluso los móviles con cámara incluyen autodisparador con cuenta atrás. No obstante, el autodisparador te hace perder tiempo y agilidad al tomar fotos. Hay dos soluciones mejores. La primera es el mando a distancia. Muchas cámaras réflex están preparadas para funcionar con uno. Mi cámara, una Canon Eos400D, la compré hace ahora tres años y ya venía preparada para funcionar con mando a distancia. En mi caso, tengo un mando Canon RC-1 que funciona por infrarrojos. Problema: tienes que enfocarlo al frontal de la cámara o buscar una superficie que refleje la señal, lo que en este caso puede ser complicado. Precisamente por ello lo ideal es la segunda solución: el cable disparador.

El cable disparador se conecta con una clavija a la cámara y permite hacer autoenfoque y dispararla pulsando un botón (al menos así ocurre en el caso del mío, un Canon RS-60 E3). El único problema de este accesorio es que no es fácil encontrarlo en tiendas. A mí me llevó mucho tiempo conseguir uno. Si queréis comprarlo, lo mejor es pedirlo por Internet.

Una vez hemos conseguido el monópode y el cable disparador, sólo tenemos que acoplarlos a la cámara y probar el conjunto. Seguramente comprobarás que el cable es menos largo que el monópode: el cable RS-60 E3 de Canon, por ejemplo, mide poco más de 70 cm. No obstante, esto no es un gran inconveniente, pues no vamos a aprovechar todo el largo del monópode. Simplemente hay que alzarlo agarrándolo con las dos manos, con firmeza y con mucho cuidado para que no se caiga la cámara (sobre todo si vas a hacer fotos con un objetivo pesado). Antes de alzarla, comprueba que todo esté bien fijado y que no vaya a "bailar" nada, pues te podría acarrear un buen accidente (e incluso dañar a la gente que esté a tu alrededor). Si eres diestro, sujeta la parte inferior del monópode con la mano izquierda y si no es demasiado largo y vas a levantarlo del suelo, sitúa su base a la altura de tu cintura (puedes apoyarla en tu cinturón). Con la mano derecha has de manejar el botón del cable disparador y agarrar la parte superior del monópode.

Una vez levantada la cámara, prueba a tomar una o dos fotos para hacerte una idea de cuál es la dirección y la inclinación adecuadas y el enfoque óptimo para conseguir las mejores fotos. Cuando te hayas decidido a hacer las fotos, es recomendable activar la opción de ráfagas y hacer unos cuantos disparos en distintos ángulos y direcciones para asegurarte de que cubres el motivo que deseas fotografiar. No tires muchas fotos seguidas sin comprobar cómo quedan: podrías estar malgastando ráfagas enteras en ángulos o direcciones incorrectos. Y para terminar, dos consejos: si quieres hacer fotos de una personalidad que vaya rodeada de un gran aparato de escolta, piénsatelo bien antes de usar este sistema. Ver un mástil sobresaliendo entre la gente con un cable y un objeto en lo alto puede provocar alarma y traerte algún problema. Por otra parte, al bajar el monópode tras hacer las fotos, hazlo con cuidado y pegándolo a ti cuanto puedas, evitarás que moleste o haga daño a alguien si estás en medio de una multitud.

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Comentarios:

  1. D45

    Muy buenos los consejos. Sin embargo a los que somos algo más altos de lo normal nos basta con estirar el brazo que así tenemos más control sobre la cámara y es más fácil que montar el monópode y llama menos la atención.

    Saludos.

  2. Es posible. Pero tener la cámara recta para tomar fotos en alto es más sencillo con este sistema que sosteniéndola sólo con la mano derecha…

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