Estrenando un iPhone 4

El pasado sábado me avisaron de la llegada de mi iPhone 4 (estaba en lista de espera en una tienda oficial de Vodafone). Pasé a recogerlo antes de irme a Santiago al concierto de Jean Michel Jarre, así que tuve ocasión de probarlo durante el viaje. Al que ya es el móvil más popular del mundo (y en esta última versión, también el más polémico) le he encontrado grandes ventajas y algunos pequeños inconvenientes. El resultado es sobresaliente. Para empezar, nunca había cargado en un móvil mi agenda de contactos con tanta rapidez, una excelente respuesta a una de las razones que me han llevado a pasarme al iPhone: tener un móvil que se entienda bien con mi MacBook Pro.

Los pequeños inconvenientes

Por aquello de dejar lo mejor para el final, empecemos con los inconvenientes. El iPhone 4 es el primer smartphone que tengo, así que no me voy a quejar de su peso y tamaño (mayores que los de mi Sony Ericcson C902. Lo que sí me ha fastidiado un poco es perder pequeñas prestaciones comunes a cualquier móvil y que sí tenía en el C902. Para empezar, las restricciones que impone Apple a los tonos de llamada y sobre todo a los tonos de SMS me parecen absurdas. Y es que la firma de Cupertino quiere hacer caja obligando a sus usuarios a comprarlos en iTunes.

A pesar de todo, he encontrado en la red consejos para convertir archivos .MP3 a .M4R, que es el formato usado por los politonos del iPhone. También hay webs donde se pueden conseguir tonos gratis, como Mobilespin.net. En el caso de los tonos de SMS, la única posibilidad de personalizar los que trae el móvil es con un jailbreak. Por desgracia para Apple, acaba de darse a conocer un jailbreak de lo más sencillo para el iPhone 4. Basta con visitar www.jailbreakme.com y seguir las instrucciones. Hay que decir que el jailbreak es legal en EEUU, pero Apple invalida la garantía de los iPhone que sean "jailbreakeados".

Por lo demás, echo en falta más opciones de configuración en lo relativo a los avisos de llamada (el iPhone sólo dispone de sonido o vibración; en el C902 tenía siete opciones distintas) y disponer de teclas de acceso rápido (aunque sea iconos en en el escritorio principal) para cosas tan frecuentes como activar el Bluetooth. Y aquí es donde se acaba mi parrafada quejica. Ya, ya sé que esperabais que hablase del famoso "antennagate", pero de momento apenas he notado alteraciones significativas en la cobertura en función de mi forma de coger el iPhone 4 que no viese ya en mi anterior móvil. Os mantendré informados.

Las grandes ventajas

Pasemos ahora a hablar del lado bueno del iPhone 4. Para empezar, lo que más llama la atención es lo compacto y robusto que es, y lo austero de su diseño (básicamente, dos cubiertas negras y brillantes separadas por una banda metálica). Una vez lo enciendes, te das cuenta de una de las principales joyas del teléfono: su pantalla Retina Display de alta resolución. Como diseñador web me fascina ver una pantalla con una imagen tan nítida como la que tiene un diseño hecho en una imprenta: esto va a ser todo un reto para nuestra profesión.

También me ha parecido muy buena la cámara de fotos de 5MP. Obviamente, quienes tenemos una cámara réflex no esperamos milagros de un móvil, sólo que nos sirva para no tener que ir siempre cargados con nuestra cámara y, a la vez, poder sacar fotos dignas cuando no tenemos nuestro equipo fotográfico cerca. Podéis juzgar vosotros mismos la calidad de la cámara del iPhone viendo la primera foto que he hecho con él:

La calidad del vídeo también me ha parecido sorprendente: ¡una resolución de 1280 × 720 pixels! Como ya habréis visto, puse aquí anoche un vídeo que grabé con el iPhone 4 en el ya citado concierto de Jarre. Me ha sorprendido, desde luego, lo fáciles que son de usar tanto la cámara de fotos como la de vídeo. Y ya puestos a hablar de facilidad de manejo, es la primera vez que me las arreglo muy bien con un móvil sin tener que leer las instrucciones. Todo está puesto con bastante claridad para que no haya que hacer un cursillo previo para poder usarlo.

Enlazando con lo anterior, lo mejor del iPhone 4 es, desde luego, la experiencia de usuario, algo que ya había tenido la ocasión de probar con mi iPod Touch y que he confirmado ahora con el iPhone 4 pero con más potencia y mejor resolución de pantalla. Es una gozada moverse por cada aplicación usando la pantalla táctil con tanta facilidad y naturalidad de movimientos. Esto es lo que más distingue al iPhone de los demás móviles, y lo que le ha convertido en un éxito de ventas y en un modelo a imitar.

También me ha gustado la presentación de los SMS, que muestra mensajes enviados y respuestas en una sola pantalla que simula un chat. Eso sí, la opción para contestar un SMS es tan sencilla y clara que hasta me resultaba rara. Por otro lado, me ha encantado la limpieza del sonido en las llamadas y la calidad de los altavoces. En esto Apple se ha superado una vez más.

Y en fin, de momento esto es todo lo que he podido "exprimir" del iPhone 4 en estos dos días. Ya os iré contando más cosas, bien aquí o bien en mi Twitter. Sólo una cosa más: he esperado a que Apple lanzase un iPhone que valiese la pena. Creo que hasta ahora era un buen teléfono pero le faltaban cosas muy básicas. Creo que en el caso del iPhone 4 la compra sí que ha merecido -con creces- la pena. Obvia decir que soy muy aficionado a los productos de la firma de Cupertino, y que tener móvil y ordenador de la misma marca me va a hacer mucho más fácil el trabajo y la gestión de los contactos y de los encargos que tengo a diario. Sí que espero que, vía software, Apple vaya abriendo la mano para resolver esos inconvenientes.

Os dejo aquí con las fotos del "desembalado" del iPhone y con la primera foto que hice con él. Podéis verlas a pantalla completa pulsando el cuadradito que figura abajo, a la derecha.