El botafumeiro compostelano

El sábado estuve en Santiago con mi familia y, como tantas veces, fuimos por la tarde a la Misa del Peregrino, en la que vimos volar el famoso botafumeiro compostelano. Aquí podéis ver las fotos que hice de ese espectacular momento.

La última vez que vi volar el botafumeiro fue en el último cierre de la Puerta Santa el 31 de diciembre del año pasado. El sábado lo hicieron volar con carácter extraordinario -se exhibe 16 veces al año, en determinadas celebraciones-, supongo que en homenaje a unos italianos de los Siervos de la Caridad, fundador por San Luis Guanella, que estaban de visita en Compostela.

El botafumeiro es el mayor inciensario de la Cristiandad, y su nombre, traducido al castellano, vendría a ser así como "echahumero", pues su función es esparcir el humo del incienso por la galería transversal de la Catedral compostelana. El actual botafumeiro fue construido en 1851, pesa 53 kilos y mide un metro y medio de alto. Asciende gracias a la acción de ocho tiraboleiros, que son los hombres que veis tirando de las cuerdas. Cuando termina el vuelo, el tilaboleiro mayor se encarga de cogerlo haciendo un movimiento circular. Después dos de los tilaboleiros lo encajan en un madero, otro lo desata y una vez bajado se lo llevan para limpiarlo. Cada vez que vuela el botafumeiro es costumbre que se entone a iniciativa del oficiante -en este caso era el Arzobispo de Santiago, Monseñor Julián Barrio- el Himno al Apóstol Santiago, una pieza musical majestuosa, con una letra muy bonita (y no apta para progres).

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