El gobierno de Rajoy quiere recuperar la independencia judicial

Montesquieu y la separación de poderes vuelven al fin de la tumba

El gobierno anunció ayer que cambiará el sistema de elección del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, para hacerlos menos dependientes del poder ejecutivo y del legislativo, y también recuperará el recurso previo de inconstitucionalidad.

En septiembre ya os conté aquí cómo fue el proceso de liquidación de la división de poderes a manos del PSOE, valiéndose de la mayoría absoluta que llevó a Felipe González al poder en 1982. En aquel entonces el pretexto alegado por los socialistas para liquidar la independencia judicial fue el de blindar la ley abortista que presentaron en 1983. El argumento usado por el PSOE es que el Poder Judicial debía ser conformado por la voluntad ciudadana expresada en las urnas, un argumento peligroso pues implicaba subordinar el respeto por la ley y la protección de los derechos fundamentales a los vaivenes de las urnas o, mejor dicho, a los caprichos del poder político.

El PSOE deslegitimó al TC en 1985 por cuestionar su proyecto abortista

Como ya os expliqué aquí, en 1983 los socialistas presentaron una ley para despenalizar el aborto, contra la que votaron los representantes de Alianza Popular y la Unión de Centro Democrático (UCD) y que fue recurrida ese mismo año al Tribunal Constitucional por 54 diputados de dichos partidos, encabezados por José María Ruiz-Gallardón, padre del actual Ministro de Justicia. El mecanismo utilizado fue el del recurso previo de inconstitucionalidad, que permitía impedir la entrada en vigor de una ley que atentase contra los derechos fundamentales protegidos por la Constitución.

Los socialistas se pusieron muy nerviosos, pues no controlaban la justicia. Poco antes de conocerse la sentencia del TC sobre el citado recurso, el 26 de marzo de 1985 Alfonso Guerra hizo unas gravísimas declaraciones al grupo periodístico "Tertulia", deslegitimando al TC y cargando contra la división de poderes. Sobre esta división, uno de los pilares de la democracia desde el Barón de Montesquieu la formuló en "El espíritu de las leyes" en 1748, Guerra manifestó su oposición "a seguir viviendo en la época de Montesquieu, cuando hace mucho tiempo que ha muerto", y además anunció que si la sentencia del TC no complacía al gobierno socialista, éste indultaría a todos los que violasen la citada ley. Esto suponía, en la práctica, que Guerra estaba anunciando que el gobierno se saltaría la ley y las sentencias judiciales, una actitud propia de un dictador de una república bananera que provocó un escándalo de tal magnitud que aún hoy, 27 años después, muchos siguen recordando esas lamentables palabras del entonces vicepresidente del gobierno.

Así es como el PSOE liquidó la independencia judicial en España

El 18 de mayo de 1985 el TC emitía la sentencia 53/1985 tumbando parte de la ley abortista presentada por el PSOE, lo que obligó a hacer una nueva redacción de esa ley en julio de ese año. Para entonces el PSOE ya se había asegurado de que la justicia tuviese las manos atadas de tal forma que no pusiese ningún otro freno a futuros abusos de poder. Ya en octubre del año anterior los socialistas habían presentado su propuesta de eliminar el recurso previo de inconstitucionalidad, liquidando así un mecanismo eficaz para frenar las agresiones del poder contra los derechos fundamentales. En julio de 1985 el PSOE utilizó su mayoría absoluta para presentar una Ley Orgánica del Poder Judicial, que liquidó la independencia judicial en España. Controlando el CGPJ, los socialistas ya tenían también bajo su control al Tribunal Constitucional.

Uno de los asuntos pendientes que dejó sin resolver Aznar

Precisamente uno de los asuntos pendientes del mandato de José María Aznar fue una reforma legal que devolviese la independencia a la justicia en España. Ése fue, en mi opinión, uno de los mayores fallos de aquel gobierno, del que se aprovechó Zapatero hasta hartarse, presentando leyes abiertamente inconstitucionales con la certeza de que una vez convertidas en hechos consumados, y controlado el TC por el gobierno, ya no habría forma de echarlas abajo. Por ello, me alegro de que el gobierno de Rajoy haga este anuncio, pero creo que debemos estar vigilantes para que se cumpla. Desde luego, y sin que el anuncio del gobierno sea algo que le llena a uno de satisfacción -creo que con volver a la situación previa a 1985 ya no basta-, hablamos de una buena noticia y de algo que debería figurar entre las máximas prioridades de este gobierno no sólo para recuperar una característica propia de toda democracia seria, sino también para garantizar una seguridad jurídica que los socialistas han puesto en entredicho y que es muy necesaria para la recuperación económica en España.

La recuperación de la independencia judicial enfurece a los socialistas

De momento, la mejor muestra del acierto de esta medida es el enfado que ha provocado en las filas del PSOE. A modo de ejemplo, el diputado socialista Eduardo Madina ha cargado contra este anuncio y lo ha hecho, significativamente, usando los mismos cínicos argumentos de los que se valió Guerra en 1985 para deslegitimar al Poder Judicial. Según Madina, el CGPJ debe responder a "la voluntad ciudadana", como si el respeto a la ley y la protección de los derechos y libertades fundamentales fuese algo que se puede someter a votación y que puede variar con cada cambio de gobierno. Obviamente, lo que quiere decir Madina es que los jueces deben estar a las órdenes del gobierno, que es lo que buscaban los socialistas con su reforma judicial en 1985. El problema que tienen ahora los socialistas para defender esa agresión contra la democracia es que si en 1985 los españoles no conocían de primera mano sus efectos, ahora ya han tenido 27 años para darse cuenta de hasta qué punto la falta de independencia judicial provoca inseguridad, indefensión y un claro déficit democrático.

+17:47h: Empiezan los "peros": el recurso previo de inconstitucionalidad sólo será válido para los Estatutos de Autonomía, según los planes del gobierno de Rajoy. ¿Por qué no para el resto de las leyes? ¿O acaso una ley emanada del Parlamento no es tan propicia a lesionar derechos fundamentales como un Estatuto de Autonomía? La experiencia reciente demuestra claramente que sí. Mal empezamos, en fin.

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(Foto: Siren-Com, Wikipedia.it. Busto de Montesquieu en el Museo del Louvre, en París)

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Comentarios:

  1. Han sido tantos años de Felipismo y Zapaterismo antidemocráticos que va siendo hora de dejar España de forma que no la reconozca ni la madre que parió a Alfonso Guerra.

  2. JFM

    Y esto muestra poqrué la Constitucion actual elborada por un metodo no demoratico (tengo por nula la ratificacion por referendum ya que la gente no podia votar No sin que fuese interpretado como querer regresar a la dictadura por lo tanto la gente votó Si aunque no le gustase) en vez de por una asameblea constituyentye que es el unico metododo legitiamo, es inadecuada. Si el gobierno puede con taal facilidad vacira ctan facilemente de contenido algo tan fundamental como la sepracion de poderes o quitale los colmillos al TC entonces ya no estamos en una democrcaia sino en una dictadure de la mayoria que es completamente distinto: es decir un sistema donde el 51% puede mandar a ala camara de gas a los 49% restantes para apoderrase de sus bienes.

    Yo diria incluso que para que haya democracia hay que ir mas alla de la sepracion de poderes e ir hacia la divsion de poderes como en EEUU. Divide et impera para que le ciudadno reine sobre los poderes en vez de a la inversa.

  3. Está calentito el PSOE con este cambio de rumbo… Hablan de la separación de poderes como algo antidemocrático. Ahora resulta que el que algo sea justo o no dependerá del nº de votos del personal…

  4. Ya era hora, Aznar también quiso hacerlo pero a última hora se echó atrás, esperemos que este gobierno lo lleve a cabo.

  5. El PSOE está mostrando su rostro más totalitario otra vez, e igual sus coleguillas neocomunistas de Izquierda Unida y los aranistas del PNV. Que se opongan a uno de los pilares de toda democracia es una muestra de hasta qué punto han perdido la vergüenza y el sentido común.

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