Una madre cuenta su decisión de no abortar a su hijo discapacitado

Una mujer que hizo lo correcto

Esta chica que veis se llama Lacey Buchanan y es de Woodbury (Tennessee, Estados Unidos). El vídeo es casero, lo hizo ella sola con su iPhone y contando su experiencia por medio de unas notas, algunas fotos y dos bellas canciones. El vídeo es uno de los más emocionantes y estremecedores que he visto en mucho tiempo, porque Lacey cuenta con total sinceridad una vivencia que cambió por completo su vida: el nacimiento de su hijo Christian.

Según apunta LifeSiteNews, el vídeo ya ha recibido 10 millones de visitas en varias redes sociales. En Youtube ya va camino de alcanzar el millón y medio de reproducciones. ¿Y qué tiene de especial la historia de Lacey y de su hijo? Pues muy sencillo: Christian es uno de esos niños que según algunos no merecen vivir. ¿El motivo? Pues haber nacido con una rara discapacidad conocida como hendidura Tessier, debido a la cual Christian es prácticamente ciego y tiene el rostro desfigurado. A pesar de las malas noticias que le dieron los médicos durante el embarazo, Lacey no quiso abortar. El motivo que la llevó a grabar este vídeo fue el encontrarse en Youtube con la experiencia de otra chica llamada Lizzie (ver el vídeo) que tiene una rara enfermedad que sólo padecen tres personas en el mundo y que también le desfigura la cara. Lacey cuenta la historia en su blog:

"Lizzie usó tarjetas que le cubrían la cara en el vídeo al contar su historia. Ella hablaba de su diagnóstico con un síndrome que era tan raro que no tenía nombre. Distorsiona sus rasgos faciales e interfería con su capacidad para aumentar de peso. Lizzie se ve notablemente diferente a la mayoría de la gente. Ella cuenta el caso de estar en la escuela secundaria y que alguien tome un vídeo de 8 segundos de ella, poniéndolo en YouTube, y lo titule "la mujer más fea del mundo". Ella explica cómo algunos de los comentarios sobre el vídeo decían: "Haz un favor al mundo y mátate" y cómo le hería, pero en lugar de vengarse, ella hizo más. Lizzie se estableció metas para demostrar que ella es una persona increíble, y logró todos los objetivos, como graduarse en la universidad y tener una familia. Al final del vídeo Lizzie elimina las tarjetas y se llega a ver su rostro. Personalmente, ¡pensé que era precioso!"

Esa brutal crueldad que sufrió Lizzie también la padeció Lacey. Como cuenta en el vídeo (de hecho sale en el fotograma que aparece por defecto), una chica le dijo en una ocasión que le parecía una persona horrible por no haber abortado a su hijo. Esto demuestra hasta qué punto nuestra sociedad vive una espeluznante crisis de valores, lo que lleva a algunos a considerar horrible no el hecho espantoso de matar a un ser humano inocente e indefenso antes de nacer por el mero hecho de ser diferente al resto, sino el hecho de darle oportunidad de vivir, esa misma oportunidad que nos dieron a todos los nacidos. En una sociedad así la causa de la defensa de la vida genera muchas incomprensiones, pero no hay que rendirse y hay que recordar y decir bien alto que no hay ningún problema de salud ni discapacidad que mermen la dignidad de un ser humano y su derecho a vivir.

En fin, ahí tenéis a Lacey feliz con el que ella define como "el amor de su vida", un niño con un problema, sí, pero sigue siendo un niño, y es su hijo. Reflexionemos sobre lo que esto significa, porque la fealdad no está en el rostro de un niño discapacitado y desfigurado, sino en los corazones incapaces de apreciar que ése es el rostro de un niño tan digno de vivir, de ser amado y de alcanzar la felicidad como cualquier otro niño. Lo realmente feo, lo que es realmente monstruoso, es que una parte de nuestra sociedad pretenda emular a los más siniestros fanáticos de la historia deseando la muerte a niños como Christian.

P.D.: si queréis brindar apoyo a Lacey y a su hijo, podéis haceros fans de su página en Facebook y hacer una visita a su blog.

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Comentarios:

  1. Baeza

    Hola Elentir, quizás lo que te vaya a contar no te guste pero lo que te voy a contar vienen desde la experiencia de vivirlo, no de pensarlo o meditarlo, si no de convivir con un descapacitado. Y sólo te voy a hacer unas preguntas:

    ¿Sabes lo que es vivir 24 horas con una persona que tiene síndrome de Down?
    ¿Sabes lo que es para una familia que esa persona tenga 7 años para siempre?
    ¿Sabes lo que es que el mundo siga y que el tiempo se paralice?
    ¿Sabes lo que es renunciar a ir a muchos lugares porque esa persona no puede?
    ¿Sabes los gastos médicos que tiene una persona con discapacidad?
    ¿Sabes esos mismos gastos cuando eres una persona sin recursos económicos?

    Para mí una de las maravillas de la vida tiene muchas fases: ver cómo nace un niño, crece, se hace adolescente, se forma como un hombre, se independiza, forma una familia, te hace abuelo…

    Alguien con un síndrome de down por desgracia para él y los que le rodean, los ancla en un sitio y les deja a sus seres más cercanos poca cadena para moverse.

  2. Baeza, tengo un tío con síndrome de Down, así que sé perfectamente lo que es convivir con una persona como él. ¿Qué sugieres, que mis abuelos habrían hecho mejor matando a mi tío antes de que naciese para poder gozar de más libertad? Pues si lo hubiesen hecho habrían matado al más fiel y cariñoso de sus hijos, al que siempre les acompañó hasta su muerte. Por suerte para ellos y para mi tío, mis abuelos pensaban más en la vida que estaba por venir que en la libertad que podían perder. Y nunca se arrepintieron de tenerlo, al contrario: es el mejor de mis tíos.

    Lo que no entiendo, desde luego, es cómo alguien puede poner por su comodidad por encima del derecho a la vida, empleándola como «argumento» para que se mate a un ser humano inocente. Es una monstruosidad, en fin.

  3. El Tíol Bastón

    Me parece que el «Baeza» ha metido la pata en a quién fue a hacer esas preguntas.

    Pienso que llevas mucha razón en lo que dices, Elentir. Hay mucha gente que sólo piensa en sus «metas» propias, absolutamente vacías y que no sirven para nada.

    En concreto, estoy ahora litigando con un grupo de amigos para los cuales no puedes hablar de los sitios si no has estado allí. Este es el tipo de «libertad» que quiere la gente ahora.

    En unos tiempos en que todo el mundo lo ha visto todo a través de todos los medios de comunicación posibles, no sólo me parece inútil, sino una soberbia y risible estupidez gastar el dinero en ir a los sitios porque sí, sólo para poder decir que estuviste allí. Esto lo comprendí el día que me subí a la torre Eiffel por primera vez en mi vida pero comprendí que ya había estado allí antes mil veces.

    El dinero es para ganarlo como mejor se pueda y gastarlo en hacerle la vida mejor a la gente que amas. Viajar, hace cien o doscientos años se hacía porque no había otra manera de ver mundo (cuando Cadalso escribió las Cartas Marruecas); hoy en día sólo compensa para trabajar y vivir con la gente de los sitios a donde vas, o bien para relajarte, descansar y olvidarte de todo.

  4. Ameles

    Un verdadero ejemplo de entrega y de amor.

  5. José Jacinto Verde Colinas

    Una de las mejores respuestas que se le podría dar a Baeza y a los que piensan como ella (o él) podría ser la siguiente cita: «Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará» (Mc 8,35)

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