Ha muerto hoy al estallar un IED cuando hacía labores de reconocimiento

Sargento David Fernández Ureña, caído en Afganistán: in memoriam

El sargento David Fernández Ureña, de la Unidad de Ingenieros de la Fuerza Española en Afganistán (ASPFOR) XXXII, ha muerto esta mañana en Afganistán al explotar un IED (artefacto explosivo improvisado).

Así dan El País, Público y El Mundo la muerte de un militar español

Según ha informado el Ministerio de Defensa, el sargento Fernández Ureña formaba parte de un equipo de desactivación de explosivos y realizaba labores de reconocimiento en la ruta OPAL, entre las localidades de Qala-i-Naw y Darra-i-Bun. La explosión se produjo cuando su equipo de reconocimiento examinaba un tramo de esa ruta OPAL donde había sido localizado un IED.

David tenía 35 años, era natural de Bilbao, soltero y sin hijos. Ingresó en el Ejército en el año 2000 y desde 2008 estaba destinado en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros nº12, con base en el Acuartelamiento Sangenis, en Zaragoza. En el año 2009 participó en la misión de Afganistán, por lo que fue condecorado con la medalla de la OTAN-ISAF. Era especialista en NBQ, operador de desactivación de artefactos explosivos y contaba con el curso básico de paracaidismo.

Desde aquí mando mi pésame y mi abrazo a sus familiares, amigos y compañeros de armas. En su memoria, y hasta que su cadáver sea repatriado y sepultado en España, este blog lucirá la bandera nacional con lazo negro.

Lo demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron ,
con su sangre, la empresa rubricaron,
con su esfuerzo, la Patria redimieron.

Fueron grandes y fuertes porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como valientes lucharon.
Por eso, como mártires murieron.

Inmolarse por Dios fue su destino,
salvar a España, su pasión entera,
servir en el Ejército, su vocación y sino.

No pudieron querer a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron morir de otra manera.

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Comentarios:

  1. Espectador

    Cuando parecemos rodeados de malnacidos sin honor ni vergüenza, estos ejemplos reconcilian con nuestros compatriotas.

    Honor al muerto, consuelo a sus familiares y compañeros, y vergüenza a los que no son dignos de ellos.

  2. Tienes mucha razón, Espectador. Lo mejor de España está ahora en Afganistán, el Líbano y otros sitios, sirviendo a la Patria lejos de sus hogares. Y mientras tanto aquí, cuando muere un hombre tan valeroso como éste, hay medios que tratan la noticia con escasa relevancia, y hay tipos que se permiten faltar al respeto a esos mismos militares a cuyo trabajo debemos una enorme parte de la paz y de la seguridad de las que disfrutamos.

    En fin, si alguien se pregunta qué es patriotismo, pues hoy se me ocurre una definición: patriotismo es hacer lo necesario para merecer el sacrificio de grandes hombres como el sargento David Fernández Ureña, que arriesgan su vida a diario por nosotros. En este sentido, es cabreante pensar que estos valientes están sirviendo a España tan lejos mientras aquí hay malnacidos que buscan cargarse la nación por la que están dispuestos a arriesgar sus vidas nuestros militares, militares cuyo sacrificio permite disfrutar de paz y de libertad incluso a quienes odian a esos militares y a lo que representan.

  3. Chácaras

    Este héroe del ejercito español caído en una misión en Afganistán, un compatriota de Bilbao, en misiones en el extranjero al que Dios lo tenga en su gloria. El país vasco da también héroes a España no solo viven en esa parte querida de nuestro territorio activistas sanguinarios destructores de todo lo español, también viven vascos amantes de nuestra patria, que dan su sangre por ella, que le dan honor y vida para su engrandecimiento, como nuestra patria ha dado a través de la historia a lo largo y ancho de ella, gente de bien, con honor, con derroche de orgullo de ser español, de una España unida, grande y libre. VIVA ESPAÑA Y SUS HÉROES, y muerte para quien quiera destruirla.

  4. Todos los expertos en desactivación de explosivos saben que la explosión de un artefacto es tan rápida, que no da tiempo a quien se encuentra junto a él a sentir nada. Mi mayor admiración por ellos y por este otro sentimiento que les acompaña toda la vida y les mueve a algo tan peligroso: El amor a la Patria y el sacrificio por ella. No hay nada más que les compense, no hay otro aliciente que les mueva.

    Mi homenaje personal y mi oración por el Sargento Davis Fernández Ureña, a quien Dios tenga en la Gloria por ver que ha sabido alcanzarla.

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