Jugando al escondite con el atril del presidente de los Estados Unidos

La simpática escena que veis en este vídeo ocurrió el lunes en Washington DC, Estados Unidos. El niño se llama Colin y es hijo de Clinton Romesha.

Lo más llamativo fue el momento y el lugar que eligió Colin para ponerse a jugar al escondite: en la Casa Blanca, tras el atril presidencial, momentos antes de que diese comienzo la ceremonia en la que Obama impuso a su padre, sargento retirado del Ejército de Estados Unidos, la más alta condecoración militar de ese país, la Medalla de Honor del Congreso, en reconocimiento al valor demostrado por Clinton Romesha durante un enfrentamiento de 12 horas con una fuerza talibán muy superior en número el 3 de octubre de 2009 en la zona oriental de Afganistán, un combate en el que el sargento siguió luchando a pesar de haber sido herido.

Como podéis ver, un oficial de los Marines se encargó de poner un poco de orden, con mucho tacto y no sin ciertas reticencias por parte del peque, que se quiso subir a la butaca desde la que su padre escuchó el discurso del presidente. Curiosamente, con su juego Colin casi ha ocupado tanto espacio en los medios como su padre, incluso salió en la CNN:

Por si fuera poco, incluso figura ya en la Wikipedia... Colin consiguió que se oyesen sonrisas en una ceremonia con un triste sabor, pues durante la valiente acción por la que ha sido condecorado su padre -con la que logró salvar a más de 40 soldados estadounidenses- cayeron en combate ocho de sus compañeros de armas. Algunos de sus familiares estaban allí presentes.

Durante la ceremonia, al hacer mención a la mujer y a los tres hijos del sargento, Obama se refirió con humor a la anécdota protagonizada por el pequeño: "Colin no es tan tímido como Clint", dijo entre las risas del público. Personalmente, creo que la foto que debería quedar para la posteridad no es la del pequeño jugando al escondite tras el atril, sino esta imagen publicada por la Casa Blanca en la que vemos a su padre -ya con la Medalla de Honor colgada del cuello pero tan tímido como de costumbre- recibiendo el aplauso del presidente de los Estados Unidos y de todos los allí presentes, mientras él y Colin intercambiaban una emotiva mirada:

Pocas imágenes dicen tantas cosas como ésta. Algún día Colin tendrá edad suficiente para saber que su padre es un héroe. Desde aquí mando mi aplauso y mi homenaje al sargento Clinton Romesha, a los soldados que lucharon con valor en aquella acción -en especial a los que cayeron en combate- y a todos los soldados estadounidenses y de los demás países de la Coalición -entre ellos los de España- que siguen sirviendo en Afganistán.

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Comentarios:

  1. Huy este seguro llega a la casa blanco.

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