Carta a una futura mamá en el Día Internacional del Síndrome de Down

Una carta que habría gustado a mi abuela

A lo mejor mi difunta abuela no habría entendido lo que dicen algunas de las 14 personas con síndrome de Down que hablan en este vídeo, pues no todas se expresan en español. El último de sus hijos, nacido con síndrome de Down, tampoco ha dominado nunca del todo bien el idioma de Cervantes, pero con mi abuela se entendía a la perfección con él porque estas personas hablan un idioma mucho más universal: el de las sonrisas, los besos y los abrazos.

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Hoy es el Día Internacional del Síndrome de Down. Algunos políticos lo celebran mientras apoyan leyes abortistas que parten de la premisa de que los discapacitados, incluidas las personas con trisomía del par 21, no merecen nacer y es mejor acabar con ellos antes del parto. Otros políticos, que también apoyan esas leyes inhumanas y crueles, ni siquiera se han molestado en recordar que hoy se celebra el día de sus víctimas. Eso sí: todos se llenarán la boca hablando de igualdad, de no discriminación y de accesibilidad. La hipocresía es exactamente eso: fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

Por supuesto, igual que todas las madres embarazadas -porque toda mujer encinta es ya madre, aunque algunos digan otra cosa-, mi abuela habría sentido miedo ante la vida que iba a tener mi tío, el benjamín de la familia. Una madre siempre quiere lo mejor para sus hijos y siente dolor cuando saben que tendrán por delante una vida llena de dificultades por el hecho de no ser como los demás. Cuando mi abuela dio a luz a mi tío en España no era legal matar y descuartizar a los hijos por nacer. De haber estado legalizada esta aberración por aquel entonces, dudo que mi abuela hubiese accedido a que desmembrasen a su hijo con un bisturí, porque mi abuela era cristiana y jamás habría consentido reclamar la muerte de un inocente para poder llevar ella una vida más cómoda. El premio a su valentía fue un hijo que la colmó de cariño. Gracias a mi tío, ella tuvo un adelanto de lo que debe ser conocer a un ángel.

A toda madre a la que intentan convencer de que aborte a un bebé con síndrome de Down la animo a ser valiente y seguir el ejemplo de mi abuela. Vas a tener que afrontar la incomprensión de algunos, tu hijo va a afrontar dificultades en la vida -¿cuál no?-, y seguramente muchos te dirán que cómo se te ocurrió tenerlo. Pero es tu hijo. Ese bebé te va a traer más alegrías en la vida que ningún otro, va a lograr que descubras lo que es el cariño filial de una forma que otros no podrían -te dirán que es minusválido porque es incapaz de hacer cosas que otros sí pueden, pero una persona con síndrome de Down es una superdotada en afecto-, y acabarás dándote cuenta de que no podrías imaginarte tu vida sin ese pequeño. No dejes que te lo quiten antes de nacer, no hagas caso a los que te hablan de tu futuro hijo como una "carga" -cuando en realidad viene al mundo cargado de cariño para darte-, no hagas caso a los que pretenden "curar" una discapacidad cargándose a los discapacitados... cargándose a tu hijo.

+ 21.11.2016: Me entero hoy de que el Consejo de lo Audiovisual de Francia ha considerado "inapropiado" este vídeo porque "probablemente perturbaría la conciencia de las mujeres que habían tomado diferentes opciones legítimas de su vida personal". Es decir, que quieren invisibilizar a los niños Down para que las abortistas no se enfaden. Esto ya es el colmo de la inhumanidad.

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