¿Y ahora cómo bajamos?

Subir a un árbol inclinado a menos de dos metros del suelo a fin de disfrutar de la vista puede no parecer complicado, si tienes una cierta estatura y dispones de alguien que te ayude a bajar, claro. Los protagonistas de esta foto no pueden decir lo mismo: Bilbo y Sam subidos al tronco de un viejo árbol cerca del mirador de San Julián, en el Monte Aloya (nota: ante posibles reclamaciones de los defensores de los derechos de los peluches, debo señalar que no les dejé abandonados en el árbol y que tanto el úrsido como el cánido no sufrieron ningún daño).

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Comentarios:

  1. ma.lourdes e.

    Y, ¡se bajaron o se quedaron ahí?. Gracias por compartir.

  2. Los bajé, claro. 😉

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.