Así es la Semana Santa en el rural gallego: la Procesión de los Cuatro Pasos en Gondomar

Ayer asistí en Gondomar (Pontevedra) a la Procesión de los Cuatro Pasos, celebrada con motivo del Jueves Santo. En ella desfilan los pasos de Cristo con la Cruz a cuestas, San Juan Evangelista, la Virgen de la Amargura y Cristo crucificado.

Fotos: Iglesia de San Benito de Gondomar

Gondomar tiene 14.000 habitantes dispersos en una superficie de 74,5 kilómetros cuadrados (para que nos hagamos una idea, la ciudad de La Coruña, con más de 244.000, tiene la mitad de superficie). Enclavada en el valle del río Miñor y a los pies de la sierra del Galiñeiro, buena parte de la población es rural, con un pequeño núcleo de población en cuyo alto se sitúa la Iglesia de San Benito. Gondomar es un pueblo tranquilo. Sus calles y caminos no comparten el ajetreo del turismo que inunda ocasionalmente las vecinas localidades costeras de Nigrán y Bayona.

Una procesión de un pequeño pueblecito gallego como éste no puede compararse a la grandiosidad de las procesiones del sur de España, pero os animo a participar algún año en una de estas procesiones de la Galicia rural, porque todo lo que falta de medios, se compensa con sentimiento. La procesión salió de la Iglesia de San Benito, situada en lo alto del pueblo. El centro de la localidad se queda en silencio y a oscuras durante el paso de la procesión. Sorprende ver a un pueblo entero callado, sin más ruido que el redoble de un tambor o el sonido ocasional de una marcha fúnebre. Los pasos van escoltados por numerosa gente portando velas, e incluso los habitantes apagan las luces de sus casas para que nada robe protagonismo a Cristo en esa noche de dolor.

Os dejo en esta entrada con un vídeo de la procesión, encabezando estas líneas, y con esta serie de fotos que he subido a mi cuenta de Flickr: