Cifuentes (PP), pillada mintiendo al atribuirse el apoyo de algunos obispos

Aunque presuma de ideales, una candidata que miente no es de fiar

Ayer La Gaceta publicó una noticia en exclusiva que ha dejado a la altura del barro a la candidata del Partido Popular a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

Los obispos desmienten a Cifuentes / La Gaceta
Tras respaldar una ley abortista Cifuentes cree "poco cristiano" recordarle ese apoyo

Primera mentira: negar que dijo lo que sí dijo sobre el aborto

Como recordaréis, el pasado viernes Cifuentes se atribuyó el apoyo de parte de la Conferencia Episcopal, y citó al Obispo de Getafe, frente a la campaña #YoRompoConCifuentes con la que HazteOir.org viene recordando el apoyo de esa candidata al aborto. Cifuentes ya mintió ese día al negar que apoyase el aborto: "Es una mentira", aseguró. Como ya señalé aquí, las hemerotecas demuestran lo contrario, y basta con ver su Twitter para comprobar que la que mentía era ella:

Segunda mentira: atribuirse un falso apoyo de los obispos

La Gaceta publicó ayer que el portavoz de la Conferencia Episcopal y el Obispo de Getafe han desmentido a Cifuentes: el apoyo episcopal que se atribuyó la candidata del PP también era mentira. En un país donde es habitual ver a ciertos políticos mintiendo, esto ya le parece a muchos como algo carente de relevancia. Incluso hay quien lo generaliza, diciendo que todos los políticos mienten, para restarle importancia o resignarse ante ello. Es más: algunos miran hacia otro lado cuando los que mienten son los de su partido favorito. El partidismo llega a provocar ese grado de ceguera ética y moral, según la cual si te miente un político del PSOE está mal, pero si te miente uno del PP te tienes que callar so pena de ser acusado de querer que gane Podemos (y lo mismo es aplicable cuando el que miente es de cualquier otro partido). Pues no: ¡ya está bien! Que un político mienta para ganar unas elecciones es algo muy grave, sea cual sea su partido. Un político que miente es alguien en quien no se debe confiar, pues pide nuestra confianza para hacer algo tan serio como gobernar, administrar el dinero de nuestros impuestos y aprobar las leyes que nos obligan a todos. No tiene sentido quejarnos de que tenemos malos políticos si luego votamos a candidatos que recurren con tanto descaro a la mentira.

Una muestra de caciquismo político en toda regla

Otra cosa muy grave y que es intolerable en una democracia es que un político utilice su cargo y eche mano de los medios que pagamos todos para obtener una posición de ventaja respecto del resto de los ciudadanos, o incluso para cercenar los derechos y libertades de los gobernados. En el caso que nos ocupa HazteOir.org ha sido víctima de una cacicada en toda regla, un abuso que ha consistido en tergiversar la ley e incluso en utilizar a la Policía para amedrentar a quienes hacen algo tan legítimo como criticar a una candidata. Esta cacicada es algo propio del régimen chavista venezolano al que tanto critica el partido de Cifuentes. Que casi dos semanas después de presentar recurso ante la Junta Electoral Central, ésta siga sin resolver el caso y la campaña de HO siga censurada, no es más que un atropello con falso disfraz democrático que se desarrolla cuando ciertos políticos se valen de hechos consumados -y de la lentitud y politización de la justicia- para pisotear impunemente a los gobernados. Así empezó el chavismo en Venezuela.

Con su actidud Cifuentes ha dado aún más motivos para no votarle

Yo vivo en Galicia, pero si viviese en Madrid ya tendría sobradas y poderosas razones para no votar con Cifuentes. Ya de partida, no merece gobernar alguien capaz de llamar "derecho" a liquidar el más básico de los derechos humanos de los más inocentes. Y no sólo por los no nacidos: si un gobernante es capaz de maltratar así a los más inocentes e indefensos, ¿quién nos asegura que dispensará un trato mejor para otros derechos indisociables del derecho a la vida, como la libertad de expresión? Pero además, tampoco merece gobernar una candidata que cree que para ganar unas elecciones es legítimo mentir y abusar de su poder, porque si renunciamos a que nuestros gobernantes nos digan la verdad y respeten nuestras libertades, a lo que renunciamos es a la democracia y a vivir en un auténtic Estado de Derecho. Sólo me queda agradecerle a Cifuentes que haya sacado a relucir su talante autoritario y su tendencia a mentir antes de que llegue el día de las elecciones. Quienes le voten tras ver lo que ha hecho no podrán decir, el día de mañana, que no sabían lo que se les venía encima al depositar su confianza en esta candidata.

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(Foto: Flickr Cristina Cifuentes)

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Comentarios:

  1. Álvaro

    No es ya cuestión de «aborto», es cuestión de LIBERTAD.

    El PP, si quiere sobrevivir, necesita deshacerse de esta panda de mentirosos y caciques Arriolistas.

  2. Sharovarov

    Los que piensen votarla no deben de olvidar que ha anunciado una ley pro-Gaystapo (ella no la llama así, claro).

  3. Pelayo

    Miente, no tiene principios y es una trepa que no conoce otra ocupación que la política. Sin duda, hará carrera en el Partido Popular

  4. José Ignacio Lesaca Eseverri

    Me llama la atención que Cristina Cifuentes no haya salido a desmentir o a intentar explicar los comentarios que se le atribuyen. Es decir, podría haber ido a los periodistas y haber dicho: «Sí, yo escribí eso en un mensaje de Tuíter pero es que no me expliqué bien. Lo que quise decir, en realidad, es esta otra cosa: bla-bla-bla». O «Esas declaraciones en la radio acerca de la ley del aborto no deben interpretarse como si yo apoyase esa ley sino que debe entenderse, en lugar de eso, que yo… etc. etc.». Podría haber intentado algo así. Pero no. No intenta aclarar nada ni explicar nada sino que se limita a decir que es mentira. Sin más. Y luego, eso sí, usa su poder para fines nada respetuosos con la democracia. ¿Qué pensar de todo ello?

  5. pacococo

    Independientemente que resulte indiferente votar a unos o a otros pues los votos se cocinan, hay unas cuantas cosas que al ciudadano no les importan o las dan como algo propio del sistema contra lo que no merece la pena luchar.

    Una es la aceptación resignada de algo que a cualquier demócrata le pone los pelos de punta y es el apaño de los votos. He preguntado a los conocidos y las respuestas son de aceptación resignada. Lo cual me ha dejado fuera de juego.

    Otro de los vicios es separar la vida privada de la pública. Por ejemplo no dar importancia a los cuernos matrimoniales. Pues es un error, si alguien le miente a la persona con la que comparte su vida más íntima, ¿qué no mentirá a las personas que no conoce?

    Otro es la mentira. Es que todos los políticos mienten, oimos decir y todos nos quedamos tan frescos. Pues yo no me quedo tan fresco, no voto a un político que mienta. Tal vez por eso no voto a nadie.

    Y por eso tenemos lo que tenemos y por eso son como son y por eso hacen las cosas, porque saben qu epueden hacerlas.

  6. Javier

    Ideología de Cristina Cifuentes: «Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros» (Groucho Marx).

  7. Es lo que hay (en política).

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