"Poltergeist" (2015): fenómenos extraños en plena era de Internet y de los móviles

Ayer fui a ver este remake de la famosa película sobre fenómenos paranormales producida por Steven Spielberg y dirigida -al menos teóricamente, pues se dice que lo hizo el propio Spielberg- por Tobe Hooper en 1982.

Poltergeist (Fenómenos extraños) (1982), por César Blanco

Esta vez la silla del director la ocupa Gil Kenan, autor de una película de ciencia-ficción que me gustó bastante: "City of Ember" (2008). Esta vez se enfrenta a un reto muy difícil: mejorar un clásico del cine de terror que nos impresionó a jóvenes y niños de los 80. En su favor juegan los efectos especiales, obviamente. Y en su contra juega el tiempo, y no me refiero sólo al que ha transcurrido desde la película original, sino al metraje de la nueva película: de los 114 minutos de la cinta de 1982 pasamos a sólo 93. La pregunta era obvia: ¿se puede mejorar un clásico dejándose 20 minutos de la historia inicial por el camino, cuando todo el mundo estará haciendo comparaciones?

La clave para conseguirlo está en aportar algo distinto, y Kenan lo consigue mostrándonos cosas que en la película original no aparecían, concretamente, en qué sitio se fue a meter la pequeña Carol (interpretada entonces por Heather O'Rourke, fallecida a los 12 años, pocos meses antes del estreno de "Poltergeist III", por cierto). Esta vez su papel, como Madison, lo hace la pequeña actriz canadiense Kennedi Clements, con un enorme parecido con la niña fallecida (a excepción del hecho de que ésta era rubia y su sustituta es morena). No está mal en su difícil papel para una intérprete de tan corta edad, aunque me sigue gustando más como lo hizo la actriz original. Esta vez buena parte de la trama se la lleva el hijo, Griffin, interpretado por el estadounidense Kyle Catlett. Es de lo mejor del reparto, todo hay que decirlo. En el papel de los padres, interpretados en 1982 por Craig T. Nelson y JoBeth Williams (lo hicieron fenomenal), vemos esta vez a Sam Rockwell y Rosemarie DeWitt. Él hace de padre en el paro, ella de madre escritora sin mucho que escribir. Su interpretación no es para tirar cohetes. Por otra parte, lo que en los 80 era una familia típica americana de la época de Reagan, ahora es una familia atravesando la crisis económica (a pesar de lo cual se puede permitir una casa de aúpa, todo hay que decirlo). En el resto del reparto encontramos a Jane Adams haciendo de doctora experta en asuntos paranormales (lo siento, pero no hay comparación posible con el papel que hizo la ya difunta Beatrice Straight en 1982), mientras que en el papel de la bajita médium interpretada entonces por la también fallecida Zelda Rubinstein ahora nos encontramos a un señor: Jared Harris, que no lo hace mal pero no tiene la gracia del personake de Tangina Barrons. En cuanto al otro reparto, y payasos aparte, la mejor novedad de la nueva película es el cerdicornio (un peluche mitad cerdo mitad unicornio que tiene la pequeña de la familia). A pesar de su aspecto ñoño e inocente, yo no le quitaría el ojo de encima, por si acaso. 🙂

Hay que decir que la película de Kenan es entretenida, y los efectos especiales son mucho mejores, obviamente, que los de 1982, pero esto último no le aporta un mérito a la nueva película: más bien se lo otorga a la original. Y es que con los medios de hace 33 años se hizo una película magnífica, que me sigue provocando escalofríos cada vez que la repone algún canal de madrugada, cuando está todo el piso a oscuras. La nueva película está bien, y seguramente mi valoración sería mejor si la original no existiese. En cierto modo, este remake de "Poltergeist" no sólo lleva los fenómenos paranormales a la época de Internet y de la telefonía móvil, sino también al gusto del espectador medio de hoy en día, en especial los jóvenes: mucho efectismo, no pocos momentos que provocan escalofríos, ciertamente, pero se echa de menos el ahondamiento en el misterio que se apreciaba en la película original (que no tenía necesidad de desvelarnos cómo es el más allá, lo cual lo hacía aún más misterioso), e incluso la tremenda belleza que se podía observar en escenas como la de los fantasmas descendiendo por la escalera en una especia de remedio de la Santa Compaña en versión hollywoodiense. En este sentido, la película de 1982 le da mil vueltas a la nueva.

Si no habéis visto ninguna de las dos, os recomiendo la original. Podéis leer más sobre ella en esta entrada del blog de mi amigo César Blanco.

Os dejo aquí con el trailer oficial en español de la nueva película:

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