Temen una catástrofe que acabe con "nuestra lengua y la Catedral de Santiago"

Un programa de 13 ayuntamientos gallegos estigmatiza a los niños que hablan español

El programa se llama "Apego" y tiene -según afirma su web- el objetivo de "fomentar y mejorar la transmisión del gallego como lengua inicial". Lo curioso es la forma en que se propone hacerlo.

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¿Sólo eres gallego si hablas en gallego?

"Apego" publica un documento titulado "10 razones" en el que presenta argumentos para hablar con los niños en gallego desde el principio. El decálogo empieza con un punto titulado "Somos gallegos y gallegas", en el que se afirma: "el gallego es nuestra lengua; la lengua propia de Galicia". Estos señores parecen haber olvidado que en torno a la mitad de los gallegos tenemos como lengua materna o de uso habitual el español. En mi casa todos somos gallegos y todos hablamos en español, igual que mis tíos y mis difuntos abuelos, y no por eso somos menos gallegos que otros. Me parece vergonzoso que a estas alturas se insista en ligar la condición de gallego con el uso de una sola de las dos lenguas oficiales que tenemos: una política de exclusión pura y dura.

Objetivo: que los niños nunca duden

El segundo punto, dirigido claramente a padres que no tienen el gallego como lengua habitual, anima a hablar a los hijos en gallego desde que son bebés, pues así "nuestros hijos y nuestras hijas nunca tendrán que pasar por la extraña situación de dudar de su lengua". Es muy atrevido decir que el gallego es la lengua de un niño que tiene el español por lengua materna. Pero el colmo es que se califica de "extraña situación" que el niño decida alguna vez volver al español que hablaban sus padres, o empezar a hablarlo simplemente porque le da la gana. ¿Con qué cara se pretende convertir en algo "extraño" el ejercicio de un derecho amparado por nuestra Constitución?

Temen una catástrofe que acabe con el gallego y con la Catedral de Santiago

La cosa se va por derroteros simplemente surrealistas en el punto seis del decálogo. Ojo a lo que dice: "Si ocurriese un desastre que se llevase por delante nuestra lengua y la Catedral de Santiago, ¿cuál de las dos piensas que sería más fácil recuperar? Efectivamente, la Catedral se podría volver a levantar piedra a piedra, marca a marca." Es la monda. A ver, díganme, señores: ¿qué clase de catástrofe puede barrer del mapa una lengua con más de dos millones de hablantes y una Catedral? Se me ocurren unas cuantas: un estallido de rayos gamma, un apocalipsis nuclear, una colosal erupción solar, una invasión extraterrestre con fines exterminadores, un genocidio de gallegohablantes cometido por fanáticos que odien las catedrales... ¿Quién sabe? A lo mejor hay una plaga de Snoopys que se comen a los gallegos y derriban catedrales, por ese orden o al revés. Es tan improbable como que haya un genocidio como el citado. En los otro cuatro casos, si queda siquiera alguien sobre la faz de la Tierra -o aún queda planeta que habitar- no creo que la máxima preocupación sea un idioma. Pero si el último hombre sobre la Tierra esta vez no es un Charlton Heston ni un Will Smith sino un comisario lingüístico, la cosa cambia: en ese caso dejará de comer y de beber y se despreocupará de la radiación o de los Snoopys comegallegos, seguramente, con tal de no descuidar su máxima obsesión en esta vida.

Distinguen entre niños fieles e infieles al gallego

De la ciencia-ficción de ínfimo presupuesto, el decálogo pasa directamente a la distopía totalitaria en su punto siete, en el que anima a hablar en gallego a los más pequeños -y lo dice sin rodeos- para "ahorrarles un mal trago a nuestros hijos y a nuestras hijas." Quienes nos hemos atrevido alguna vez a llevarles la contraria públicamente a los nacionalistas gallegos ya sabemos qué entienden estos tipos por "malos tragos". En el manifiesto intentan dulcificarlo un poco: "Si crecen con el gallego en el futuro podrán decidir si siguen o no fieles a nuestra lengua"; donde dice "no fieles" lean sucios españolistas traidores a la patria gallega, claro. Y añaden: "no tendrán que preguntarse por qué no hablan en la lengua propia de la tierra a la que pertenecen", algo que, como ya hemos visto, es "extraño", como un gallego de piel verde o que en vez de la gaita le gustan las sevillanas, por ejemplo: algo imperdonable desde un punto de vista identitario, oiga. El párrafo añade esta guinda: "Por coherencia con este lugar del mundo en el que nuestros hijos van a crecer." Ergo si eres gallego y hablas en español eres un incoherente. A ver cómo se te ocurre, chavalín, nacer en Galicia y hablar en español, que es la lengua cooficial incorrecta, por lo visto. Todo un derroche de tolerancia y de amor por la diversidad dirigido a los más pequeños, ya veis.

Burdas generalizaciones para ridiculizar a los niños hispanohablantes

Una buena distopía totalitaria no estaría completa sin una buena estigmatización del que discrepa, aunque su discrepancia se limite a usar un idioma que no les gusta a los autores de ese programa. La estigmatización se centra, en este caso, en hacer burdas generalizaciones sobre los niños: "El castellano está ahí, en todas las partes. Todos los niños que hablan gallego saben también castellano; el caso inverso no siempre se da. Todos los niños gallegohablantes son bilingües. Los que sólo hablan castellano, no." ¿Datos estadísticos que respalden estas falacias? Los daré yo, pero no precisamente para respaldarlas, sino para contestarlas: según la última encuesta sobre uso inicial del gallego elaborada por el Instituto Gallego de Estadística en 2013, un 13,2% de los niños gallegos de entre 5 y 14 años afirman hablar en gallego siempre: 27.529 niños en total. ¿Pero no quedábamos en que estos niños no existían? Pero la citada encuesta no sólo demuestra la existencia de un amplio colectivo de niños que parecen desconocer en dicho programa. Además, un 25,5% de los niños entre 5 y 14 años hablan más castellano que gallego. ¡Vaya! Éstos también existen. Bah, pero seguro que son todos gallegohablantes que están siendo reconvertidos, ¿a que sí? Pues no, oiga: la mayoría de los niños gallegos entre 5 y 14 años aprendieron a hablar en español, un 45,49%, pero según otra encuesta sobre conocimiento del gallego, sólo un 8,62% de los niños de entre 5 y 14 años entienden poco o nada el gallego. Es decir, que un 36,87% de los niños de entre 5 y 14 años que aprendieron a hablar en español entienden bastante o mucho el gallego. Es decir, que lo que dice el programa es una mentira, como demuestran esas estadísticas que no cita.

¿Qué ayuntamientos y partidos apoyan esto con nuestro dinero?

Lo que más me indigna es que esas tonterías se paguen con dinero público. Y aquí vamos a lo más grave del asunto. Tal como recoge la web de "Apego", hay trece ayuntamientos gallegos sosteniendo este programa con el dinero de los contribuyentes. Son los siguientes:

  • Gobernados por el PP: La Baña, Orense, Redondela y Rois.
  • Gobernados por el PSOE: Ames, Negreira y Vigo.
  • Gobernados por el BNG: Carballo, Carnota y Pontevedra.
  • Gobernados por Podemos y sus aliados: Ferrol y Santiago de Compostela.
  • Gobernado por Terra Galega: Narón.

Tomen nota, amigos votantes.

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Comentarios:

  1. sanabria

    A los niños gallegos en el colegio español ingles y gallego y podran ir por el mundo con los idiomas español e ingles .Con el gallego solo por galicia.lo siento pero es la realidad

  2. Elentir. Es el cuento de nunca acabar. Espera a las elecciones autonómicas gallegas. A ver que pasa. ¿Esta muy bien hablar de los castellanos parlantes pero la cantidad de extranjeros residentes en Galicia que? Si quieren solicitar la nacionalidad española tienen que pasar un ‘test’ de idioma en castellano aun siendo residentes en Galicia. Yo solo tengo una palabra que describe al radicalismo gallego: ‘Xenofobia’. ¡Lo he sufrido personalmente al ser escritor en castellano e ingles (las editoriales gallegas) y lo digo publicamente! Ya no me importa.

  3. Mi última novela en ingles esta siendo un éxito y se desarrolla en Galicia y Cornualles (Inglaterra). Las editoriales gallegas, y eso que soy accionista no me dan ni la hora del día. Mis memorias están en castellano aunque les he ofrecido los derechos de autor si lo publican en castellano o gallego, me da lo mismo. No me dan ni la hora del día. ¡A la porra!

  4. Si para los niños gallegos la cosa ya es dura, para los que vienen de otras partes de España o del extranjero ya es el colmo, James. Y el caso de las editoriales gallegas, que viven de las subvenciones de la Xunta, es penoso.

  5. guip

    Sospecho que los mareados de Coruña tambien se han apuntado a esta nueva «nazionalizada»… despues de su última mejora al transporte público coruñes… traducir los nombres de las calles…

  6. pacococo

    Creo, Elentir, que por tu edad, no llegaste a conocer la transición y seguramente comenzaste a interesarte por la política con el felipismo.

    Durante la transición se hablaba de los pobres gallegos o catalanes que no podían hablar en su lengua y que había que darles un conducto para que pudieran aprenderla y se sacaron lo de las dos horas semanales de lengua vernácula, que en Andalucía, con buen criterio convirtieron en dos horas de segundo idioma, francés, normalmente o inglés, en le caso de los primer idioma francés.

    De aquellos ruegos y súplicas que parecían pedir limosna, se ha pasado a este desmadre de imposición. Eso corta a los posibles inmigrantes, pues una familia se lo pensará mucho antes de aceptar un trabajo en un sitio donde sus hijos tienen que estudiar en un idioma que no les va a servir en el futuro cuando se marchen de allí. Y eso es desigualdad ante la ley.

    Pero lo que me irrita y me ofende no son los descerebrados nazionalistas, son los pperos que piden el voto en el resto de España criticando al nacionalismo, cuando son ellos los impulsores. Y mis paisanos les votan, cosa desagradable pues te hace pensar que vives en una ciudad de tontos.

  7. Guip

    En efecto, de los nacis no se puede esperar otra cosa y no dejan de ser una minoria, ruidosa y molesta pero minoria.

    A algunos que hemos vivido el proceso desde el principio, primero una asignatura más en EGB, luego algun profesor que daba latín en gallego en bachillerato con un libro infumable, y ahora el desmadre que veo en mis sobrinos, nos consuela desde la tristeza, el hecho de que han convertido el gallego en una asignatura odiada por muchos niños, lo que con suerte los vacunara contra el nacionalismo, aunque haya sido a costa del idioma.

    De todas formas el autentico creo que no son los nacionalistas, el problema son los que les rien las gracias, les dejan hacer y en muchas ocasiones hasta les apoyan, pensando que así ganan votos y simpatias, hasta que al final muchos acaban votando al original nacionalista en lugar de la copia…

    Parafraseando al maestro..»La indiferencia lleva a la simpatia, la simpatia lleva a la aceptación, la aceptación lleva a la imposición y la imposición lleva a…. que les pregunten a los judios, que tienen una larga y dura experiencia con gente de esta calaña»

  8. pacococo. Una verdad como un templo. La tragedia es que va encontra de la economía gallega. Los chavales listos se marchan a buscar trabajo, aunque sea a otra parte de España en donde no hay imposición de un idioma regional.

  9. Por cierto. Ayer la Cospedal habló en la 13 sobre el fracaso escolar. Antes de convertir esto en una discusión política, un baremo de un país prospero (¡Educación!) son en la cantidad de ‘patentes’ internacionales que presentan. ¿Alguien tiene información o una pagina web con los datos en el caso de España durante los años de la democracia?

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