Contra la difamación: algunos datos sobre la actitud de los polacos ante el Holocausto

Anteayer un rabino judío organizó en Nueva York, ante el Consulado polaco, una protesta cuya convocatoria afirmaba, sin más, que "casi 3 millones de judíos fueron asesinados en Polonia".

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Sorprendentemente, el panfleto de dicha convocatoria no mencionaba qué nación creó esos campos: Alemania. Durante la protesta, y siguiendo las consignas del panfleto que la convocaba, estudiantes judíos de Nueva York exhibieron pancartas con este texto: "3 milliones de judíos asesinados en Polonia". Nuevamente, ni una mención a la ocupación alemana del país cuando ocurrieron aquellos hechos, ni a la nacionalidad alemana de los creadores de aquellos campos de exterminio. Durante la protesta, y ante manifestantes que eran en su mayoría adolescentes de una escuela judía, el rabino convocante lanzó afirmaciones como "los polacos mataron a más judíos que los alemanes", incluso diciendo que Polonia dio "permiso para el exterminio en masa de judíos".

Críticas entre la comunidad judía a las difamaciones contra Polonia

La difamatoria protesta ha recibido incluso críticas desde la comunidad judía. Jonny Daniels, el fundador británico-israelí del grupo From the Depths, que rinde homenaje a quienes lucharon por rescatar a judíos del exterminio durante la Segunda Guerra Mundial, declaró: "no puedo estar de acuerdo con el discurso incendiario lleno de falsedades contra el gobierno polaco, que es una reminiscencia de la forma en que Israel es blanco de críticas en algunos círculos."

Incluso Obama habló, en 2012, de 'campos de muerte polacos'

Hay que decir que no es la primera vez que leo mentiras de ese calibre sobre la actitud de los polacos ante el Holocausto. La expresión "polish death camps" (campos de la muerte polacos) es muy usada entre los medios occidentales para referirse a los campos de exterminios creados por nazis alemanes. En mayo de 2012 incluso Barack Obama usó esa expresión, provocando indignación en Polonia, pues se refería a campos creados por alemanes.

Lo que pocos cuentan de la ayuda polaca a los judíos perseguidos

Por lo ya señalado, me he decidido a señalar algunos datos poco conocidos sobre la actuación de polacos ante el exterminio de sus compatriotas judíos:

1. Polonia fue el único país ocupado por los nazis donde esconder a judíos se castigaba con la ejecución inmediata de todos los habitantes de la casa. A pesar de ello, muchos católicos polacos escondieron a judíos, incluso ocultando a niños judíos entre sus propios hijos, arriesgando las vidas de sus familias. La primera de estas ejecuciones tuvo lugar pocos días después de empezar la invasión alemana, el 7 de septiembre de 1939 en Limanowa, cerca de Cracovia, cuando los nazis ejecutaron a nueve judíos junto a un cartero católico polaco, Jan Semik, que intentó protegerles. Puedes leer más casos aquí.
2. En 300 pueblos los polacos consiguieron salvar a todos sus vecinos judíos. Según el historiador estadounidense Richard C. Lukas, unos 450.000 polacos ocultaron a judíos, a pesar, insisto, de que eso podría haber significado para esos polacos la ejecución inmediata de ellos y sus familias.
3. 1,2 millones de polacos participaron en acciones para esconder o rescatar a judíos, según ha señalado el profesor Hans G. Furth en Journal of Genocide Research. Uno de los judíos a los que ayudaron fue el famoso pianista Władysław Szpilman, protagonista de la película "El Pianista" (2002), que pudo salvar su vida gracias a la ayuda, entre otros, de 30 polacos.
4. El Armia Krajowa polaco fue el único movimiento de resistencia antinazi en la Segunda Guerra Mundial que creó una sección especial para a ayudar a los judíos perseguidos. Se denominaba Żegota, desarrolló su actividad entre 1942 y 1945 y gracias a su actuación se salvó la mitad de los 50.000 judíos polacos que sobrevivieron a la contienda. Una de las fundadoras del Żegota fue la escritora católica Zofia Kossak-Szczucka, que publicó un valiente manifiesto en agosto de 1942 del que se lanzaron 5.000 copias en Varsovia (una cifra enorme, teniendo en cuenta que se trataba de una ciudad ocupada), convocando a sus compatriotas a ayudar a los judíos perseguidos por los nazis. Contra lo que señalan algunos historiadores, hubo muchos judíos en el AK, entre ellos tres miembros de su alto mando: Marceli Handelsman, Jerzy Makowiecki y Ludwik Widerszal. Durante el Alzamiento de Varsovia, y usando un tanque alemán capturado, el 5 de agosto de 1944 fuerzas del AK atacaron el campo de concentración de Gęsiówka, liberando a los 360 judíos confinados en él. Fracasó otro ataque similar del AK que tenía el fin de liberar a los prisioneros del campo de Pawiak.
5. La resistencia polaca no sólo ayudó a rescatar a judíos, sino que también les proporcionó ayuda militar. El movimiento de resistencia judío del Gueto de Varsovia recibió del Armia Krajowa 2 ametralladoras pesadas, 4 ligeras, 21 subfusiles, 50 pistolas y más de 400 granadas de mano. Durante el alzamiento del Gueto en la primavera de 1943 el Armia Krajowa apoyó a los alzados con ataques a los alemanes fuera del Gueto, con dos intentos de volar sus muros y también apoyando a la resistencia judía en los combates que hubo en el interior. En octubre, el AK también proporcionó explosivos a los Sonderkommandos que se levantaron, sin éxito, en el campo de exterminio de Auschwitz.
6. La única persona confinada voluntariamente en un campo de exterminio nazi fue el oficial polaco Witold Pilecki, del que ya os hablé aquí. No se dejó detener por masoquismo o porque tuviese ganas de que le matasen. Pertenecía a la resistencia polaca y fue a Auschwitz a informar de lo que allí pasaba. Pasó 949 días encerrado en ese infierno, ayudando a consolidar un grupo de resistencia polaco, la Związek Organizacji Wojskowych (ZOW) en Auschwitz, que también se extendió a Birkenau. Cuando por fin escapó redactó un informe, el Raport Witolda, detallando lo que pasaba en el campo: los británicos lo consideraron "exagerado", y no hicieron caso a las peticiones del Gobierno polaco en el exilio de lanzar un ataque aéreo sobre Auschwitz para facilitar una fuga de prisioneros.
7. A día de hoy, de los 26,513 gentiles reconocidos por Israel como Justos entre las Naciones, el mayor grupo es el de los polacos: son 6.706, reconocidos por ayudar, esconder y rescatar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos hay más de 700 que fueron asesinados por ayudar a judíos.

Para terminar, me gustaría recordar que 2,7 millones de católicos polacos fueron asesinados por los nazis, pero apenas se habla de ellos, y eso a pesar de haber entre ellos personas canonizadas por la Iglesia, como Maximiliano Kolbe y Edith Stein. Según el historiador inglés Norman Davies, los nazis perpetraron 714 masacres en Polonia en menos de dos meses (entre el 1 de septiembre de 1939 -el día que comenzó la invasión alemana del país- y el 25 de octubre de ese año), en las que fueron asesinadas 6.376 personas, principalmente católicos. Muchos de los católicos polacos asesinados por los nazis fueron sacerdotes y religiosos, que sufrieron un exterminio similar al padecido por los clérigos en otros lugares a manos de los comunistas. A modo de ejemplo, el 49% de los sacerdotes católicos de Wrocław y el 48% de los de Chełmno fueron asesinados por los nazis. En total, 1.811 sacerdotes católicos polacos murieron en campos de exterminio nazis. La Iglesia Católica polaca ha reconocido ya a 108 mártires asesinados por los nazis, entre ellos tres obispos y 79 sacerdotes. En algunos casos, los sacerdotes fueron asesinados por ocultar a judíos, como ocurrió en Lwów el 21 de febrero de 1942, cuando los alemanes asesinaron a dos clérigos católicos por ocultar en su monasterio a dos familias judías.