Un cargo del BNG critica a un equipo español por utilizar el español y la bandera de España

Ayer, después del partido Celta-Málaga, paracaidistas del Ejército del Aire descendieron sobre el estadio de Balaídos ondeando las banderas del Celta, de la UEFA, de Galicia y de España.

Según el BNG, si eres gallego y hablas en español estás insultando a Galicia
El salto de la PAPEA sobre Balaídos: lo que muchos no vieron desde el estadio vigués

Estos paracaidistas militares, que representan a España en diversos festivales aéreos y eventos internacionales, fueron invitados por el propio equipo vigués. Hasta aquí nada extraño. Vigo es una ciudad española. El Celta es un equipo español. Es normal que se ondee una bandera española. Pero para algunos lo normal debe ser prohibido en aras de una ideología que no pierde la ocasión de demostrar su intolerancia, su afán de exclusión y su fanatismo.

Dice que la bandera española es 'conflictiva' y no es de 'consenso'

Muestra de ello son los siguientes tuiteos publicados por Adrián R. Bravo, miembro de la ejecutiva local del BNG de Vigo, candidato del BNG por Vigo en las últimas Elecciones Locales -en las que dicho partido perdió toda la representación que tenía en el ayuntamiento- y secretario general de las juventudes de la UPG, el núcleo maoísta del Bloque. El primero es de las 22:54 horas:

La monda: este muchacho dice que la bandera española, que figura en una Constitución que fue votada por los españoles, no es un símbolo de "consenso". ¿Será una broma? Tal vez su idea del "consenso" sea prohibir toda bandera que no sea de su agrado, empezando por la que nos representa a todos los españoles. Pero lo más divertido es que pide una "explicación" a un equipo español por exhibir una bandera española en España. Surrealista, oiga. En el BNG confunden sus deseos con la realidad hasta tal extremo que incluso pretenden obligarnos a los demás gallegos -a la amplia mayoría- a ignorar en qué país vivimos. Pero la cosa no se acaba ahí.

El BNG sin careta: ni bandera española, ni bilingüismo ni militares

Ya pasada la medianoche, el dirigente del BNG seguía con su pataleta tuitera:

Resulta que, además, este joven considera que está mal que haya militares en un estadio, y que el Celta sea un equipo bilingüe, como lo son sus socios. El desprecio por el bilingüismo no es ninguna novedad en las filas de la formación nacionalista a la que pertenece el señor Bravo. Si del Bloque dependiese, ahora mismo hablar en español estaría prohibido en Galicia, no me cabe la menor duda. Me limitaré a recordar, a modo de ejemplo, que hace ahora un año el portavoz del BNG, Xavier Vence, cargó contra Feijóo por hablar en español, algo que tachó de "insulto" a Galicia. La intolerancia del Bloque en materia lingüística es tan ridícula que hasta resultaría cómica si estuviésemos viendo una película de ciencia-ficción, pero no: esta gente, en serio, no tolera que haya gallegos que hablemos en español, que es lengua cooficial en Galicia, y eso que somos la mitad de los gallegos, aproximadamente. Con estas tonterías, dichas en una de las ciudades con más hispanohablantes de Galicia, no es de extrañar que el BNG se quedase sin concejales en Vigo...

Lo que Galicia debe a nuestros militares

Quiero dedicar un comentario especial a los militares, a los que el dirigente del BNG tiene manía:

Obvia decir que en el BNG no odian a los militares españoles por ser militares, sino por ser españoles. Nunca les he visto criticar a los militares cubanos o venezolanos, al contrario: son entusiastas de esos regímenes despóticos. Hay que decir que en Galicia los militares no sólo velan por nuestra seguridad, ya sea en tierra, con la BRILAT, o en el mar, con la Armada, y también en el aire, con el EVA-10 de Barbanza. Además, cada verano vigilan nuestros montes y combaten en ellos los incendios para que no destruyan nuestros bosques. Estamos hablando de una importante infraestructura formada por patrullas militares de vigilancia, así como medios terrestres, hidroaviones y helicópteros desplazados a Galicia para apagar incendios. Es una labor dura pero que nos beneficia a todos los gallegos, incluso a los necios que luego critican a esos mismos militares, haciendo gala de una ingratitud que provoca vergüenza ajena.

Militares también eran muchos de los que ayudaron a limpiar de chapapote las playas gallegas tras el accidente del Prestige. No lo digo de oídas, sino como testigo directo de ello, y pondré un ejemplo significativo: yo estuve limpiando Chapapote en Carnota el 24 de diciembre de 2002; éramos ya pocos civiles, y el grueso del trabajo lo hacían militares de una unidad del Ejército procedente de Córdoba. Aún recuerdo sus caras de cansancio, ya yendo a cenar, cuando conducía detrás del camión que les transportaba: estaban lejos de sus casas en plena Navidad, limpiando nuestras playas para que luego unos fanáticos, además, les tratasen con desprecio. Como gallego, sinceramente, la actitud de los nacionalistas me avergüenza y me indigna. ¿Y qué hacía entonces el BNG? Pues montar manifestaciones, con su plataforma-tapadera "Nunca Máis". Que hubiese chapapote en las playas sólo les importaba para intentar sacar tajada política, con la misma desvergüenza con la que ahora pretenden censurar la exhibición de banderas españolas e incluso el uso del idioma español en Galicia. Ese fanatismo, esa intolerancia lingüística y ese afán de exclusión del nacionalismo no nos representan a la amplia mayoría de los gallegos. Basta con ver los batacazos electorales que viene cosechando el nacionalismo desde hace años, obligado ahora a disfrazarse de "Mareas" para evitar el rechazo que provocan sus patrañas.