El presidente socialista de Extremadura culpa a "los hombres" de los asesinatos de mujeres

"Las mujeres no mueren, a las mujeres las matan, a las mujeres las matamos los hombres por haber nacido mujeres." Esto es lo que ha publicado hoy en su Twitter Guillermo Fernández Vara, del PSOE.

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Avalancha de críticas contra una campaña del Gobierno español que demoniza a los hombres

El presidente de Extremadura ha publicado ese polémico mensaje este mediodía con un vídeo:

Lluvia de críticas a Fernández Vara en Twitter

Es sorprendente que un político afirme matar a mujeres en primera persona, en un burdo intento de culpar a todos los hombres de los asesinatos de mujeres. Fernández Vara ha recibido cientos de respuestas críticas, muchas de ellas de hombres que le reprochan su generalización y le recuerdan que ellos no han matado a ninguna mujer.

Usando un cargo público para lanzar mensajes de odio contra los hombres

Este mensaje de Fernández Vara es un insulto a todos los hombres por el hecho de serlo. Si él afirma haber matado a mujeres -pues insisto, lo dice en primera persona-, que se entregue a la Policía y confiese cualquier crimen que haya cometido, pero que no se dedique a calumniar a todo el sexo masculino. Somos muchísimos los hombres que no hemos matado a nadie ni hemos agredido a nadie, ni por ser mujer ni por cualquier otro motivo. Si Fernández Vara quiere ganarse el aplauso del feminismo radical lanzando mensajes misándricos, que lo haga desde su casa y como particular, y no en el ejercicio de su cargo público. Un presidente autonómico no debe lanzar mensajes de odio contra todos los hombres, y si lo hace debe dimitir, aunque sólo sea por respeto a todos los hombres que somos pacíficos, respetamos las leyes y pagamos los impuestos con los que se financia el sueldo del presidente de Extremadura.

¿ETA también asesinó a más de 60 mujeres por ser mujeres?

De hecho, mensajes como el de Fernández Vara hacen algo mucho peor que criminalizar a todos los hombres. Con esos comentarios hembristas, lo que hace el presidente de Extremadura es un flaco favor a las víctimas, al trivializar los crímenes que han sufrido prejuzgándolos sobre una base ideológica pasada en la mentira, sin preocuparse en buscar la verdad sobre los hechos de cada crimen. Recordemos, por ejemplo, que más de 60 mujeres han sido asesinadas por ETA, y esa banda terrorista no las mató por ser mujeres, sino como parte de una campaña para imponer el terror a todos los españoles, cualquiera que fuese su sexo. Entre los millones de víctimas del nazismo hubo también muchas mujeres, que fueron asesinadas por ser judías, por ser católicas polacas como Czesława Kwoka o disidentes políticas como Sophie Scholl, entre otras circunstancias. Lo mismo podemos decir sobre los millones de víctimas del comunismo.

Así no se acaba con el crimen: así sólo se abunda en una mentira

Presentar todos los asesinatos de mujeres como un intento de los hombres de oprimir o incluso de exterminar a las mujeres es una mentira alimentada por el odio, y también es una forma de tergiversar los diversos móviles de los asesinos -desde psicopatías hasta simple maldad, pasando por móviles económicos y de cualquier otra índole-, con lo cual, además, se concede impunidad a los posibles inspiradores de muchos de esos crímenes. Así no se contribuye a hacer que desaparezca el crimen. Con esas perversas generalizaciones sólo se busca utilizar los asesinatos como una excusa para reforzar la falsa idea de que los hombres son opresores y las mujeres oprimidas, la tesis marxista en la que se basa la ideología de género. Y por supuesto, así tampoco se hace Justicia, porque ésta debe estar basada en la verdad, y no en prejuicios ideológicos fundamentados en una mentira.

¿Qué pasaría si se generalizase así con separatistas o musulmanes?

Por otra parte, imaginemos lo que habría pasado si un político, en vez de culpar a todos los hombres, hubiese culpado a los extranjeros, a las personas de otras razas o a los partidarios de una determinada ideología. Imaginemos por un momento el escándalo que se montaría, por ejemplo, si sobre la base de los cientos de víctimas del terrorismo separatista, un político presentase a todos los separatistas como unos asesinos. O si se sumasen todas las víctimas del terrorismo islamista y un político, sobre esa base, llamase asesinos a todos los musulmanes. ¿Por qué tenemos que aguantar todos los hombres que nos criminalicen de esta forma? ¡Ya basta!

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(Foto: Efe)