Una actriz feminista, sobre las que discrepan de ella: "les daría hasta en el carné de identidad"

Tras los ataques a Luz Casal por no secundar la huelga feminista y anticapitalista convocada por la ultraizquierda para el 8 de marzo, hoy El Español publica una nueva muestra de intolerancia.

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María Barranco puede decidir lo que tiene que hacer, ¿y las demás no?

La actriz María Barranco, que presenta estos días "La Comedia de las Mentiras" en Madrid, ha concedido una entrevista al digital que dirige Pedro J. Ramírez. En ella, Barranco empieza mostrando su intolerancia contra las mujeres que rechazan sumarse a esa huelga de la ultraizquierda: "Que ahora se cuestione que el 8 de marzo las mujeres vayamos a la huelga… es como: ¿quién tiene esa capacidad moral de decirme a mí, que soy mujer, lo que tengo que hacer? No tiene nada que ver con la ideología ni con nada de nada". En primer lugar, efectivamente, esa actriz tiene todo el derecho a decidir lo que quiere hacer, y las demás mujeres también derecho a no sumarse a la huelga si no les da la gana de hacerlo. ¿O es que feministas como Barranco pretenden tratar a las demás mujeres como si fuesen niñas incapaces de decidir por sí solas?

¿Una huelga anticapitalista, laicista y abortista no es ideológica?

Por otra parte, la web de la huelga tiene un dominio registrado por un dirigente de Izquierda Unida. En esa web se puede leer un PDF en la que explican que sus convocantes se proponen "subvertir el orden del mundo y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal" y "quebrantar los privilegios de una sociedad patriarcal y capitalista, racista y heteronormativa". En ese PDF también califican el aborto como "un derecho a las mujeres a decidir sobre su cuerpo y su maternidad", una aberrante definición para disfrazar la eliminación cruel y violenta del hijo por nacer. También piden una "educación laica", término con el que la izquierda rechazar "el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones" (Artículo 27 de la Constitución). Se trata de un manifiesto propio de la ultraizquierda liberticida. ¿Y dice María Barranco que esto no tiene nada que ver con la ideología? ¿Es que ahora es obligatorio ser anticapitalista, abortista y laicista? Esto es España, no Cuba, señora Barranco.

Pisoteando los derechos de las demás mujeres

Este principio democrático tan elemental de respetar que las demás mujeres tomen libremente sus decisiones parece no entrar en las coordenadas ideológicas de la citada actriz. Y es que en la entrevista, un poco más abajo, María Barranco arremete con dureza contra las mujeres que no simpatizan con el feminismo: "No concibo que una mujer no sea feminista. Es algo que no concibo. Algunas dicen "yo no soy feminista, soy femenina"… mira, a las mujeres que no son feministas les daría hasta en el carné de identidad. Yo me siento en ebullición, porque pienso: ¡esto ya tendría que haber salido! ¡Esto tendría que estar arreglao’, no tendríamos que estar hablando ni de esto!" Con estas lamentables declaraciones, María Barranco demuestra ser una intolerante radical, pues no sólo es incapaz de admitir que haya mujeres que opinan de otra forma, sino que además se muestra dispuesta a agredirlas por ello. Una forma clarísima de pisotear los derechos de las demás mujeres.

Pretenden que ser mujer te obligue a aceptar un pensamiento único

Lo que demuestran las declaraciones de esta actriz, una vez más, es que la izquierda ha tergiversado el feminismo para convertirlo en una herramienta de imposición de ideas que nada tienen que ver ni con la igualdad ante la ley ni la igualdad de oportunidades para las mujeres, que era lo que defendían las pioneras del feminismo (unas pioneras que, además, rechazaban el aborto). La ultraizquierda ha cogido el término "feminismo" para disfrazar unos planteamientos ideológicos que provocan rechazo entre muchas mujeres, empezando por el hecho de demonizar a todos los hombres presentándonos como "opresores". Ese odio al varón procede, entre otras fuentes, de la marxista y feminista radical Shulamith Firestone, que propuso en 1970 trasladar la tesis comunista de la lucha de clases a los sexos. Afirmar que una mujer, por el mero hecho de serlo, tiene la obligación de suscribir esas ideas es como pretender que las mujeres deben tener un pensamiento único. Amenazar con agredir a las que discrepan sólo sirve para demostrar que ese feminismo izquierdista no defiende los derechos de la mujer, sino la imposición a las mujeres y a toda la sociedad de una ideología que odia la libertad.

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(Foto: mariabarranco.es)