¿Nuestras libertades valen menos que los dos botes de crema hurtados por Cifuentes?

Cristina Cifuentes ha dimitido hoy de su cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, tras el vídeo publicado por Ok Diario sobre el hurto, a manos de ella, de dos botes de crema antiedad.

También es corrupción que un político abuse del poder que le han dado, señora Cifuentes
El PP se une a Podemos y PSOE en un grave ataque a la libertad de educación en Madrid

Se monta más follón por un hurto de dos botes de crema que por sus ataques a nuestras libertades

Reconozco que lo ocurrido hoy me provoca sentimientos encontrados. Desde este blog he venido denunciando los atropellos cometidos por Cifuentes durante su mandato, unos hechos que me parecen mucho más graves que la falsificación de un máster universitario o que el hurto de dos botes de crema antiedad. En esos atropellos Cifuentes ha contado, a menudo, con el apoyo de los demás partidos (PSOE, Ciudadanos y Podemos), los mismos que ahora ponen el grito en el cielo por dos botes de crema hurtados en 2011. Ciertamente, es grave que un partido político que conocía esos hechos aceptase llevar en sus filas a la autora del hurto como candidata para presidir la Comunidad de Madrid. En este sentido, el vídeo no sólo deja mal a Cifuentes, sino a los que insistieron en colocarla en sus listas. Pero lejos de sentir alegría por la dimisión de una persona que ha demostrado ser una prepotente a la hora de gobernar, me siento sinceramente compungido al comprobar que los grandes partidos, la mayoría de los medios y muchos compatriotas consideran más grave un caso de cleptomanía que la violación de nuestras libertades.

Algunos ejemplos de los atropellos más graves de Cifuentes

Y cuando me refiero a esa violación no estoy hablando en abstracto. Repasemos algunos casos:

• En julio de 2016 el PP, Podemos, el PSOE y Ciudadanos votaron juntos una ley que imponía la ideología de género en los colegios y liquidaba la libertad de educación en Madrid, una ley aún vigente y que contiene aspectos tan totalitarios como la inversión de la carga de prueba, es decir, que el acusado es quien tiene que probar su inocencia, lo que implica una violación del derecho a la presunción de inocencia, que permite acusar y condenar a alguien sin pruebas. Dicha ley también amenazaba gravemente la libertad de expresión, al criminalizar cualquier discrepancia de los dogmas de la ideología de género. Lo dije aquí en julio de 2016, y lejos de resultar exagerado, los hechos confirmaron que era así.
• Ese mismo mes, el Tribunal Supremo dictaba sentencia a favor de la asociación HazteOir.org, a la que Cifuentes denunció en mayo de 2015 hasta conseguir que la Junta Electoral prohibiese una campaña que recordaba el apoyo de la candidata del PP al aborto. El Supremo consideró que la Junta Electoral, actuando a instancias de Cifuentes, había vulnerado el derecho a la libertad de expresión de la citada asociación. Hay que recordar que esa censura se hizo con métodos dictatoriales, con la Delegación del Gobierno llamando a los propietarios de un bus y de las vallas publicitarias usados en la campaña para amenazarles.
• En diciembre de ese mismo año, Cifuentes multaba a un director de colegio por el simple hecho de criticar la citada ley de imposición de la ideología de género, y eso a pesar de que la Fiscalía y la Inspección educativa, instadas por la presidenta madrileña a investigar a ese director, no encontraron motivo alguno para imponerle una sanción.
• En febrero de 2017, Cifuentes tachó de "ilegal" decir que los niños tienen pene y las niñas vulva, y remitió a la Fiscalía una campaña de HazteOir.org con ese lema para que estudiase si era constitutiva de delito.
• Unos días después, el PP de Cifuentes se unía a Podemos, el PSOE y Ciudadanos en la Asamblea de Madrid para pedir al Gobierno que tomase represalias contra esa campaña por el mero hecho de contradecir a la ideología de género.
• En abril de 2017, la profesora Alicia Rubio era cesada como jefa de estudios en un instituto madrileño por discrepar de la ideología de género, después de una campaña de acoso iniciada por Podemos. A pesar de las peticiones de amparo, el Gobierno de Cifuentes dejó a la profesora a los pies de los caballos.
• En diciembre de 2017, el Gobierno de Cifuentes multaba a HazteOir.org por publicar un libro criticando las leyes que imponen la ideología de género, usurpando así funciones de los jueces, que son los únicos que tienen competencias para sancionar un posible abuso del ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Se da la circunstancia, además, de que la Fiscalía y la Justicia no habían visto ningún delito de odio en dicho libro, de modo que además de usurpar sus funciones, Cifuentes se estaba dedicando a enmendar a los jueces para prohibir la expresión de opiniones que no son de su agrado.
• Hace sólo unas semanas, el Gobierno de Cifuentes aprobaba los decretos para imponer el adoctrinamiento en la ideología de género en los colegios madrileños, tanto públicos como privados. Las medidas aprobadas incluyen la formación de profesores y directivos de centros docentes a manos de activistas de grupos LGTB. Es un atentado directo contra la libertad de educación amparada por el Artículo 27 de la Constitución.

Un atraco a las libertades que hizo con el apoyo de Podemos, PSOE y Cs

Con estas actuaciones, Cifuentes demostró ser una gobernante prepotente y liberticida, empeñada en taparle la boca a quienes discrepan de sus dogmas ideológicos y entregada a la despreciable tarea de recortar nuestros derechos y libertades fundamentales. Dicho sea de paso, en esa tarea contó con el apoyo del PP y de los demás partidos: PSOE, Ciudadanos y Podemos, los mismos hipócritas que ahora ponen el grito en el cielo por el hurto de dos tarros de crema antiedad, cuando ellos han estado apoyando a Cifuentes en su atraco contra las libertades.

Cifuentes ha acabado probando su propio jarabe dentro del PP

Es cierto, desde luego, que la filtración de ese vídeo demuestra la clase de cosas que son capaces de hacer dentro de las filas del PP para defenestrar a un rival, pero ese hecho no hará que sienta pena por la dimitida. Basta con recordar que en septiembre de 2016 Cifuentes había pedido a Rita Barberá que abandonase su escaño por haber sido investigada por corrupción, aunque finalmente no fuese condenada. Unos meses más tarde, Cifuentes utilizó un vídeo manipulado por la izquierda para arremeter contra un miembro de su propio partido, David Pérez, alcalde de Alcorcón, conocido por sus pensamiento liberal y provida, unos posicionamientos ideológicos con los que la hasta ahora presidenta de la Comunidad de Madrid no estaba de acuerdo. Resulta indignante pensar que la misma Cifuentes que daba lecciones de ética a sus compañeros había falsificado un máster y había cometido un hurto en un supermercado.

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(Foto: Twitter @ccifuentes)