Lo que opina un senegalés de los manteros violentos: ¿también le tacharán de racista?

La semana pasada se produjo un grave incidente en Barcelona, cuando manteros senegaleses agredieron a una mujer y además, dieron una brutal paliza a un turista que acudió a defenderla.

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El responsable de Turismo de Colau manda "a la mierda" a los que critican la creciente inseguridad en Barcelona

Estas agresiones han avivado las críticas al ayuntamiento de Barcelona por su tolerancia hacia ese colectivo de vendedores ambulantes ilegales, que no pagan impuestos por sus ventas, ni tienen permiso municipal para instalarse en la vía pública, y que a menudo venden, además, artículos falsificados. Desde que la ultraizquierdista Ada Colau llegó a la alcaldía, el número de manteros se ha multiplicado por cinco, pasando de ser 400 en 2015 a ser 2.000 en la actualidad. Un ejemplo de esta permisividad fue el mensaje lanzado anteayer por el responsable de Turismo de Colau, mandando "a la mierda" a los ciudadanos que se quejaron del aumento de la inseguridad tras esta nueva agresión, que ha sido minimizada por el gobierno municipal.

El resultado de un peligroso cóctel de impunidad y victimismo

A la manga ancha del gobierno municipal se le une, además, la insistencia de la izquierda por tachar de "racista" a todo el que se queja de estos vendedores ilegales, por el mero hecho de que la mayoría de ellos son inmigrantes subsaharianos. El argumento ideológico usado para blindar a ese colectivo de cualquier crítica es, paradójicamente, racista, pues da por hecho que si eres un negro africano entonces tienes barra libre para saltarte las leyes.

Este peligroso cóctel de impunidad y victimismo está provocando que la violencia vaya en aumento entre ese colectivo. El pasado verano ya protagonizaron incidentes violentos contra la Guardia Urbana en el Metro de Barcelona. En marzo de este año tres agentes resultados heridos en otro altercado, en esa ocasión en la estación de Renfe de la Plaza de Cataluña. Hace unas semanas se produjeron nuevos altercados en el Metro, después de que un mantero se colase sin pagar y se enfrentase al vigilante de seguridad que se lo recriminó. Por supuesto, estos hechos no sólo causan indignación entre los españoles: también entre los extranjeros que están legalmente en España, que pagan sus impuestos y que hacen su vida diaria respetando las normas de convivencia que nos obligan a todos, sin distinción de raza.

Un senegalés dice que esos manteros deberían ser expulsados de España

Un ejemplo de ello es el ciudadano senegalés Cheikh Dieng, del que os hablé aquí el año pasado. Cheikh vivió en España y actualmente reside en París. Es un hombre que siente un gran cariño por España. Hace unos meses criticó con dureza el golpe secesionista en Cataluña y poco después algunos separatistas le dedicaron insultos racistas. Desde hace unas semanas, Cheikh edita una web en español, El Correo de la Tarde, en la que aborda diversas cuestiones de actualidad. Además, mantiene un canal de Youtube en el que publica vídeos sobre temas variados en español y en francés. El pasado viernes, Cheikh publicó un vídeo muy duro sobre los violentos manteros de Barcelona, pidiendo su expulsión del país:

En el vídeo, este senegalés se manifiesta "indignado" por la agresión de la semana pasada y dice que no se siente representado por esos manteros senegaleses, a los que llama "bandidos". Además, Cheikh señala que esos manteros que llegan a España de forma "ilegal", y advierte que el 90% de los manteros que hay en España no tienen ningún permiso para llevar a cabo su actividad. Sobre los manteros que cometieron la agresión de la semana pasada en Barcelona, Cheikh es muy claro: "no merecen pasar ni una noche más en España: les ponen un avión, y para casa, para África". Este senegalés termina su vídeo con un "viva España". Somos muchísimos los españoles que no le vemos ni el más mínimo inconveniente a convivir con personas decentes como Cheikh Dieng, porque el color de su piel nos importa un rábano (yo soy cristiano y creo que todos somos hijos de Dios, sea cual sea nuestra raza). Lo que lógicamente nos sienta mal es que vengan personas de fuera que no saben comportarse. Esto no es racismo: es algo tan normal como amar a tu país. Ese mismo amor que le muestra Cheikh sin ser siquiera español, algo que le agradezco de corazón.