'Un Tío Blanco Hetero' acusa a Vox de "fanatismo" por rechazar el aborto

Si opinas que defender la vida es 'fanatismo católico' tal vez el fanatismo esté en tu cabeza

Hace casi un año se lanzó un canal de Youtube titulado "Un Tío Blanco Hetero", cuyo autor suele hacer vídeos muy interesantes desmontando con argumentos las tesis de la ideología de género.

Argumentos científicos en contra del aborto
Si en el matrimonio no importa el sexo de los cónyuges, ¿por qué debe importar su número?

Acusa a Vox de "fanatismo católico" por rechazar el aborto

Se trata de uno de los canales que más éxito tuvieron el pasado año, alcanzando una cifra notable suscriptores. El joven que publica ese canal esgrime argumentos que demuestran una gran preparación intelectual, y precisamente por eso me ha chocado lo que dice en este vídeo que publicó el 31 de diciembre, en el que hace una crítica a Vox en relación al aborto y la homosexualidad (he insertado el vídeo para que empiece a reproducirse en la parte en cuestión):

Un Tío Blanco Hetero acusa a Vox de "fanatismo católico" por tener "discursos antiaborto, tocar derechos de homosexuales que son para mí debates que en principio ya deberían estar superados, discursos antiprostitución..." Finalmente, acaba tachando todo eso de "viejo puritanismo" y de "conservadurismo cristiano". A decir verdad, me esperaba argumentos así de cualquier otro, pero no de un canal que -como he dicho- suele ofrecer razonamientos más elaborados. La paradoja es que muchos izquierdistas podrían utilizar las mismas descalificaciones para rebatir los argumentos que habitualmente defiende Un Tío Blanco Hetero.

No hace falta ser católico para oponerse al aborto: hay argumentos científicos muy sólidos

Yendo a los temas en cuestión, empiezo por el más importante de todos, ya que afecta al derecho a la vida. Para oponerse al aborto hay argumentos científicos muy sólidos, pues la ciencia -y no la Iglesia- es la que ha demostrado que el inicio de la vida humana está en la concepción. Ésa es la verdad científica. Partiendo de ella, uno puede decir que esa vida le importa un pimiento, o bien puede exigir que esa vida sea respetada. Entre quienes defienden la vida desde la concepción hay muchas personas de diversas religiones y otras que no creen en ninguna religión.

Además, hay argumentos jurídicos importantes para defender esta posición. La Declaración Universal de los Derechos Humanos afirma "el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Habla de "todos los miembros", sin excepciones. Como la vida empieza en la concepción -insisto: lo demuestra la ciencia-, un hijo por nacer es ya un miembro de esa familia humana. Establecer plazos en los que está justificado matar a un ser humano es tan arbitrario como decir que un anciano de 73 años tiene derechos humanos y uno de 74 ya no los tiene. Si esta argumentación le parece "fanatismo católico" al señor Blanco Hetero, a lo mejor es que el fanatismo está en su cabeza.

A propósito de la homosexualidad y el matrimonio

En cuanto a la homosexualidad, lamento decir que no entiendo bien qué significa esa expresión de "derechos de homosexuales", de igual forma que sería capaz de entender expresiones como "derechos de heterosexuales", "derechos de pelirrojos" o "derechos de miopes". Uno no tiene derechos diferentes del resto de los ciudadanos por ser homosexual. Basta con leerse el Artículo 14 de nuestra Constitución. En cuanto a Vox, su programa "100 medidas urgentes de VOX para España" (ver PDF) no cita la homosexualidad en ningún punto (la heterosexualidad tampoco). Si el señor Blanco Hetero se refiere a la cuestión del matrimonio, hay que decir que en la mayor parte del mundo el matrimonio sigue siendo la unión de un hombre y una mujer, y así lo ha sido a lo largo de la historia, tanto en países católicos como en otros que no lo eran, incluso en países comunistas. De hecho, ninguna dictadura comunista aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo: ¿debemos deducir que sus gobernantes eran "fanáticos católicos"?

El caso es que el matrimonio es una institución universal que tiene su origen en la propia realidad sexuada del ser humano. El matrimonio no es un derecho de heterosexuales o de homosexuales: es una institución que surgió para dar protección a la unión en la que vienen al mundo las nuevas vidas. Es legítimo opinar que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, aunque el señor Blanco Hetero quiera zanjar ese debate (se supone que para establecer su opinión como la única legítima). En todo caso, quienes afirman que una pareja del mismo sexo también debe poder ser un matrimonio, tendrán que explicarme entonces por qué una pareja y no un trío, un cuarteto o un número indefinido de personas. Si creen que el matrimonio puede desligarse de su función procreadora, no se entiende por qué la limitan entonces a una unión sentimental o sexual: si la procreación es irrelevante, ¿por qué el amor o el sexo han de ser relevantes para contraerlo? El problema de ir vaciando de sentido el matrimonio es que si todo es matrimonio, al final nada lo es, que es precisamente lo que buscaban hace años ciertos ideólogos de género. Es chocante que a una persona tan versada en estas cuestiones como Un Tío Blanco Hetero le hayan colado los ideólogos de género ese gol por la escuadra.

¿Oponerse a la explotación y al tráfico de mujeres es cosa de fanáticos?

Para terminar, en lo relativo a la prostitución, me llama la atención que en el vídeo Un Hombre Blanco Hetero muestra la captura de una declaración de Vox contra la explotación y el tráfico de mujeres. Obviamente se trata de un asunto complejo por cuanto se trata de la posibilidad de que una persona ofrezca sexo a otra a cambio de una recompensa. ¿Cómo regulamos esto? Es ciertamente difícil y hay países que tienen distintas formas de abordar el tema: desde prohibir la prostitución a legalizarla, pasando por prohibir el proxenetismo o sancionar a los clientes. Lo que no debemos olvidar de este debate es que a menudo estamos hablando de casos en los que mujeres se ven empujadas a una situación de pura esclavitud: hoy en día existe toda una industria de la "trata de blancas" que a menudo consiste en llevar a mujeres de países pobres a países ricos, bajo engaño, para luego obligarlas a prostituirse. De eso hablaba esa declaración de Vox.

Es cierto que hay mujeres que se prostituyen porque quieren, pero muchas lo hacen obligadas y otras muchas también por necesidad. Nuestra sociedad fracasa estrepitosamente en la protección de la dignidad de la mujer si se cruza de brazos ante esas situaciones y considera aceptable que haya mujeres que tengan que vender su cuerpo para comer o para dar de comer a sus hijos. Como liberal creo que la libertad no consiste en permanecer indiferente ante cualquier desgracia humana. La dignidad humana tiene que ser defendida por la sociedad. Creo que lo deseable en una sociedad civilizada es que ninguna mujer tenga que verse en una situación así, y que las leyes no deben facilitar ese tipo de situaciones: ¿eso me convierte en un fanático o un puritano? ¿Y qué adjetivos ponemos a los que ante ese drama que viven decenas de miles de mujeres en España, no contemplan nada mejor que descalificar a los que preferiríamos que esa lacra se acabase?

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Comentarios:

  1. Luis Orlando

    Pensar que los que están en contra del aborto lo hacen por fundamentalismo católico es tan estupido como decir que los que están de acuerdo con el relato del Big-Bang son fanáticos creacionistas.

  2. Sharovarov

    Pues yo lo vi ayer, y a mí lo que me choca es que a Elentir le choque.

  3. Francisco

    El relativismo moral abandona la posibilidad del diálogo para alcanzar una verdad común sobre la que construir la convivencia humana, el desarrollo como personas y como sociedad, e introduce una dictadura, la del propio yo y sus apetencias.

    El poder, la economía, el placer, rigen la sociedad. Esto siempre se produce en perjuicio de los más débiles, de los que tienen menos recursos. Al final, es la imposición de unos sobre otros. En un contexto relativista no impera la tolerancia, sino que se impone el más fuerte… se destruye esa red de contención que son los derechos humanos universales, las verdades comunes.

  4. Luna

    No hace falta ir muy lejos ni tener una muy especial preparación cultural o para el debate. El aborto atenta contra la humanidad puesto que termina con seres humanos. Por lógica directa, la lucha contra este exterminio corresponde a los derechos humanos y será antes patrimonio de la humanidad que de la Iglesia Católica o cualquier otra confesión. ¿Que el patrimonio de la humanidad sea defendido, compartido y hasta gozado por la iglesia Católica? Genial, porque se compone de humanos. ¿Que además sucediera lo mismo con los musulmanes, judíos y quienes queráis? Miel sobre hojuelas, porque también ellos son humanos. ¿Que se prohibiera ser partícipes de esta lucha a quienes fuera, religiosos, agnósticos o ateos? Un atentado contra la humanidad en su forma de libertad de la persona. No hay más.

    Deinde inferens: Situar la imposición del aborto como la barrera que limita los derechos supone un fanatismo exacerbado, cuando la lucha por la vida es un derecho y la fuente de muchísimos más.

    ¿Dar los debates por zanjados? Mera cobardía de aquellos que se suscriben a quienes se valen del pretexto de que estos temas «han sido superados» tras arrogarse una supuesta victoria que nadie ha decidido ni tiene derecho a hacerlo. Un simple abuso de la entelequia y una falacia per se. Pero sobre todo, de una falta de capacidades intelectuales que inhabilita para el debate. Igual no esté tan preparado como pueda parecer un friki por ponerse gafas de sol y disfraz de oso panda para salir en youtube, puede que el fontanero que me arregle el desagüe del baño tenga razones más fundadas y mejor expuestas, aunque él va a lo suyo.

  5. Vincentius

    Vivimos en la sociedad de la sentidocomúnfobia. Una sociedad cruel e inhumana que no tiene un mínimo de compasión hacia los seres humanos más indefensos y frágiles. Y que llama «derecho» a un acto tan horrible.
    Es fácil ser pro-aborto cuando no eres tú a quien van a descuartizar. Eso les digo a los que apoyan este genocidio.
    Sólo te queda el consuelo de que están con Dios, pues como dijo San Juan Pablo II, su bautizo es de sangre cómo los santos inocentes. Y si Dios perdona a un criminal, ¿cómo no a unos seres humanos inocentes que ni siquiera han podido pecar aunque tengan el pecado original?

  6. Lorenzo

    Yo creo, Elentir, que a este señor no le han «colado» nada. Más bien parece seguir la línea ideológica de muchos autodenominados liberales.

  7. Javier

    La gran pregunta que deberían hacerse los liberales es el porqué una acción reprobable, como matar a un inocente, es un comportamiento humano objetivamente malo. Enseguida acudirán a la declaración universal de derechos humanos de 1948, a que todos somos libres mientras respetemos la libertad de los demás, etc. Es decir, siempre se fundamentarán en el «consenso», lo que dicten las mayorías, pero nunca en una ley moral natural intrínseca a la naturaleza del ser humano y que tiene su raíz última en la ley eterna de Dios. Si quitamos a Dios, todo está permitido, incluso los más abominables crímenes. Para un liberal la defensa a ultranza de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, de la institución del matrimonio entre hombre y mujer, etc. es fanatismo porque para él no existen principios irreformables, y todo lo que resulte en privación de su libertad es percibido como una amenaza.

  8. Te equivocas al generalizar así sobre los liberales, Javier. Para muchos liberales matar está mal porque así lo dice la ley natural que es anterior a todas las leyes positivas. De hecho, matar también estaba mal antes de la DUDH y antes de que nadie hiciese ninguna ley prohibiéndolo. La mejor forma de defender el discurso liberal es, precisamente, desde la defensa del Derecho natural, algo que conecta el liberalismo con el Cristianismo, por cierto, y también con otros pensadores que no fueron cristianos. Personalmente tengo una especial simpatía por un iusnaturalista romano y estoico: Marco Tulio Cicerón.

    Indudablemente, la gran ventaja del Cristianismo es que tiene muy clara la defensa de ese Derecho natural. Y te diré más: como pensamos muchos liberales, no puede haber una verdadera democracia si se vacía a toda una sociedad y a sus leyes de la moral. El propio Friedrich Hayek señaló «los elementos humanitarios de nuestra moral social: el respeto por la vida humana, por el débil y por el individuo en general», y se lamentó del abandono de «una de las características de la civilización occidental tal como se ha desarrollado a partir de sus fundamentos establecidos por el cristianismo y por Grecia y Roma», en referencia al individualismo entendido como «el respeto por el hombre individual qua hombre».

    Por eso precisamente el relativismo moral nos está conduciendo a una sociedad cada vez menos libre. Ya me referí a ello hace muchos años en este artículo:
    https://www.outono.net/elentir/2008/10/02/liberalismo-vs-relativismo/

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