Descarada campaña de difamación contra un partido democrático y pacífico

El País lanza contra Vox un adjetivo que sólo aplicó al separatismo para hablar de asesinos

Una de las formas más habituales de manipular a la gente desde los medios de comunicación consiste en manipular las palabras, a fin de alterar la realidad para acomodarla a su línea editorial.

La colosal infamia de El País sobre Abascal y el acoso criminal al que le sometió ETA
El País hace contra un candidato de Vox lo que no le hace a un tipo condenado por terrorismo

Para El País hay "ultracatólicos" pero no "ultramusulmanes"

Un ejemplo de ello lo tuvimos ayer, por enésima vez, en el diario El País. Miguel González, cuyas manipulaciones vengo denunciando desde hace tiempo, firma una noticia en la que llama "ultracatólicos polacos" al partido gobernante en Polonia y "ultranacionalistas españoles" a Vox. Ya he hablado otras veces de estas palabrejas. "Ultracatólicos" es la palabreja que usa la prensa progre para desprestigiar a todos los católicos que no nos sometemos a los dogmas ideológicos progres, empezando por la aceptación del aborto. De los católicos de Polonia se puede decir, en términos objetivos, que son devotos y conservadores, pero para El País eso no es suficiente: el periódico socialista quieren que parezcan unos nazis, aunque precisamente fuese la población católica de Polonia la que formó la mayor organización de resistencia contra la Alemania nazi.

Os animo a hacer ahora una prueba: buscad en Google "ultraislámicos" o "ultramusulmanes" en el dominio de El País. Os encontraréis sólo unas pocas referencias y todas de lectores. El diario progre no ha usado ni una sola vez esas palabras en sus noticias, ni siquiera para referirse a terroristas. Por el contrario, El País ha usado el adjetivo "ultracatólicos" más de 2.000 veces. La manipulación es tan burda y descarada que provocaría risa si no estuviese logrando su objetivo: que muchos lectores de ese periódico vean peor a un católico que va a misa diaria sin hacer daño a nadie, que a un radical islámico que considera legítimo pegar a su esposa o ejecutar a los apóstatas.

El País no habla de "ultranacionalistas" vascos o catalanes desde 1979

La manipulación contra Vox es aún más cantosa. Vox es un partido patriótico, que defiende España, la Constitución y las libertades por medios pacíficos: ¿eso es ultranacionalismo? Una palabra así podrá ser adecuada para los salvajes chetniks serbios o a los ustachas croatas, o sin salir de nuestras fronteras, para los fanáticos del BNG, de ERC, de Bildu o de las CUP. Y es que en España tenemos grupos separatistas violentos pero El País no les llama "ultranacionalistas" desde hace más de 40 años. Basta con hacer una sencilla búsqueda en Google, por ejemplo, escribiendo "ultranacionalistas catalanes" y acotándolo al dominio de ese diario. Resulta curioso comprobar que en sus noticias, El País no ha hablado de "ultranacionalistas catalanes" desde 1978, cuando lo hizo para referirse a tres asesinatos perpetrados por los terroristas del Exèrcit Popular Català: el del empresario José María Bultó (9 de mayo de 1977) y el del exalcalde de Barcelona Joaquín Viola Sauret y su esposa Montserrat Tarragona Corbella. Así mismo, la única vez que El País habló de "ultranacionalistas vascos" fue para referirse a ETA en 1979. Más curioso aún es comprobar que el diario del Grupo PRISA nunca ha hablado de "ultranacionalistas gallegos", y eso a pesar de que una parte del separatismo gallego ha empleado la violencia e incluso el terrorismo.

Trato de favor para los separatistas y difamaciones contra Vox

Después de tantos años sin usar ese adjetivo para referirse a los separatistas, El País está usando cada vez más el término "ultranacionalistas" para referirse a Vox. Además de la citada noticia de ayer, lo usó el 12 de enero y los días 9, 10 y 17 de mayo, estas últimas tres veces, por cierto, en noticias firmadas por Miguel González, el mismo firmante que ayer volvía a usar esa palabra contra el partido liberal-conservador. González fue también el autor de la manipulación contra Jorge Buxadé, cabeza de lista de Vox para las elecciones europeas, de la que os hablé aquí el 10 de mayo. Fue también el autor de un infame libelo contra Abascal trivializando las amenazas a intentos de asesinato sufridos por su familia a manos de ETA, del que os hablé aquí el 16 de abril. Con estas miserables manipulaciones, el mensaje que está lanzando El País es que todo vale contra Vox, incluso lo más rastrero, si con ello consigue hacer daño a ese partido. Eso ya no es periodismo: es difamación. Luego se quejarán si Vox les veta en una rueda de prensa: se lo están ganando a pulso, porque las ruedas de prensa son para periodistas, no para difamadores.

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Comentarios:

  1. Luis Carlos

    Vox no va a perder votantes por esto, pero se va a intentar movilizar un voto cautivo contra Vox «para que no gobierne la derecha» y hacer tragar que como gozan de tanta impopularidad no se debe sospechar que las elecciones puedan haber sido amañadas para quitarle votos.

  2. Lorenzo

    Está claro que Vox se ha convertido en el enemigo principal del sistema establecido y todos, a izquierda y derecha, están haciendo lo posible para que desaparezca.

    La táctica de la izquierda es la mentira y la descalificación; la de la derecha oficial es la manipulación y la confusión, haciendo creer a la gente de forma rastrera que Vox es lo mismo, o casi, que el PP o Ciudadanos. No sé lo que es peor.

  3. Blanca

    Qué miedo le tienen a Vox. Es el único capaz de sacar los trapos sucios del PSOE.

  4. Sharovarov

    Vamos a ver, si El País y La Paísa no quiere que Vox esté ni con Salvini y Le Pen ni con los «ultracatólicos polacos», ¿con quién debería entonces sentarse? ¿Cómo? Ah, que Vox debería de ser directamente ilegalizado, ¿no? Vale, vale.

  5. Jandro

    El periódico franquista es lo que tiene, que para él Vox será siempre ultra algo. Una pena que no se haya unido al Partido de los Socialistas Europeos solo porque así podríamos ver en este panfleto por primera vez hablar de ultraizquierda.

  6. Blanca

    Y pensar en el dinero que regaló Soraya a El País…

  7. Luna

    Habida cuenta de que Sánchez se creía muy buen «nacionalista» cuando nos definió la nación como «una cosa que entre muchos sienten» (sin más, tal como suena), viendo lo muy pueril y paupérrimo de esta definición -en que cabe observar que ni siquiera se incluye- llego a la conclusión de que «ultra tal» son los que en el fondo igual llegan al concepto que en teoría se está dando como muy exacerbado, y que lo que no lleve un «ultra» delante es que se queda por el camino, que no llega a ser la cosa.

    Pero vamos, que casi me atrevo a sospechar un poco que tal vez la idea sea en principio que los periodistas de «El país»(antes llamado España) no lleguen del todo a ser ultramoderados. O algo así, qué sé yo.

  8. Acabamos de regresar de un tour por Marruecos y aprovecho el comentario sobre esa terminología de ultra para brevemente decirles que al poco tiempo de comenzar el «peregrinaje» el guía laico (ni barba, ni tarbuch, ni chilaba)nos sermoneó sobre la poligamia y su justificación y aceptación. Todos los días nos hacia en árabe introducirnos en sus saludos «salamaleikum» y todos como borregos respondían. Y así sucesivamente. NO HUBO NADIE QUE SE SUBLEVARA CONTRA ESTA ISLAMIZACIÓN ENCUBIERTA. Nosotros (mi esposa y yo) crecímos entre ellos y no sólo NO nos ofendia sino que admirábamos su poder de penetración y reconocimiento, pero los que nos acompañaban, que era la primera vez que cruzaban el estrecho NO DISENTIAN DE ESTA ACTITUD. Me gustaría ver a esos mismos en un autobús con un laico sermoneando y enalteciendo la figura del rey absolutista. ESPAÑA ES UNA PURA HIPOCRESIA.

  9. jose fernandez centeno

    Tan sencillo como no comprar EL PAIS

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