Denuncian que el Rectorado de Sevilla ordenó no actuar contra un acoso de la ultraizquierda

El pasado viernes, un grupo de alborotadores de extrema izquierda se dedicó a reventar un congreso sobre Bioderecho, Administración y Dignidad Humana celebrado en la Universidad de Sevilla.

Según testigos de lo ocurrido, los alborotadores de ultraizquierda se dedicaron a corear insultos y ofensas contra los católicos, llamando "fascistas" a los organizadores y participantes del evento -entre ellos el diputado de Vox y catedrático de esa Universidad Francisco José Contreras y el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja-, además de eructar, gritar y hacer pitidos durante 40 minutos sin que los tres guardias de seguridad de la Universidad allí presentes hiciesen nada por evitarlo. Un comportamiento propio de antidemócratas que no respetan la libertad de expresión de quienes no opinan como ellos, y lo que es peor, que se sienten amparados por las autoridades académicas en su ataque contra los derechos de los demás.

La asociación Cristianos en Democracia ha emitido un comunicado en el que denuncia que los guardias les señalaron que "no podían hacer nada porque desde el Rectorado les habían dado órdenes concretas de no evacuar a nadie de la sala". Esa asociación ha presentado dos quejas por esos hechos, una ante la Universidad de Sevilla y otra ante el Defensor del Pueblo Andaluz: "No podemos permitir que este tipo de elementos dominen el pensamiento, impidan la libertad de expresión y, mucho menos, amedrenten e insulten a voz en grito nuestras creencias religiosas, pues nos jugamos el futuro de nuestra sociedad. Tampoco podemos permitir que las autoridades miren para otro lado amparados en un falso concepto de la libertad de expresión, porque, les guste o no, su libertad acaba donde empieza la nuestra. Ya es hora de que alguien les haga frente, y esperamos para ello, contar con el apoyo de todos nuestros asociados, simpatizantes y seguidores", señalan desde la asociación.

A su vez, el catedrático Francisco José Contreras ha señaldo: "La prohibición de que la policía entre en la Universidad tenía históricamente el sentido de garantizar la libertad de cátedra. Ahora sirve para lo contrario: para que una banda de escrachadores de ultraizquierda campe por sus respetos en la Universidad y decida quién puede hablar y quién no. No se puede llamar a la policía, a la que el rector no permite el acceso. No se puede llamar a la seguridad privada, que no está autorizada a poner la mano encima a los alborotadores". Contreras ha enlazado un vídeo que muestra los insultos de los acosadores de ultraizquierda durante el citado evento:

En este vídeo del Diario de Sevilla se pueden ver los eructos y gritos lanzados por los alborotadores en su ataque contra la libertad de expresión de los organizadores de ese congreso:

Ante estos hechos, y vista la actitud del Rectorado, la pregunta lógica que cabe formularse es la siguiente: ¿se podrá interrumpir también con insultos y gritos cualquier conferencia que dé el Rector, o esa impunidad sólo está reservada a los actos que no son de su agrado?