El laberinto del fauno

Este miércoles fui al cine a uno de esos poco habituales estrenos que se hacen los miércoles. En esta ocasión se trataba de El laberinto del fauno, una película española que mezcla géneros como la fantasía, el terror y el cine político (menuda mezcla, ¿a que sí?). Ambientada en el Alto Aragón en plena postguerra, concretamente en la época del maquis, la protagonista es una niña que sigue creyendo en los cuentos de hadas y que se ve inmersa en uno.

No sé muy bien qué opinar. Lo primero, en todo caso, es que se trata de una película muy bestia. Tiene escenas muy desagradables, incluso para quienes estamos acostumbrados al cine de terror: no es, ni por asomo, una película apta para niños. Lo segundo es que se trata de una película tremendamente maniquea en sus escenas sobre el mundo real. Los malos -la policía franquista- no es que sean malísimos, sino que más bien parecen unos demonios a cuyo lado Satanás es un mero aficionado. Los buenos -el maquis y quienes lo apoyan- son a su vez gente buena, inocente y hasta con cierto grado de ingenuidad. Uno no sabe si el cuento para niños es el que encabeza el brutal capitán de policía o el fauno que guarda la puerta al laberinto. ¿Tanto costará hacer personajes más humanos, más auténticos, con sus dudas y contradicciones? En la película sobre Salvador Puig Antich sí que se veían este tipo de personajes, y también estaba ambientada en el franquismo.

Paradójicamente ese claro maniqueísmo no asoma por el lado fantástico de la película. Hasta el final no se sabe si el fauno es un ser de fiar, si miente o dice la verdad. Incluso las hadas, cuyo físico es cualquier cosa menos agradable, no presentan esa imagen idílica a la que estamos acostumbrados. La niña se enfrenta, además, a pruebas que son cualquier cosa menos aptas para un protagonista infantil. En fin, que hay muchas cosas que no cuadran y que llenan el metraje de sinsentidos. La directa simpleza con la que se escenifica el mundo real no se refleja en el mundo fantástico, justamente aquél en el que más se vuelcan los deseos de la jovencísima protagonista; eso le resta autenticidad al conjunto.

Por cierto, que Ivana Baquero, que es la que hace el papel de niña (con el nombre de Ofelia), es para mi gusto la mejor interpretación de la película, junto con Maribel Verdú en el papel de Mercedes (ya es raro que esta señora haya hecho un papel de mi agrado, rara vez suelen gustarme sus interpretaciones).

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Comentarios:

  1. Lo sabía, mi instinto ha acertado, no tengo que ir al cine a verla. 😈

    Y te acabo de leer en la de los Borgía, que tampoco las tenía conmigo…no sé, tendré que revisar la cartelera para este fin de semana.:razz:

  2. Las dos son más bien prescindibles, no te pierdes nada del otro mundo.

    Por cierto, para este fin de semana ya está estrenada (por el puente de la Hispanidad) la película «The Guardian», con Kevin Costner. No sé qué tal estará, pero parece entretenida. Va sobre las tripulaciones de los helicópteros de rescate de la Guardia Costera de EE.UU. Yo iré a verla sólo por regocijarme viendo los Sea Hawk, son una maravilla de helicópteros, me chiflan. 8)

  3. Páginas Digital publica hoy un buen artículo de Juan Orellana sobre esta película:

    http://www.paginasparaelmes.squarespace.com/pero-qu-me-cuentas-guillermito/

    Coincido al 100% con su valoración.

  4. Agnetem

    Yo fui ayer a ver «Tú, yo y ahora Dupree». La verdad es que no es nada del otro mundo, pero ensalza el valor de la amistad por encima de todo; y gracias a ello estuve un montón de rato conversando con un amigo.

    La película es bastante predecible y con algún golpe divertido, aunque en general bastante plana. Pero por el mensaje que transmite de exaltación de la amistad, merece la pena.

  5. Firuleteador

    Si, como dicen, es una peli fantástica (o así nos la venden en el trailer), el trasfondo político (de hace 70 años) debiera sobrar. No sé porqué ésta historia se tiene que enmarcar en ese contexto, porque a un mejicano que no lo ha vivido, ni le tendría que ir, ni que venir ¿subvenciones acaso? ¿no se podía situar esa misma historia en otro momento sin meter la política? ¿En el día de hoy? ¿Es que telecirco no hubiera puesto tela?

    Y es que el guerracivilismo o tardofranquismo se han convertido en un monotema (junto con un cine «social» de corte travesti/gay, drogatas, prostitutas e inmigrantes); guerracivilismo, por cierto, siempre del mismo bando (con una ideología que hizo que murieran 100 millones de personas el pasado siglo) en un país donde el dictador murió en la cama y todos se hicieron antifranquistas cuando éste palmó, sobre todo los que llevaban camisa azul.

  6. PEr

    Estoy de acuerdo con lo que dices de que los personajes del mundo real son demasiado estereotipados, en el sentido de que no hay tonos grises, o se es muy malo o muy bueno. Cuando sali de ver la peli pense que a lo mejor el autor lo hizo adrede, como ironia de que por una vez, el cuento seria mas «real», pues recordemos que en los cuentos siempre suele haber un personaje malo malo estilo madrastra y otro inocente y buenisimo estilo blancanieves. Quizas ves cosas donde no las hay, aunque reconozco que en un tema delicado como la Guerra Civil, no se puede usar el reduccionismo de «todos los franquistas MALOTES» y los republicanos «pobres criaturitas».
    Por otro lado, me asombra que hagas tanto hincapie en que esta peli es muy cruda y no aconsejable a los niños.. Mmm has leido algun comentario del director? en todo momento advierte de que no es una peli infantil. Es mas, habla de que es una historia sobre niños, para adultos. Y hay mas asi, por ejemplo «Otra Vuelta de Tuerca» o libros como «la verdadera historia de la bella durmiente», de Ana Maria Matute.

  7. Bueno, si el director ha considerado un «cuento» esa parte de la película en la que se tortura de forma brutal a los maquis, se ejecuta a sangre fría a ciudadanos inocentes, y un macabro etcétera, entonces de lo que podríamos debatir es de la peculiar idea de los cuentos que tiene ese director…

    Sobre lo segundo que me comentas, ¿has visto el trailer? Lo digo porque la película se anuncia en las salas de cine con el trailer.

  8. Pero alma de Dios, cree lo que cuentan los trailers ¿Tambien lo que dice la publicidad?

    Respecto a la brutalidad y lo macabro del «cuento», me imagino que conocera la historia de Caperucita: me refiero a la que escribió originalmente Perrault. Ya sabe, la del lobo que llega a casa de la abuelita, la despedaza, la echa a la olla y luego cuando llega la niña le dice que tome algo de caldo que esta en la lumbre. A continuación le dice a Caperucita que eche la ropa al fuego y se meta en la cama con ella, la devora y FIN. Bonito cuento, versiones orales anteriores son aún más crudas. Me gustan los directores como Del Toro, que saben volver a los orígenes.

  9. Yo no creo ni dejo de creer lo que dicen los trailers y la publicidad. Da la casualidad de que buena parte de mi actividad profesional se dedica a esto último. A menudo los trailers dan una imagen de las películas que no se ajustan a los contenidos de las películas. Esto no es nuevo, lo sabe cualquiera que vaya al cine con frecuencia.

    Por lo demás, los hermanos Grimm rebajaron el cuento de Perrault precisamente porque su brutalidad e incluso la escena pederasta del lobo no eran de recibo para la mayor parte del público. Claro que si el día que un niño pequeño te diga que le cuentes un cuento, es «esto» lo que le vas a contar… pobre crío.

    Por lo demás, si a ti te parece propio de una película normal ver una mano destrozada a martillazos, o ver una mejilla cortada a la altura de la boca, o ver cómo le hunden y le destrozan a alguien la nariz a puñetazos, a mí desde luego no me lo parece. Eso es hacer cine gore, no cine de terror ni un cuento. A este director se le ha ido la pinza, y con una intencionalidad política descarada. Que se pretenda presentar esto como un cuento, pues vale: admito «cuento» en su acepción de «Embuste, engaño».

  10. «Los cuentos de hadas suelen ser crueles y violentos, describen decapitaciones, canibalismo, transformaciones grotescas y encantamientos maléficos. Cualquiera pensaría que esos elementos llenarían de espanto a un crío; pero lo que el niño experimenta a través de esos cuentos es precisamente un encuentro fortuito con sus propios miedos y angustias interiores, en un entorno en el que está perfectamente a salvo y protegido. Tal es la magia de los relatos: pueden transportarnos a las profundidades del infierno, pero en realidad son inofensivos.»

    Paul Auster, hoy mismo, le decia estas cosas al Principe de Austurias (y a todos los que le escucharon).

    Defina pelicula «normal». ¿»Marcelino Pan y vino»? Tarantino rebana orejas ; Spielberg hace que un soldado recoga su propio brazo y se lo eche al hombro en la Playa Omaha. Scorsese mete la cabeza de un mafioso en una prensa y le aplasta el craneo. Vaya mundo.

    En mi analfabetismo cinefilo creia -pobre de mi- que el gore (cuyos elementos recoge Del Toro desde su inicial «Cronos») era una subgenero del cine de terror, como lo es el giallo italiano o los crotos de Santiago. Segura. Curioso: un espectro sin ojos puede masticar la cabeza de un hada, pero un fascista de uniforme no puede torturar a un prisionero, no es normal. Creo que Chesterton lo llamaba «La Logica en el país de Faire», o algo así.

    Intencionalidad politica descarada. Si señor, la proxima vez votare al Maquis en las elecciones municipales. Ya lo gritaban en las calles hace tiempo: ¡S. Segura Ministro de Cultura!

  11. Ah, claro, se me pasaba que el Maquis era una guerrilla comunista, pero sin ningún móvil político, ¿es eso lo que pretende sostener usted? ¿No es usted capaz de distinguir la diferencia entre la intencionalidad política y los fines electoralistas?

    Por cierto, no sé qué leches de cuentos de hadas habrá leído don Paul Auster. Me pregunto si este señor lleva a sus hijos pequeños a sesiones de cine gore, para enfrentarles «con sus propios miedos y angustias interiores». ¿Por qué no enseñarle a un niño, entonces, escenas de violaciones, o un descuartizamiento brutal, o cosas por el estilo?

    En fin, no sé ni qué necesidad hay de decir esto, es de sentido común. Quizá el sentido menos común de algunas personas capaces de defender los mayores disparates como si nada.

    Por cierto, defina usted lo que considera por una película «normal»: ¿»Holocausto caníbal», acaso?

  12. La verdad es que sí se distinguir la diferencia. En realidad lo que pretendia era ironizar sobre el tremendismo de la «intencionalidad politica descarada»: todavia serás capaz de creerte que este es un filme militante financiado a medias con fondos reservados y el oro de Moscú. ¿ Debo suponer que te jode profundamente que un director se incline hacia un lado que no es el tuyo?. O bien eres de la raza de los que cree ver la cara de Stalin en los paquetes de cereales.

    El sentido común no es más que una torre de marfil en acertada exresión de Hannah Arendt. Y ciertamente, yo no se me pregunto demagogicamente si Paul Auster, (el «don» le queda mejor al Padrino) llevaba a su hijo Daniel a ver sesiones de cine gore cuando era pequeño. Ni lo se ni me importa, ya que no habla Auster de qué cine tiene que ver un niño, sino de los cuentos de hadas y de su crueldad. Seguramente ha leído buenos cuentos de hadas, los originales (vease Caperucita, más arriba), porque para eso es escritor, que es gente que va a la raíz de las cosas, como ese otro experto en el terror engendrado en Faire que es Neil Gaiman. Pocos cuentos de hadas conoces tú o bien mucho cuento adulterado y filtrado por la beatería te han endilgado.

    ¿Sabes? Yo de pequeño aprendi mucho sobre violaciónes, genocidios, tortura contra inocentes y otros rituales gore gracias a unas fabulosas historias contenidas en un libro de cuentos.

    Se llamaba Santa Biblia.

    Va a ser por eso por lo que quieren erradicar la asignatura donde se enseña con dicho texto.

    Ah, yo he preguntado primero que entiendes por una pelicula «normal». No escurras el bulto.

  13. Te voy a decir lo que me jode a mí: que pongas en mi mano cosas que yo no he escrito. Me refiero a lo de los «fondos reservados y el oro de Moscú». No es la primera vez que lo haces, y ya has conseguido hartarme. Desde este mismo momento te advierto de que no me molesto en debatir con manipuladores ni con demagogos, no soy masoca.

    Por lo demás, me parece que te has retratado con eso de calificar la Biblia como «libro de cuentos». Búscate otro sitio donde desahogar tu cristianofobia, anda, que aquí no admito que ningún intolerante venga a ofender impunemente mis sentimientos religiosos.

  14. Pau

    😆
    Gran película!

    Viva la República!

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