Considera 'consumo responsable' comprar lo que esté etiquetado en gallego

Más imposiciones en Galicia: según la Xunta consumir productos en gallego es un 'deber'

Nueva ocurrencia del secretario general de Política Lingüística del gobierno gallego, Valentín García, que hace poco defendía la entrada de Galicia en la comunidad de países lusófonos.

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Apelan a 'nuestros valores identitarios' para etiquetar en gallego

El sábado García firmó en nombre de la Xunta la "Carta de Consumo Responsable y Solidario con las Marcas que Etiquetan en Lengua Gallega", un documento elaborado por catorce empresas y por media docena de ayuntamientos. El documento se puede leer aquí en PDF. Hay un párrafo que me ha llamado especialmente la atención. Os lo traduzco:

"Tenemos un deber solidario con aquellas personas emprendedoras que dieron un paso arriesgado de etiquetar en gallego sus elaboraciones o utilizan nuestro idioma en sus campañas de promoción y comunicación, colaborando en el mantenimiento de nuestros valores identitarios."

Obsesionados con vender el gallego como un dialecto del portugués

Además, Valentín García insistió en sus querencias lusistas: "El idioma propio de Galicia, al otro lado de constituir un valor como denominación de origen y de implicar un plus de confianza y cercanía con los consumidores, abre también la vía de la comunicación internacional en mercados emergentes del mundo lusófono, como el brasileño o el angolano, lo que puede redundar en un beneficio a la hora de hablar resultados económicos para las empresas." Hay que recordar que el gallego no es un dialecto del portugués. Ya chirría que el gobierno gallego lo trate como tal. Además, hay que señalar que el portugués tiene unos 209 millones de hablantes, lo cual no está nada mal, pero el español tiene 518 millones de hablantes, más del doble que el portugués, lo cual abre, desde luego, muchas más puertas a los gallegos que el idioma de Pessoa. A eso hay que añadir que a diferencia de la lengua lusa, el idioma de Cervantes es una de las dos lenguas oficiales de Galicia, aunque el gobierno autonómico y los ayuntamientos de Galicia actúen, a menudo, como si no existiese.

La brecha lingüística entre la sociedad y las administraciones gallegas

Y es que la política de la Xunta, sea cual sea el partido que la haya ocupado, ha sido hasta ahora la de ir desplazando el español cada vez más, en una estrategia de sustitución del idioma común por el gallego, calificado como "lengua propia" de Galicia, como si fuese la única que aquí se habla. El PP ya apoyó esa política en la rotulación de instituciones públicas, en la elaboración de impresos, en la toponimia y en otros aspectos que dependen directamente de su responsabilidad, pero a medida que aumentan las presiones políticas para extender el monolingüismo en gallego, aumenta la brecha entre la sociedad y las administraciones. Si éstas apuestan por dar preferencia al gallego o incluso por excluir sin rodeos al español, lo que ocurre más allá de sus límites es totalmente distinto. La sociedad gallega es bilingüe y en ella el español es el idioma más demandado con mucha diferencia. A modo de ejemplo, los medios en gallego han proliferado a la par que las subvenciones para sostenerlos, pero ni siquiera la generosa cuantía de éstas ha impedido que muchos de ellos se vayan al garete. La mayoría de los gallegos seguimos canales televisión, diarios y emisoras de radio en español. El año pasado el cine hecho en Galicia superó el millón de espectadores, pero mayoritariamente con películas en español. La película gallega hecha en gallego que fue más taquillera, "La playa de los ahogados", tuvo 77.032 espectadores.

Los hispanohablantes, tratados como malos gallegos

De las tendencias de consumo en Galicia, y de la amplia demanda que tiene el español en esta comunidad, cabe deducir que para la Xunta muchos gallegos debemos ser unos irresponsables, ya que considera que lo responsable es comprar productos en gallego. Es indignante que una administración pública en un país democrático, y concretamente en un territorio con dos lenguas oficiales, se atreva a menospreciar así a quienes hablamos la lengua que el poder político parece considerar incorrecta. Es intolerable que en una comunidad bilingüe el gobierno nos hable de "valores identitarios" que sólo contemplan el uso de una de las lenguas, como si los gallegos que hablásemos en español fuésemos malos gallegos, e incluso tratándonos como extranjeros en nuestra propia tierra. Francamente, estoy hasta las narices de que unos tipos que viven de mis impuestos se dediquen a menospreciarme por ser hispanohablante, por hacer mis negocios en español y por comprar productos en español, cuando me parece mejor hacerlo así. Durante muchos años he comprado muchos productos en gallego, pero no porque creyese tener ningún deber identitario, ni porque me lo dictase un político, sino porque creía que esos productos merecían la pena. Ahora deduzco que el gobierno gallego desconfía de la buena calidad de los productos etiquetados en gallego, que hasta tiene que marcarnos un "deber" de comprarlos por motivos nacionalistas. Desde luego, y a la vista de las formas torpes que usan para promover el gallego, si esos políticos se dedicasen a la venta de productos en el sector privado acabarían en la ruina.

¿Comprar productos en español o en otras lenguas me hace irresponsable?

Se da la paradoja, además, de que puestos a elegir, lo responsable según el gobierno de Feijóo sería comprar un producto que no deseamos o que no responde a nuestras necesidades por el mero hecho de llevar la etiqueta en gallego. Es algo absurdo, tan absurdo como si un político de Madrid me dijese mañana que está mal comprar discos de Sabaton o de Nightwish porque sus canciones, sus libretos y su etiquetado están en inglés, o me criticase por tener camisetas etiquetadas en polaco, y añadiese que un buen español debe comprar productos en español. Me pasma que haya políticos tan paletos en un mundo globalizado como el nuestro, en el que lo que importa es una buena relación calidad-precio y que el producto responda a las necesidades y deseos del consumidor.

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(Foto: Luis Miguel Bugallo Sánchez / Wikimedia)

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Comentarios:

  1. pilar blasco

    Esta es la lluvia fina, o gruesa, que va calando y minando la unidad de España sin que la nación española representada en su gobierno, mueva una pestaña para impedirlo. Esto empezó nada menos que con la derecha de Fraga, ha seguido con los gobiernos del PP y PSOE, incluso gobernando en la propia Galicia y en España, como todo el mundo sabe. La confusión y desconfianza es total

  2. Elentir. El PP (Feijo) tiene miedo de perder las próximas elecciones autonómicas. Creo que es así de simple el nuevo afán del galleguismo radical. Las Mareas están pasando factura. Hay que aceptar el nuevo panorama del nacionalismo radical e independista en todo el país.

  3. asertus

    El PP sigue rumbo fijo, y sus electores es lo que quieren, por eso repiten.

  4. Hay algo más que eso, James. En el PP hay dirigentes que son realmente nacionalistas. Como dice Pilar, la cosa viene de hace ya muchos años. Fue el gobierno de Fraga el que estableció que toda la toponimia oficial fuese únicamente en gallego, por ejemplo.

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