Campaña de la izquierda para imponer a la Iglesia sus normas de admisión

Si tú quieres ser padrino y transexual, yo quiero ser derechista y miembro del PSOE

La negativa de la Iglesia a que un transexual sea padrino de bautizo, conforme a la doctrina católica sobre la sexualidad, ha sido respondida con una campaña de acoso de la izquierda.

¿Montó un escándalo para ser padrino o para dañar a la Iglesia?

El dato más curioso de todo este caso, y también el más revelador, es que ante la respuesta eclesial el transexual ha decidido apostatar y la familia del niño no le va a bautizar. De esto se deduce una extraña noción del sacramento del bautismo y de la Iglesia que lo administra: en cuanto ésta no se ha plegado a sus exigencias, no han tenido reparos en renegar de ambos. Visto lo visto, conviene recordar que el bautismo no es un mero acto social al que se acude como quien va a una recepción en un ayuntamiento o a un cóctel en una empresa. Me remito a lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica: "Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión". Si no te sientes miembro de la Iglesia, hasta el punto de apostatar cuando ésta no adapta sus principios a tu modo de vida, entonces se demuestra que el escándalo montado respondía a un intento de dañar a la Iglesia, y no a un propósito de incorporarse con fidelidad a ella.

El PSOE, que legalizó el aborto, habla ahora de "crueldad"

Sobre este caso me parece significativa, también, la valoración que ha hecho Carla Antonelli, diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid: "Ante tanta crueldad solo te queda pensar que la verdadera incongruencia es de quienes dicen ser los representantes de la doctrina que predica respeto y amor al prójimo pero que la aplican para dar rienda suelta a los odios, fobias y machacar al semejante". Precisamente machacar al semejante es lo que permite hacer la Ley del Aborto instaurada por el PSOE, aunque esos semejantes, los no nacidos, parecen importarles un pimiento a los diputados socialistas, que celebraron la aprobación de esa ley como si fuese una fiesta. Es el colmo que hable de crueldad y se atreva a dar lecciones de respeto gente capaz de aprobar una ley tan atroz e injusta, que da barra libre para matar a todo niño o niña por nacer, dando un plazo extra para liquidar a los que sufren alguna discapacidad. Y el PSOE aún se atreve a hablar de igualdad.

Las estrictas normas de admisión y de permanencia que tiene el PSOE

Para que nos hagamos una idea de la intolerancia del PSOE a la libertad religiosa y al derecho de la Iglesia a señalar, sin injerencias, los requisitos para administrar los sacramentos, pondré un ejemplo en sentido contrario. Yo soy liberal-conservador, provida, católico y me considero de derechas (sin complejos). Es decir, estoy en las antípodas de las tesis ideológicas del PSOE. Imaginemos que con la única intención de tocar las narices, decidiese pedir el alta como militante en ese partido. El PSOE tiene un reglamento de afiliados (ver PDF) que establece que para ser militante de ese partido hace falta enviar una solicitud, y señala: "Podrá presentar objeciones a la solicitud de afiliación cualquier afiliado/a de la Agrupación Municipal o de Distrito." Es decir, que cualquier afiliado puede echar abajo tu solicitud. Pero además, el Artículo 26 afirma:

"Los afiliados y afiliadas del Partido no pueden prestar su apoyo o participación a manifestaciones, actos o cualquier otra iniciativa política promovida por otras organizaciones expresamente prohibidas por los órganos del Partido o cuya convocatoria encierre contradicción con las Resoluciones del Comité Federal y/o congresos del Partido."

Es decir, que si eres afiliado de ese partido el PSOE puede prohibirte ir a manifestaciones, actos o cualquier otra iniciativa que no pase por su aro. El Artículo 27 añade esto:

"El afiliado o afiliada que observe mala conducta cívica o ética, falte al Programa o a los Acuerdos o Resoluciones del Partido, exprese públicamente sus opiniones en términos irresponsables o con deslealtad al Partido o a sus militantes, cometa actos de indisciplina, injurie o calumnie a alguna persona afiliada, o de cualquier otra forma viole las obligaciones que a todos los miembros del Partido imponen nuestras normas, será sancionada, previos los trámites reglamentarios y mediante decisión de los órganos competentes, con medidas que podrán llegar hasta la expulsión en aplicación de las normas internas vigentes."

En resumidas cuentas, que en función de tu comportamiento y de tus opiniones te pueden echar del PSOE (es algo de lo más habitual y que contempla cualquier asociación política o cívica, sindicatos, etc.), pero sin embargo, ese mismo PSOE no tolera que la Iglesia establezca requisitos de admisión para ser padrino de bautizo. Da la sensación de que el PSOE quiere dictar sus propias normas internas y también las de los demás.

El PSOE exige obediencia total a sus principios y dictados

Por si alguien necesita más datos, éstas son algunas obligaciones que impone el PSOE a sus simpatizantes en el Artículo 32:

"La defensa de los intereses generales de la Organización, la Declaración de Principios, Programa, Resoluciones y Estatutos aprobados por sus Congresos, así como los acuerdos legítimamente emanados de sus órganos de dirección, no pudiendo pertenecer a otra organización política diferente, salvo lo dispuesto en el artículo 22 de los Estatutos Federales para la emigración." (...)

"El acatamiento a cuantas resoluciones se dicten por los órganos competentes en el marco de su actividad reglamentaria y con las formalidades precisas."

Dicho sea de otro modo: el PSOE exige obediencia total a sus afiliados, pero reclama a la Iglesia que permita saltarse sus normas internas, incluso en una materia como es la administración de los sacramentos. Dando por hecho que lo tengo complicado para ser militante del PSOE (lástima, porque a algunos les ha resultado muy provechoso serlo), vayamos un poco más en esta hipótesis e imaginemos lo que pasaría si un obispo exigiese al PSOE admitir a derechistas, a providas o a cualquier otra persona que contradiga las tesis del partido. El jaleo sería de los gordos, claro, y seguramente al obispo en cuestión le caerían a cántaros las acusaciones de querer imponer su moral al PSOE, y eso sin descontar insultos y mofas. ¿Y a cuento de qué los católicos hemos de tolerar que un partido político se entrometa en la Iglesia y pretenda dictar sus normas?

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Comentarios:

  1. pacococo

    No sé si soy derechista, pero tengo claro que jamás me afiliaré al psoe. No me afilié cuando pude haber hecho una fulgurante carrera y digo lo fulgurante porque conozco a otros más tontos que yo, pero mucho más tontos, que hicieron y no me afilié, ahora que estoy en la cuenta atrás, no me voy a afiliar. Pero el ejmplo es clarísimo.

    Dada la importancia del padrino, en la ceremonia, que consiste en sostener una vela, lo de pelearse por ser padrino es una forma como otra cualquiera de tocar las narices. Y este transexual no cabe duda de sus pretensiones. Pero ante todo, la manipulación de los medios. Y aún queda gente que cuando les digo que no leo periódicos ni veo los teldiarios se asombran.

  2. pacococo

    El buen hombre está tan traumatizado que piensa apostatar, eso sí, muy arropado por los socialistas.

    Pues han hecho bien de no dejarle ser padrino, porque de católico tiene poco ¿y qué educacion católica va a dar a su ahijado? Y esto es precisamente la función de los padrinos, en ausencia de los padres enseñar la rleigión al niño.

  3. A mí tampoco se me ocurriría nunca, en condiciones normales, lo de afiliarme al PSOE. Pero puestos a tocar las narices con estas cosas, toquémoslas todos, no sólo los progres.

  4. Son ganas de fastidiar nada más.

  5. Alucino. Hay gente a la que la religión le importa tan poco como para públicamente incumplir sus doctrinas, pero luego quiere que se le considere «suficientemente católico» cuando le conviene.
    ¿Tendría sentido que yo quisiera que se me aceptara en la comunidad musulmana y fuera por ahí comiendo jamón, bebiendo vino, sin velo y criticando a Mahoma?

  6. Sharovarov

    Antonelli, tú a mí no me engañarás nunca. Podrás engañar a muchos, pero a mí no. Es imposible. ¿Te crees que no sé perfectamente cuál es vuestro verdadero objetivo con esta historia de la persona transexual de Cádiz? Hombre, por favor…
    Se me ocurre una cosa: ya que la persona transexual va a apostatar y la familia ya no lo quiere bautizar, tal vez podrías proponerles la posibilidad de que hicieran un bautizo laico, ¿no?

    Elentir, has dado una vez más en el clavo, me parece una entrada magistral.

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