Un diputado del PP dice que "daría la vida" por una revista que llamó 'gilipollas' a los creyentes

Ayer, en referencia a Dani Mateo y a la revista ultraizquierdista "Mongolia", el eurodiputado del PP Esteban González Pons dijo que "daría la vida porque puedan actuar en mi querida Valencia".

El Supremo señala que el PP usó la censura para callar las críticas de un grupo provida
El PP y Cs no defienden una basílica católica pero sí que votan para apoyar a la masonería

González Pons apela a la "libertad de expresión"

En su mensaje, que hace referencia a intentos de boicot contra espectáculos de Dani Mateo y de Mongolia en esa ciudad española, el portavoz de la delegación española del PP en el Parlamento Europeo ha apelado a la "libertad de expresión" para defender al presentador de la Sexta y a la revista de ultraizquierda:

Injurias a los creyentes y a los votantes del PP, de Vox y de Ciudadanos

A Dani Mateo ya lo conoceréis muchos a estas alturas, pues hace un mes se hizo famoso cuando se limpió los mocos en la bandera de España, un hecho que provocó indignación en todo el país. En cuanto a "Mongolia", es un panfleto conocido por dedicarse a insultar a todo el que no comparte su línea editorial. Seguramente lo recordaréis porque hace dos años denuncié desde aquí que llamó "puto cacahuete" a la Madre Teresa de Calcuta. Es un ejemplo del tipo de injurias a las que esa revista-basura llama "humor". El año pasado, sin más rodeos, llamó "gilipollas" a los que creen en alguna religión:

Unos meses más tarde, el Twitter oficial de esa revista también llamó "gilipollas" a los votantes del Partido Popular, es decir, a los que votan al partido de González Pons:

Más recientemente, "Mongolia" dijo que hay que llamar "hijo de puta" a todo el que vote a Vox:

Unos días más tarde, "Mongolia" llamó "putos gilipollas" a los trabajadores que votan a Vox, al PP o a Ciudadanos:

Las expresiones que acabo de señalar no entran dentro del ejercicio de la libertad de expresión. Diversas sentencias judiciales ya han establecido que expresiones como "hijo de puta" o "gilipollas" son delitos de injurias. Si esto es por lo que piensa dar su vida el eurodiputado del PP, que luego no le extrañe que otros decidan no darle su voto al PP.

González Pons no abrió la boca cuando otros eran censurados y amenazados

Dicho sea de paso, y como le dije ayer a González Pons, no le vi decir lo mismo cuando el PP -es decir, su partido- quiso censurar el autobús naranja de la asociación HazteOir.org, por el mero hecho de afirmar que "los niños tienen pene y las niñas tienen vulva", una obviedad biológica que los fans de la ideología de género -entre ellos el PP- consideran más intolerable, por lo visto, que llamar "gilipollas" a los creyentes y a sus votantes. De hecho, en Valencia -la ciudad de González Pons- los miembros de HO fueron amenazados de muerte -en el vídeo se escucha a ultraizquierdistas pidiendo quemar el autobús con ellos dentro y gritando "os vamos a reventar el bus"-, pero el eurodiputado no publicó ningún mensaje pidiendo respeto para la libertad de expresión de HO.

González Pons tampoco dijo nada cuando la ultraizquierda se dedicaba a censurar las conferencias de la profesora Alicia Rubio, cuando concejales de Podemos le organizaron un acto de acoso ni cuando fue cesada por el simple hecho de contradecir la ideología de género. El eurodiputado de PP tampoco ofreció su vida para defender a las personas que fueron amenazadas de muerte por unos matones de ultraizquierda que fueron a reventar dos actos de HazteOir.org y de Vox en Murcia hace una semanas. González Pons ni siquiera dijo nada ante los gritos de esos matones coreando "Ortega Lara de vuelta al zulo", en referencia a la víctima del más largo de los secuestros de ETA. Debe ser que discrepar de las tesis progres que defiende el PP es menos respetable, a los ojos de González Pons, que insultar a los creyentes y a los votantes de su partido. Y luego aún se extrañarán de los resultados electorales.

---

(Foto: Tarek Mohamed / Efe)