El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) está viviendo un momento especialmente crítico por sus escándalos de corrupción política.
Ahora mismo, personas del entorno familiar y político de Pedro Sánchez están siendo investigadas por delitos de tráfico de influencias, sobornos, apropiación indebida, malversación de fondos públicos y organización criminal. Por si no bastaba con todo esto, ahora ha saltado un escándalo de prostitución que los medios afines a los socialistas y RTVE, controlada por el gobierno de Pedro Sánchez, se están esforzando en ocultar. Ayer, el PSOE recurrió a uno de sus métodos favoritos para tapar asuntos incómodos: el victimismo.
El PSOE recurre al victimismo para tapar sus escándalos
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, la ministra Pilar Alegría dijo que lleva 48 horas sufriendo una ola de insultos, por haberse alojado en el mismo parador nacional que un exministro al que varios medios vinculan con ese escándalo de prostitución, un escándalo que va a ser abordado por el Congreso y que habría en plena pandemia, mientras el gobierno imponía toda clase de restricciones a los españoles.
Ayer, Sánchez mostró su apoyo a Alegría, afirmando que lo que está sufriendo "es un ejemplo del odio que se propaga amparado en el anonimato en las redes sociales. Lo sufren también a diario muchas mujeres en este país y en todo el mundo". Estas palabras resultan sorprendentes e indignantes teniendo en cuenta que llevamos semanas conociendo los detalles sobre la contratación de la "novia" de un ministro en una empresa pública, sin ni siquiera hacerle una entrevista de trabajo.
Utilizan a millones de mujeres españolas como un escudo
Sánchez se ha olvidado de decir que millones de españolas no gozan de esos privilegios porque no mantienen ninguna relación sentimental con un ministro socialista. Millones de españolas se han labrado su carrera profesional mediante el esfuerzo y el mérito. Usar a las mujeres españolas como un escudo para tapar ese escándalo es un acto más de desvergüenza de un gobierno que empezó su andadura prometiendo que acabaría con la corrupción, y ahora se dedica a intentar silenciar sus escándalos atacando a los medios y a los jueces que los investigan.
Al gobierno sí le parece bien humillar a los católicos
Lo que el gobierno de Sánchez hizo ayer con ese acto de victimismo demuestra, además, su doble moral con los insultos. Recordemos que el 31 de diciembre, TVE, controlada por el gobierno, ofendió deliberadamente a los cristianos en su programa de Nochevieja, y en vez de pedir disculpas por ello, el gobierno apoyó esa ofensa e incluso anunció cambios legales para normalizar los actos de humillación contra los católicos, una práctica habitual de la izquierda española. Por lo visto, para el gobierno de Sánchez si las mujeres son católicas no merecen el mismo respeto que invoca para la ministra Alegría.
El silencio de Sánchez ante los acosos y agresiones a rivales políticos
Podemos decir lo mismo sobre el trato a periodistas y rivales políticos. El año pasado, el ministro socialista Óscar Puente llamó "saco de mierda" a un periodista. No leímos entonces ningún mensaje de Sánchez condenando ese grave insulto. El gobierno tampoco ha dicho nada sobre las reiteradas agresiones a miembros de Vox, el tercer partido más votado de España. Sánchez y sus ministros ni siquiera dijeron nada cuando una diputada de Vox, Rocío de Meer, fue agredida de una pedrada. Una agresión sobre la que Arnaldo Otegui, aliado del gobierno, justificó la agresión diciendo que Vox fue a "provocar", utilizando el famoso argumento de la minifalda. Ningún miembro del gobierno hizo reproche alguno a Otegui por ello, como tampoco le reprochan que siga sin condenar los 853 asesinatos perpetrados por la banda terrorista ETA, incluidos los asesinatos de 22 niños.
Ya que hablamos de redes sociales, hay que recordar que en enero de 2020 Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular, denunció una avalancha de insultos y amenazas de muerte en Twitter, por afirmar en una entrevista que dudaba que la contaminación estuviera causando muertes en Madrid. La izquierda viene lanzando contra ella una campaña de odio que rebasa todos los límites, pero Sánchez nunca la ha condenado, porque de hecho su gobierno es uno de los principales impulsores de esa campaña. Que este mismo gobierno se presente ahora como víctima es el colmo de la desvergüenza.
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Foto: PSOE. Pedro Sánchez junto a la ministra Pilar Alegría en un mitin del PSOE en Zaragoza el 16 de marzo de 2025.
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