España tiene buenos motivos para no verle la gracia a las estúpidas bromitas de Rusia

Este miércoles ha vuelto a ponerse de relieve la posible injerencia de Rusia en los asuntos internos de España, concretamente en el golpe separatista en Cataluña.

El nacionalista ruso que amenazó con arrasar Polonia ahora apoya al separatismo catalán
El George Soros de Moscú: Vladimir Putin y su apoyo a la izquierda radical de Occidente

Dirigentes separatistas comentaron que Rusia les ofreció ayuda militar

Con una orden judicial, la Guardia Civil grabó una conversación telefónica entre dirigentes de dos partidos separatistas (Víctor Terradellas, responsable de las relaciones internacionales del CDC, y Xavier Vendrell, exconsejero regional de ERC) en la que se dijo que Rusia habría ofrecido a Carles Puigdemont 10.000 soldados y pagar la deuda catalana, pero Puigdemont no aceptó: "Se cagó en los calzoncillos", según dijo Terradellas en esa conversación.

Una oferta que pudo acabar en una estafa a costa de los contribuyentes

Según señala Libertad Digital, para la Guardia Civil "tal información es creíble porque muchas de las cosas que se comentaban en las conversaciones telefónicas intervenidas acabaron sucediendo". Otra cosa, claro, es que el grupo ruso con el que contactaron esos dirigentes separatistas fuese a cumplir su promesa de enviar a 10.000 soldados, pues bien podría ser que esa oferta fuese un intento de estimular el golpe separatista, aunque luego los rusos dejasen a los golpistas en la estacada, tras haberse quedado, tal vez, con algunas de las partidas de dinero público que los separatistas distrajeron ilegalmente para financiar el golpe.

La Embajada de Rusia despacha el asunto con bromitas

Ante esos datos aparecidos en un sumario judicial, y que son fruto, repito, de una escucha a dos dirigentes separatistas, la Embajada de Rusia en España ha querido zanjar el asunto publicando un mensaje chistoso en el que bromea con el supuesto ofrecimiento de 10.000 soldados a los golpistas:

Provoca vergüenza ajena ver a toda una embajada publicando un mensaje impropio de una representación diplomática y que es una falta de respeto a España y a su sistema judicial, ya que se toma a broma un asunto tan serio como un golpe de Estado cuyo propósito era suspender la vigencia de la soberanía española sobre una parte del territorio nacional.

Los precedentes del apoyo ruso a separatistas de Moldavia, Georgia y Ucrania

Pero además, que esas estúpidas bromitas las haga precisamente Rusia tiene todavía menos gracia. Basta con recordar algunos hechos:

• En 1990 estalló una guerra civil en Moldavia a causa de la región separatista de Transnistria, ocupada por tropas rusas. La guerra, en la que Rusia intervino abiertamente, acabó en 1992, pero desde entonces las tropas rusas han continuado en esa región, incluso desoyendo las peticiones de la ONU de retirarse de esa parte del territorio soberano de Moldavia.
• En agosto de 2008 Rusia invadió Georgia en apoyo a los separatistas georgianos de Osetia del Sur y Abjasia. La agresión rusa a ese país soberano fue motivada por el intento del Gobierno de Georgia de hacer efectiva su soberanía sobre los territorios dominados por los separatistas. El ataque ruso se saldó con la muerte de casi 200 civiles y otros tantos militares georgianos.
• En marzo de 2014 Rusia repitió esa maniobra en Ucrania, en apoyo a los separatistas ucranianos de Crimea. En este caso, Putin envió tropas rusas con uniformes del Ejército Ruso, pero sin insignias. Desde entonces, Rusia mantiene anexionada ilegalmente la región ucraniana de Crimea.

Europa ya ha sido testigo tres veces del apoyo armado de Putin a movimientos separatistas violentos que se han enquistado, convirtiendo a sus respectivos territorios en países independientes de facto pero sin ningún reconocimiento internacional. Así mismo, Putin lleva años apoyando a movimientos de izquierda radical en una clara estrategia geopolítica para debilitar a los países occidentales. Y ahora que sale a la luz esa grabación sobre Cataluña, Rusia finge tomárselo a guasa, y esto después de que Vladimir Zhirinovsky, aliado de Putin, apoyase abiertamente el golpe separatista en Cataluña.

Desde luego, España tiene motivos para tomarse muy en serio las maniobras de Putin, y el que tenga dudas de ello, que pregunte a los moldavos, a los georgianos y a los ucranianos.

---

Foto: Maxim Shemetov / Reuters.