Un resumen en bucle del ridículo documental de propaganda encargado por Pedro Sánchez

Hace muchos años fui a una sesión de cine con unos amigos. Nos sentamos en la sala justo detrás de tres chicas francesas, para ver una película española.

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He visto muchísimas películas y ya no consigo recordar los títulos de todas. Lo que recuerdo de aquella es que era un drama y en ella participaba el actor gallego Ernesto Chao, fallecido hace cuatro años y que se hizo muy famoso en Galicia como protagonista de la serie "Pratos combinados", en la que hacía el papel de Miro Pereira, dueño del Bar Suizo, un tipo con pocas luces y que acabó pegándome una expresión con gheada canguesa: "me cajo no mundo". Miro era como el Homer Simpson gallego y te reías un rato con sus ocurrencias.

Pues bien: lo poco que recuerdo de aquella película es que el personaje de Ernesto Chao era asesinado. El crimen no era una escena cómica, pero los gallegos que estábamos en la sala nos empezamos a reír, ya que nos resultaba inevitable ver en aquella escena al entrañable Miro Pereira simulando su muerte. Aquella risa debió asustar a las chicas francesas: miraron hacia atrás como si los gallegos fuésemos gente sin sentimientos, que se burla de un crimen tan horrendo durante una escena seria en una película seria. Pero no es que fuésemos insensibles: es que éramos incapaces de olvidar al gran Miro Pereira.

Me he acordado de aquello viendo el ridículo anuncio de la serie de propaganda sobre Pedro Sánchez, una versión moderna del NO-DO franquista con la que el actual inquilino de La Moncloa pretende recuperar la popularidad que ha perdido con su nefasta gestión. El vídeo es una sucesión de tópicos propagandísticos expuestos de forma muy burda y con los que se nos pretende convencer de que tenemos un presidente del gobierno laborioso, que se codea con los estadistas más importantes (no podían faltar su ansiado aunque breve encuentro con Biden, por el que Sánchez ha sufrido tantos desvelos) y en el que no hay ni rastro de Podemos (esta gente ya está en campaña electoral, digan lo que digan, y los hasta ahora socios pasan a ser rivales):

Lo que mejor simboliza el vídeo es la risa tonta que Sánchez le dedica a Biden. Merece ser escuchada en un bucle, porque es el mejor resumen que se puede hacer del NO-DO de Sánchez y de lo que lleva haciendo en su mandato: reírse de todos los españoles.

Desde luego, a los productores de esta pieza de propaganda les han pedido algo tan imposible como sería convencernos a los espectadores de aquella película de que no estábamos viendo a Miro Pereira. En el caso de Sánchez, nos hemos tragado su particular "serie" durante cuatro años -subidas de impuestos, violaciones de derechos fundamentales, ataques a la independencia judicial, ruina económica, asaltos a las instituciones, corrupción, alianza con proetarras y comunistas, y un larguísimo y asqueroso etcétera- y ahora nos quieren hacer olvidar esos cuatro años de suplicio con una docuserie. Pues (disculpadme que use una expresión muy de mi tierra) vais de culo, machiños.