Imagina...

Quienes podemos leer este blog somos personas que, por lo menos, tenemos acceso a una conexión de internet, por lo cual se supone que tenemos para comer y un techo bajo el que dormir. Sé que este ejercicio resultará difícil, pero imaginemos por un momento lo que es pasar una noche a la intemperie, bajo un puente, en el portal de un edificio o en cualquier rincón inhóspito de una ciudad. En invierno el frío se cuela entre los huesos, y apenas puedes luchar contra él porque el hambre te hace perder calor y te provoca escalofríos.

Muy poca gente se atrevería a hacer algo tan sencillo como darte la mano o un abrazo. No tienes un sitio donde lavarte y hueles mal. El pelo y la ropa se te pegan por culpa del sudor. Ante ti, por las calles, ves pasar a miles de personas que sí tienen un techo, y ropa limpia, y un coche, y...

Hoy, 12 de noviembre, Cáritas celebra el 'Día de los Sin Techo' con el lema 'Hoy también duermo en la calle. A la sociedad le falto yo'. Según recoge hoy el diario El Mundo, 30.000 personas experimentan cada día en España el ejercicio de imaginación que hemos hecho en los dos párrafos anteriores. En Europa ya son tres millones. Para meditarlo.

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Comentarios:

  1. La cagaste.
    Tecleo desde el ordenador de sevila; mantengo mi blog desde aquí, y vivo bajo el cauce del rio turia, en Valencia.
    Y punto.
    Asumo lo que soy, asumo mi vida
    ¿tu puedes decir lo mismo?
    ¿algun problema?

  2. No entiendo por qué te tomas tan a mal esta entrada, Ignacio. ¿He dicho algo que pueda ser ofensivo para alguien?

    Yo lo que he asumido hace mucho es que tengo suerte de vivir donde vivo, con todas las comodidades que tengo. Pero eso no me hace olvidar a quienes no disfrutan de esas comodidades.

    ¿Qué hay de malo en ello? En fin, es que no entiendo el tono de tu comentario…

  3. Ignacio es muy didáctico y creo que ha querido desdramatizar lo que siente un pobre: no quiere dar pena: lo que quiere es ser tratado con dignidad. Y también, que no hace falta tener excesiva imaginación: no en pocas ocasiones la vida nos sorprede, por no decir abofetea, con circunstancias que nos parecían quimeras. Algunos pobres se hacen, incluso a partir de la gloria, ¿por qué?, yo me preguntaría mejor, cómo llegaron hasta ahí.

    De todas formas, Ignacio, estoy con Elentir. Doy gracias por los cuarenta y cinco años de salud, comida y libertad que he disfrutado y me duele saber que hay quienes no pueden decir lo mismo. ¿Pero cómo ayudarles?, ¿se dejan ellos?

    (Elentir, hay otro ejercicio que hacer además del de acordarnos de los que no tienen: no olvidarnos que por los avatares de la vida podemos ser un día uno de ellos.)

    y de paso os lo dedico

    Mi más afectuoso saludo para los dos.

    Mar

  4. Esto lo tengo muy presente, Mar. De hecho, me lo dijo una amiga hace años y siempre me acuerdo de sus palabras.

    De todas formas, mi idea a la hora de escribir esta entrada fue precisamente que nos pongamos en cabeza ajena, y dar a conocer una campaña que precisamente busca que estas personas sean tratadas con dignidad y que sean respetados sus derechos.

  5. Hurssel

    Un servidor tampoco entiende el comentario de Ignacio. 😯 Preferiría que fuera él quien se explicase…

  6. A ver
    que yo sea vehemente escribiendo jamas imagine que implicara que lo fuerais leyendo.
    Resumo, a ver si aclaro:
    Que creamos que nos va bien (o creamos que nos va mal) solo nos implica a nosotros
    tenemos lectores y blogers en situaciones muy malas.
    Lo he personalizado porque creia que asi seria mas gráfico.
    Conozco bloggers en situaciones de todo tipo; la mia ahora es lamentable, pero no soy el mas digno de atención.
    Coño, y me siento muy dolido porque creo al leeros que os he molestado: no era mi intencion y por ello pido disculpas.

  7. No hay problema, Ignacio. 😉

    Estamos de acuerdo en que tenemos lectores y blogers en situaciones muy malas. No obstante, creo que estarás conmigo en que una persona que no tiene nada que comer ni un techo bajo el que dormir, no creo que tenga entre sus prioridades conectarse a internet. Sólo quería dar a entender eso, aunque ¿quién sabe? A lo mejor en esto también hay excepciones.

  8. Hurssel

    Al contrario, Ignacio. Las disculpas te las pido a ti por provocar sentimientos que para nada quería. Sólo rogaba una alcaración, pues no había entendido el comentario. Evidentemente el motivo es el de siempre: falta de información por la parte que me toca.

    Es cierto que vivimos encerrados en nuestra pobre burbuja la mayor parte de las veces, y somos/soy incapaz de caer en la cuenta de otras realidades que sé que existen pero que parecen pillarme a un millón de kilómetros de mi segura habitación.

    Un abrazo enorme, milles de gracias por compartir un poquito de lo que eres y, sobre todo, por abrir un poco los ojos a este insensato comodón que te escribe

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