¿Reforma electoral para que todo siga igual?

Ayer UPyD llevó al Congreso un proyecto de reforma electoral que proponía elevar a 400 el número de diputados, y que la mitad de ellos se elija en circunscripciones autonómicas y la otra mitad a nivel nacional (hoy en día se eligen por provincias). Además, se pedía reducir de dos a un diputado el mínimo inicial por provincia y suprimir la obligatoriedad de lograr al menos un 3% de votos para obtener representación. Irónicamente, Rosa Díez votó por accidente contra su propia propuesta, que sólo contó con el apoyo de Gaspar Llamazares (de Izquierda Unida) y con el voto también accidental del socialista José Blanco. Al margen de estas anécdotas, que evidencian la poca atención que prestan algunos diputados ante asuntos tan importantes, cabe preguntarse si la propuesta presentada por UPyD mejoraría la situación de España en términos de representación democrática.

El ejemplo de la Cámara de Representantes de EEUU

Para empezar, me parece poco sensato en el momento actual proponer que se añadan otros 50 escaños, es decir, otros 50 sueldos, despachos, pensiones de lujo y demás privilegios, todos ellos pagados por los españoles, que ya tienen bastante con la elevada presión fiscal que soportan. El número de 400 diputados como imprescindible para mejorar la representación me parece algo totalmente arbitrario. Para que nos hagamos una idea, la Cámara de Representantes de EEUU tiene 435 escaños que representan a 310 millones de ciudadanos, es decir, más de 712.000 ciudadanos por representante. Con los 350 diputados que tiene en la actualidad el Congreso y sin llegar a los 47 millones de habitantes, en España hay un diputado por cada 162.000 ciudadanos. Además, en EEUU los representantes de su cámara baja son elegidos cada dos años y por distritos electorales, en los que un solo representante -el más votado- obtiene la representación de todo el distrito, no como en España, donde cada provincia elige a varios diputados cada cuatro años.

EEUU es un país claramente bipartidista, pero los ciudadanos participan directamente en la elección de sus candidatos mediante elecciones primarias, cosa que en España está muy limitada: sólo pueden participar en esas primarias los afiliados de cada partido, y los propios partidos ya establecen mecanismos para dificultar al máximo la celebración de esos procesos. El resultado es que con menos representantes por ciudadano y con menos partidos con representación, Estados Unidos demuestra mucha más salud democrática que España. Es frecuente que casi todos los ciudadanos de EEUU sepan qué congresista les representa, y muchos suelen recurrir a él ante cualquier problema. En España la mayoría de los votantes no conoce a los candidatos a los que vota, candidatos que una vez elegidos se toman muy a mal que alguien venga a molestarles con sus problemas. Además de eso, en EEUU los votantes eligen directamente al presidente mediante las urnas, mientras que en España son los partidos quienes lo eligen en una votación parlamentaria.

La clave está en los ciudadanos, no en los partidos

La clave, como puede verse, no está en que haya más o menos escaños, o en que los representantes se elijan en tal o cual circunscripción. La clave está en que los ciudadanos participen directamente en la designación de candidatos, ya sea mediante primarias abiertas o con listas abiertas (es decir, que los ciudadanos puedan seleccionar en la papeleta a qué candidatos eligen y a cuáles descartan). Eso es algo que los partidos políticos con representación parlamentaria en España no se plantean ni por asomo pues supondría estar fiscalizados constantemente por los gobernados. Hay que decir que, por lo visto, tampoco se lo plantea UPyD, cuya democracia interna deja mucho que desear.

Obviamente, sistemas como los citados echarían por tierra el poder que acumulan las direcciones de los partidos, que a menudo olvidan lo que establece el Artículo 6 de nuestra Constitución acerca de los partidos: "Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos." Lo que precisa nuestra democracia para mejorar su deplorable estado de salud es que los ciudadanos estemos mejor representados y participemos más directamente en el control de la actividad parlamentaria, y no que los partidos se repartan así o asá el poder. Por eso me parece que la propuesta defendida ayer por UPyD supondría reformar el sistema electoral para que todo siguiese igual.

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(Foto original: Elmundo.es)

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Comentarios:

  1. Hay muchas reformas de la ley electoral que se podrían hacer para mejorar sensiblemente el sistema. Pero, por el momento, me conformaría con la circunscripción única.

    Es decir, si las elecciones son municipales, la circunscripción es el municipio, si son autonómicas será toda la autonomía y si se trata de unas elecciones generales tendrá que ser el país entero, de forma que lo que cuenta es el número de votos y no en dónde se concentran esos votos.

    Por ejemplo, vemos con asombro cómo actualmente tenemos muchos más representantes del PNV que de UPyD cuando el número de votos recibidos en las últimas generales fue muy parecido.

    Esto es injusto porque están haciendo que un voto en Vascongadas valga más que un voto, por ejemplo, en Extremadura, o que en las mismas Vascongadas valga más un voto al PNV que a UPyD.

    ¿Por qué se discrimina así a unos votantes respecto a otros? Pues porque en España, desde que se acabó el régimen franquista y comenzamos esta precaria y deficiente democracia que tenemos, se ha dado toda la cancha posible a los nacionalismos, empezando por la redacción de la constitución, y así nos va.

  2. hare

    Para empezar, no hay un sistema electoral perfecto, un sistema electoral que permitiera transmitir las preferencias de los votantes. Hay montones de criterios que un buen sistema de votación debe cumplir (mayoría, consistencia, monotonía,…) pero ninguno los cumple todos. Si buscáis en la red «voting theory» o «teoría de votaciones» encontraréis un montón de información al respecto.

    En el caso de España, desde luego, se puede hacer mucho por mejorar el sistema electoral. Para empezar, el ejecutivo se debería elegir directamente y con circunscripción única: alcaldes, presidentes autonómicos y del gobierno.

    El legislativo es mucho más complicado, por que además del sistema de voto hay que elegir la circunscripción. En este momento el sistema es prácticamente proporcional, salvo para IU, que es sistemáticamente subrepresentada. Como los beneficiarios son los partidos grandes, PP-PSOE, no creo que tengan el más mínimo interés en cambiar el sistema.

  3. Totalmente de acuerdo con Interruptor: ¡Circunscripción única ya!

    Cuando un político habla de reforma del sistema electoral lo único que trata de conseguir es que su partido meta más sacamantecas en el Parlamento. Ellos echan sus cuentas, estudian distintas formas de contar votos y repartir diputados, y la que les da más representantes se alza como «lo que debería ser». Ellos son así

  4. No sé si esa propuesta era buena, pero sin duda hace falta una reforma urgente de la ley electoral, para que los nacionalismos no sigan gobernando el país en la sombra.

  5. Juana de Arco

    Esa «reforma» es más de lo mismo y peor. Entiendo que UPyD lo que quiere es meter más gente de la suya y hacerse con más poder, amen de que llevan el camino del PSOE, enriquecerse a como dé lugar a costa de los ciudadanos, pues a más miembros del partido metidos en el fregao, más dinero que se agencian.
    UPyD es el PSOE pero sin ETA, por lo demás es identico, a fin de cuentas quien anda detrás de UPyD es Savater, y este personaje ya sabemos de qué pie cojea.

    La reforma electoral es urgente, pero NO metiendo a más sujetos/as que chupen del bote de todos los españoles a cambio de no hacer nada, sino limitar el número de candidatos y que los votantes elijan a los que les gusten, sin que los partidos impongan a sus ojitos derechos.

  6. El Tíol Bastón

    En Estados Unidos se elige todo, todo, todo. Desde los jueces hasta a la policía. Incluso el sistema de funcionariado no existe como aquí, nadie tiene derecho a apalancarse en su puesto porque el Estado pertenece a todos y no a una casta. Podría decirse que es el verdadero sistema democrático llevado al extremo, no estos simulacros que tenemos en Europa (al menos en España) y que lo único que sirven es para crear castas dominantes que luego se apalancan en sus puestos y a vivir que son tres días a costa de los demás.

    Te pondré un ejemplo: cómo se llega a ser profesor del Estado. Empieza porque los directores de los colegios no son profesores, sino administrativos que gestionan todo lo que el colegio lleva a cabo, desde las jornadas de reciclaje o las reuniones para los profesores, de las cuales piden cuentas a éstos (porque a su vez se les pedirán a él desde la Administración) hasta la contratación de los propios profesores, que realizan por medio de un sistema similar al que se lleva en España en la mayoría de los colegios privados. Pero, ¿quién contrata a los directores? Para ser director hay que tener una cualificación, y entre la gente cualificada para ello, es la Comisión de Educación del distrito la que se encarga de buscar y contratar directores (que, generalmente, les mandan el currículum). Y ¿quién es la comisión de Educación del distrito? Pues es un grupo de gente también cualificada para ello, que se ha presentado a unas elecciones públicas en el distrito, y ha sido elegida en sufragio popular. Cada varios años se producen estas elecciones. Varios factores contribuyen a que una comisión salga reelegida o no; en esto influyen factores como que el alumnado de los colegios es sometido a exámenes anuales en los que se entrevé el nivel de los centros de enseñanza; si el nivel es bajo, los profesores serán responsabilizados de ello y, como consecuencia, los directores que los contrataron, resbalando a su vez la pelota hacia la Comisión de Educación del Distrito.

    Como se puede ver, en Estados Unidos, hasta donde yo ye visto, no existen, por tanto, oposiciones, sino cualificaciones que capacitan a uno para la elegibilidad.

    El sistema de oposiciones para la Administración pública ni siquiera lo entienden justo, dado que, al ser el Estado una cosa pública, si son quienes están ya trabajando en el interior del sistema los únicos que tienen derecho a participar en la elección de quienes deban trabajar dentro del sistema como ellos, el resto de los ciudadanos queda excluido del proceso electivo, lo cual no les parece ni lo más mínimamente democrático y opinan que da lugar a chanchullos por parte de los ya establecidos dentro de la propia Administración.

    Ahí queda para que todos lo vean.

  7. Epiro

    La idea como tal no es mala.
    Aumentar el número de escaños no es la solución, estoy más por lo que dice Interruptor en reducir poder a los nacionalistas, aunque para ello habría que hacer algo similar a lo que se hace en el método de escrutinio de las elecciones europeas, es decir, contar el número de votos totales del Estado en el caso de elecciones generales, así sí se podría reducir la representación nacionalista. Que fue lo que, supongo, intentó hacer Rosa Díez, con lo del recuento por autonomías y a nivel nacional.

    Llamazares votó a favor porque a su coalición le conviene, Rosa votó en contra porque estaría despistada y José Blanco…bueno, porque nadie se lo explicó con dibujitos.

  8. Karenil

    Sin olvidarnos nunca del enorme problema de las listas cerradas y bloqueadas…

  9. Interruptor: «Es decir, si las elecciones son municipales, la circunscripción es el municipio, si son autonómicas será toda la autonomía y si se trata de unas elecciones generales tendrá que ser el país entero, de forma que lo que cuenta es el número de votos y no en dónde se concentran esos votos.»

    A lo que contribuye eso es a alejar a los representantes de sus representados: ahí tenemos el ejemplo de las Elecciones Europeas, que se hacen por circunscripciones nacionales. ¿Alguien me puede decir de memoria quiénes eran los números 4 y 5 de las listas a las que votó?

    Insisto: lo que urge en España no es que los partidos se repartan mejor los votos, sino que los ciudadanos participen más directamente en la democracia. A mí tanto me da que unos diputados sean elegidos por provincias, por autonomías o por toda la nación si al final van a ser ellos quienes elijan al presidente, y no nosotros, y si al final esos diputados pasan olímpicamente de sus representados.

  10. Juana de Arco

    El Tíol Bastón
    Totalmente de acuerdo contigo :ok:

  11. Elentir, estoy totalmente de acuerdo en que lo más deseable son las listas abiertas y que podamos elegir la lista completa que nos interese. Sólo he dicho que me conformo con la circunscripción única como primer paso y fundamental para no discriminar a los votantes de unas regiones respecto a otras y para limitar el poder del nacionalismo a lo que REALMENTE representa. Sólo recordaba que, en 2008, UPyD consiguió un representante con 303.535 votos mientras PNV consiguió 6 con 303.246, o que, en 2004, IU consiguió 5 representantes con 1.284.081 votos mientras que ERC consiguió 8 con 652.196 o PNV consiguió 7 con 420.980.

    ¿No chirrían mucho esas cifras? A mí me provocan dolor de cabeza.

    Ese asunto es el que provoca una sobrerrepresentación de los nacionalismos, y como consecuencia, que los partidos nacionales busquen el apoyo nacionalista en el parlamento haciendo políticas como las que hace Feijoo en Galicia con el idioma.

    No digo que esa sea la solución a todos los problemas, pero sí sería un gran paso.

    No quiero decir que sea la única reforma urgente, hay muchas más, pero yo las pediré a gritos cuando me haya quitado de encima al nacionalismo. Mientras tanto eso es lo que más me preocupa.

  12. descreído

    Pues no estoy de acuerdo con Interruptor, o con el próximo que clame contra la sobrerrepresentación de los nacionalismos.

    Con una calculadora y los datos electorales en la mano, está claro que IU y UPyD son los más perjudicados por los votos diluídos. Pero, puestos a destacar injusticias, comparar con el PNV…

    Pista: hay dos partidos que son los únicos claramente beneficiados. A lo mejor sí que encuentras algún nacionalismo.

    En el fondo, casi cualquier reforma mejoraría el reparto democrático. Aunque creo que los nacionalistas del párrafo anterior lo pondrían difícil 😀

  13. Hare

    Repito lo que escribí más arriba y que va en la línea de lo que dice descreído. Los grandes beneficiados por el sistema electoral son PP y PSOE. Haced los números con una calculadora y lo veréis. IU tiene muchos menos escaños de los que tendría con circunscripción única. Los nacionalistas, salvo el PNV, tiene escaños proporcionales a sus votos.

    El problema no es que los nacionalistas estén sobrerepresentados. El problema es que los grandes partidos siempre pactan con ellos en lugar de pactar entre ellos.

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