Silencio en la nieve

Esta noche he visto la última película que ha dirigido Gerardo Herrero, ambientada en un escenario histórico poco habitual en el cine español: la División Azul.

Teniendo en cuenta el escoramiento ideológico habitual en el cine español, y partiendo del hecho de que la División Azul fue una unidad de voluntarios españoles -muchos de ellos falangistas- que se fueron a Rusia a combatir contra el comunismo en las filas de la Wehrmacht durante la Segunda Guerra Mundial, me esperaba una película tan maniquea como las que suelen estrenarse en España en torno a la Guerra Civil. Ciertamente, esta película no está libre de tópicos, pero me ha sorprendido gratamente.

Lo que más me ha llamado la atención es la excelente ambientación, incluyendo uniformes, vehículos, escenarios y también el vocabulario cuartelero. Se ve que se han documentado bien, aunque se han colado ciertos errores. A modo de ejemplo, dice uno que en 1935 trabajaba en el Abc cuando era "rojo", pero fue al estallar la Guerra Civil en 1936 cuando los rojos se incautaron de la edición madrileña de ese diario (la sevillana quedó en el bando nacional), subtitulándola "Diario Republicano de Izquierdas". En otro momento de la película también se ve una carta que le envían sus familiares a un guripa en la que adjuntan una foto "que te hiciste cuando te alistaste". En ella aparecen tres divisionarios ya con el uniforme de la Wehrmacht. La realidad es que los guripas salieron de España con un uniforme de partida (podéis ver una muestra aquí) compuesto por guerrera y pantalón de color caqui, con la boina roja carlista y la camisa azul de la Falange. En fin, son pequeños detalles que, con todo, no desmerecen el esfuerzo que se ve que han hecho para ambientar bien la película.

Por lo demás, algunas escenas parecen dignas de aparecer en "La fiel infantería", el libro de Rafael García Serrano que paradójicamente obtuvo el Premio Nacional de Literatura de 1943 y después fue censurado debido a las presiones del Primado de España, por el lenguaje inapropiado y otras cosas que se atribuían a los soldados. En la película se ve de todo: desde momentos de desahogo, bromas y alguna que otra novatada, hasta ciertos actos de gallardía y de heroísmo que dejan en muy buen lugar a los españoles frente a los alemanes (lo siento por César Vidal). Juan Diego Botto está bien en el papel protagonista, pero el que lo borda una vez más es Carmelo Gómez en el papel del sargento Espinosa. Desde luego, no es una película idílica y tiene muchos "peros", como bien señalaba ayer La Gaceta. La crítica en general no la está poniendo muy bien (ambientación al margen), pero a mí no me ha disgustado. Dejémosla en que es una película muy aceptable, sobre todo teniendo en cuenta el panorama habitual del cine español.

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Comentarios:

  1. Si quieres saber cómo veía una rusa a la División Azul, puedes leer:

    http://javcus.es/infokratia/ancho/598-division-azul-memorias-lidia-osipova

  2. No conocía ese testimonio, me ha gustado leerlo. Desde luego, sí que sabía de la rivalidad que había entre alemanes y españoles, y del trato benevolente que recibía la población de nuestros compatriotas frente a las salvajadas de los alemanes. De esto, por cierto, hay algunas muestras en la película, lo cual me sorprendió: no esperaba que incluyeran algo de eso, me ha parecido un gesto de respeto por la historia.

  3. ¿Así que la recomiendas? ¿No es la típica película española de rojos muy buenos y nacionales muy malos a lo que habitualmente nos tienen acostumbrados?

  4. Ojo, cuando recomiendo una peli, lo digo. Esta película sí que tiene tópicos, pero comparada con otras me ha parecido aceptable.

  5. Demeter

    También hubo voluntarios forzados, especialmente presos sociales a los que se ofreció libertad si iban a Rusia. Por favor, no caigas en los errores de Pío Moa.

  6. Cierto, también hubo gente forzada como señalas, pero desde luego no era el caso más habitual. Hubo, desde luego, una amplísima mayoría de voluntarios entre los que se encontraban muchos entusiastas de ese régimen, sobre todo falangistas (los emblemas de la Falange eran los más habituales entre los distintivos no reglamentarios de los guripas). Los carlistas fueron mucho menos numerosos, de hecho el antiguo jefe de la Comunión Tradicionalista, Fal Conde, había prohibido a los carlistas alistarse en esta División, lo que provocó su detención. Y cuando la dictadura franquista dio orden a los divisionarios de volver, aún quedó allá un buen grupo integrando la llamada Legión Azul. Y una vez disuelta ésta, incluso hubo algunos que siguieron combatiendo en las filas de las SS.

    Digo esto porque ahora la gente tiende a pensar que muchas adhesiones a esa dictadura eran fruto del miedo o del chantaje, y antes bien, hubo mucha gente muy entusiasta de ese régimen. El franquismo supo tacar tajada en 1941 del rencor contra Rusia que dejó en España la Guerra Civil. Son famosas las palabras de Serrano Suñer de «Rusia es culpable», que desencadenaron una gran ola de alistamientos en la División Azul. Ya sé que desde el 20 de noviembre de 1975 se ha extendido la idea de que en España no había franquistas durante el franquismo, pero sí que los había, y a punta pala…

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