Un gorrión esperando su merienda

Un gorrión en el Castillo de Monterreal, en Bayona. Formaba parte de un grupo de 4 o 5 gorriones que estaban esperando a ver lo que podían comer de lo que dejan tras de sí los turistas, una competencia difícil con un grupo de gaviotas mucho mayores -y bastante atrevidas- y un bonito pato que, por su atractivo plumaje, era el más mimado. A mí las gaviotas no me caen muy bien, así que preferí dar de comer a este pequeño pájaro.

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.