'El héroe de Berlín' (Race): un muy merecido homenaje a uno de los más grandes atletas

No soy nada aficionado a los deportes, pero sí a la historia, y por ello leí hace muchos años un emocionante hecho: la humillación sufrida por el Tercer Reich durante los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 a manos de un atleta estadounidense de raza negra: Jesse Owens.

Quienes detestamos el racismo sólo podemos sentirnos admirados de que la excelencia y el afán de superación de un joven afroamericano dejasen en evidencia a los desvaríos racistas del nazismo, y también las injusticias de la segregación racial que se daba por entonces en los Estados Unidos (la película nos presenta unos cuantas, y la última de ellas realmente alucinante, por cierto). En este sentido, hay que recordar que no sólo Hitler despreció al medallista estadounidense: también fue despreciado por Franklin D. Roosevelt, presidente de EEUU, del que Owens diría ese mismo año: "El presidente no me envió ni siquiera un telegrama".

Este largometraje, dirigido por Stephen Hopkins, nos adentra en el ascenso de ese joven deportista hacia la fama, y lo hace muy bien, con una ambientación muy lograda y con una buenísima interpretación del actor canadiense Stephan James en el papel protagonista, bien complementado con el estadounidense Jason Sudeikis, que hace de entrenador de Owens.

Sin contar las hazañas de Owens, para mi gusto uno de los mejores momentos de la película es el gesto de deportividad del atleta alemán Luz Long (interpretado por su compatriota David Kross) con su competidor estadounidense, con quien entabló desde entonces una estrecha amistad. Aunque no soy deportista, una de las cosas que más me admiran del deporte (no de todas las disciplinas, lamentablemente) es su capacidad para servir de punto de encuentro de personas de distintas razas, nacionalidades y extracciones sociales. Lamentablemente, las Olimpiadas de Berlín pretendían ser más un espectáculo propagandístico del nazismo que un evento propiamente deportivo. Ver a Long desafiando ese detestable racismo con sus gestos amistosos hacia una persona de raza negra es algo que me ha emocionado, no sólo por la nobleza demostrada por el alemán, sino también por su valentía. Para hacer eso en un régimen totalitario hay que tenerlos muy bien puestos.

En fin, que me ha parecido una película excelente en muchos sentidos. Os la recomiendo. Podéis ver a continuación el trailer en español: