Lo más peyorativo para los gallegos

El 23 de febrero Rosa Díez declaró en CNN+ que "Zapatero podría ser gallego en el sentido peyorativo", una afirmación muy torpe en boca de una diputada que, como tal, nos representa a todos los españoles, incluidos a los gallegos. No imagino a esta señora cometiendo la ligereza de llamar a un rival "madrileño" en vez de "chulo", o "catalán" en vez de "tacaño", por mucho que esos tópicos estén tan extendidos como la idea de que los gallegos somos muy ambiguos e indecisos. El caso es que en pocas horas la declaración de la diputada de UPyD había provocado una ola de indignación en Galicia, justo lo que no ocurrió cuando Rosa Díez dijo en octubre de 2009 que "Feijóo es muy gallego, en el sentido peyorativo de la palabra", y nadie dijo ni pío.

El día 26, el gabinete de prensa de UPyD, lejos de arreglar el marrón, lo empeoraba y con creces al afirmar que "ofenderse por esto es una muestra de intolerancia, complejo de inferioridad o perturbación nacionalista". Ese mismo día se empezaba a hablar de bajas en UPyD Galicia y una semana después dimitían los responsables de ese partido en la región. La indignación, en vez de ir a menos, aumentó, y muchos que inicialmente no dieron importancia a la declaración de Rosa Díez en CNN+, acabaron enfadándose por los malos modos de la formación magenta.

Llegados a este punto, yo pensaba que el asunto no daba más de sí, más allá del negro futuro que le aguarda a UPyD en Galicia después de esto. Pero ayer el Parlamento de Galicia emitía esta declaración, suscrita por el PP, el PSOE y el BNG (traduzco):

La utilización del gentilicio 'gallego' como un apodo peyorativo no sólo ofendió a miles de gallegos y gallegas y a otras personas sensatas, sino que constituye un tópico no aceptable por lo que contiene de prejuicio xenófobo, inadmisible en el único marco de debate que hace falta defender, el de las ideas.

Este tipo de prejuicios xenófobos se sustentan en un pensamiento débil y en la falta de cultura, y entraña un peligro potencial para la convivencia de las personas y de los pueblos.

El Parlamento gallego hace un llamamento a ahondar en la educación en los valores cívicos de la tolerancia y respeto al otro, y a abandonar el lenguaje que puede fomentar estas conductas, sobre todo por parte de las persoas creadoras de opinión, entre las que nos encontramos las representantes y los representantes públicos.

Dejando a un lado la cursilería de la nota y su pésima redacción (parece mentira que los señores diputados escriban tan mal) y la estupidez de acusar de "xenofobia" -es decir, "odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros"- a Rosa Díez por lo que dijo, como si los gallegos fuésemos forasteros en España, al leer ese comunicado me asaltó una pregunta: ¿por qué el Parlamento gallego no ha hecho ninguna declaración así contra la violencia nacionalista? ¿Es que las agresiones nacionalistas contra los demócratas, ante las que el BNG muestra un silencio cómplice, no son "un peligro potencial para la convivencia"? ¿Que Rosa Díez llame "gallego" a Zapatero es más condenable que las agresiones y amenazas de muerte que ha sufrido Gloria Lago, acaso?

¿Cómo se atreven a hablarnos de convivencia, de tolerancia y de respeto al otro los mismos que fomentan la intolerancia nacionalista y la imposición lingüística en Galicia? Sin ir más lejos, dos días después de la entrevista a Rosa Díez en CNN+, y en una nueva muestra de su desprecio hacia buena parte de los gallegos que hacen su vida en ese idioma, los diputados del BNG abandonaban el Parlamento gallego en protesta por el uso del castellano en su tribuna. Son los mismos que niegan a todas las familias gallegas su derecho a elegir el idioma en el que desean escolarizar a sus hijos, una negativa en la que les han seguido los diputados del PSOE y que ahora mantienen, traicionando sus promesas, los actuales gobernantes del PP en la Xunta.

Desde luego, a mí me ofenden las palabras de Rosa Díez, pero más me ofende la violencia y el desprecio por las libertades más básicas que sufrimos aquí, auténticas lacras capaces de minar las bases de cualquier sociedad democrática, pero ante las que el Parlamento de Galicia no ha tenido ni el valor ni la decencia de emitir ninguna nota condenatoria. Me parece, y lo digo sin rodeos, que lo más peyorativo y desfavorable para Galicia no es el uso irrespetuoso que haga un político del gentilicio "gallego", sino la apelación de toda una clase política a la galleguidad para imponernos ciertas formas de opresión que creíamos felizmente superadas después de 40 años de dictadura franquista.

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Comentarios:

  1. Mucha viga existe en esos parlamentos poblados de nacionalistas de todos los partidos…

  2. Hilarión

    Es que llamar a alguien «madrileño» es un gran elogio. 😛

  3. A mí, como gallego, no me ofenden lo más mínimo las palabras de la señora Díez, pues son, simplemente, una muestra del conocimiento que esta señora tiene del idioma, cosa que no tienen ni nuestros políticos ni muchos gallegos, puesto que si miramos el DRAE veremos que en sus acepciones 5 (tonto) y 6 (tartamudo) tiene sentido peyorativo, cosa que no sucede con otros gentilicios como catalán (que no tiene el significado de tacaño, eso no pasa de ser un tópico). Actualmente estas acepciones sólo son habituales en algunos lugares de Sudamérica, pero hace años lo eran en España, recuerdo que en una zarzuela que mi padre tenía grabada y escuchábamos en el coche un niño le llamaba “tía gallega” a la chacha que le cuidaba, lo malo es que no recuerdo qué zarzuela era.

    Otra cosa muy diferente es que me parezca una torpeza, por parte de una persona dedicada a la política, el utilizar el término con ese sentido sabiendo que los adversarios políticos están siempre a la que salta. Pero si eso vale para que el partido pro-abortista y pro-EpC se hunda definitivamente, me alegraré enormemente. No me cae bien Rosa Díez y su partido me parece más radical y dañino que el de Zetapé, por mucho que tenga una idea de España que Zetapé no tiene.

    Una vez mostrado mi asombro porque nadie pueda sentirse ofendido por utilizar bien nuestro idioma común, me parece penoso que nuestros políticos, tal como nos tienen ya acostumbrados, tengan su doble vara de medir y reaccionen o dejen de reaccionar dependiendo de quién diga o haga algo o de quién sea al destinatario de las obras o los hechos.

    Aunque la verdad es que no me sorprende. En el BNG nunca me ha sorprendido porque son especialistas en defender asesinatos de otros nacionalistas y denunciar palabras de demócratas. En el PSOE no me sorprende ya desde hace muchos años porque su doble vara de medir es archifamosa, no hay más que recordar toda su trayectoria felipista, zapaterista y el comportamiento de su sindicato afín. Y en el PPdeG tampoco me sorprende desde que, ya en tiempos de Fraga, me di cuenta de por dónde iban las cosas, y desde que tenemos a Feijoo ya no espero nada bueno de este partido.

  4. Emilia Martinez

    Muy bien dicho Elentir, esa es la realidad ppr másq ue la emmascaren de democracia.

  5. Seguro que Rosa Díez no volverá a tener otro desliz de ese tipo. De todas formas, una cosa es que alguien se tome a mal sus palabras y otra bien distinta es acusar de xenofobia, prejuicios y peligro para la convivencia.

  6. Me temo que Rosa Díez no debería dedicarse a la política si no sabe medir sus palabras. Otra cuestión es que los hay peores.

  7. Juana de Arco

    Muchas veces traiciona el subconsciente. Nunca sale de la boca lo que nuca se ha pensado. Lo que no se cree, nunca se dice.

    Pero bueno, al fin y al cabo Rosa Díez es socialista 100%. No perdamos de vista esto, ni tampoco que Savater la puso ahí para tener tirón, y Savater ya sabemos de qué pie cojea.

    Lo que pasa es que Rosa Díez suelta alguna frase electoralista medio audible, y poco menos que le ponemos un altar.

    ¿En qué se diferencia Rosa Díez de ZP?. Que yo sepa tan solo en ir contra ETA, y porque le llega muy de cerca, pero en todo lo demás que no le atañe personalmente…

  8. El Tíol Bastón

    Realmente, siendo gallego, a mí no me ofende que Rosa Díez haya llamado a nadie «gallego» en el sentido que se considera peyorativo del término. Ahí tenemos a los de Lepe, que bien con sentido del humor se toman su fama, y hasta se aprovechan de ella, lo cual me parece admirable. Ahora bien, lo que sí me parece un verdadero insulto es que se lo haya llamado a Zapatero.

  9. El Tíol Bastón

    ¡Ah! Y mi opinión acerca de lo que están haciendo los partidos políticos en Galicia es mucho oportunismo para restar proselitismo a Rosa Díaz y arañarlo ellos.

  10. Esto que dices, Tíol Bastón, es algo evidente. El BNG no quiere que exista otro partido bisagra que no sea el propio BNG. Y el PSOE y el PP tienen miedo a que UPyD les quiten votos. Así de simple. Si no fuera así, no habríamos vivido el patético numerito que hizo ayer el Parlamento de Galicia.

  11. Elentir, un partido bisagra es, en teoría, un partido que pivota hacia uno y otro lado abriendo o cerrando el paso según convenga. El BNG siempre abre el paso al mismo lado y lo cierra al otro. Yo le llamaría partido “candado” más que bisagra. ¿No te parece más ajustado a lo que es bloque?

  12. Rosa Díez es muy exhibicionista, le gusta salir en fotos que tocan la fibra sensible de la gente como la que se hizo con el padre la niña violada y asesinada Mari Luz Cortés, la foto con la activista saharaui Aminatou Haidar, su participación cada año en el desfile del Orgullo Gay, donde se ofende salvajemente a la religión católica, etcétera.

    Lo de comparar a los gallegos con el inútil de Zapatero para mí es más denigrante para ella misma que para nosotros. Con ese tipo de declaraciones se descalifica por sí sola.

    Pienso que esa mujer debiera someterse a tratamiento porque, aunque es muy inteligente y dice verdades como puños, se le va la olla demasiado. Y una persona que, además de ser una exhibicionista compulsiva, es incapaz de controlarse, no sirve para representar a nadie. En mi opinión esta mujer tiene algún problema de personalidad, pero no sé cuál, pues no soy psicólogo ni psiquiatra.

    Eso no quita para que los parlamentarios gallegos sean simplemente patéticos. Pero ése ya es otro tema.

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