Un curioso caso en EEUU destapa la incoherencia del dogmatismo progre

¿Por qué no te dejan mentir sobre tu raza o edad pero te animan a mentir sobre tu sexo?

En EEUU han descubierto que una mujer negra, directiva del mayor lobby afroamericano, era en realidad blanca. Al ver la noticia me picó la curiosidad, investigué un poco y... ¡sorpresa!

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Acusada de mentir sobre su raza

Sobre esta mujer me encuentro con la siguiente noticia en la edición británica del digital progre Huffington Post:

Con 37 años de edad, se identificó en su solicitud para el Mediador de la Policía como poseedora de varios orígenes étnicos, incluyendo blanco, negro e Indoamericano.

Se ha abierto una investigación sobre el asunto en el Ayuntamiento de Spokane, para determinar si al hacerlo se violó el código de ética de la ciudad al tergiversar su origen étnico, según el Seattle Times.

He encontrado la Ley Antidiscriminación de Spokane, y concretamente lo que dice en su Sección 01.06.030, dedicada a definiciones:

"Discriminar" significa tratar de manera diferente o desigual por motivos de raza, religión, credo, color, sexo, origen nacional, estado civil, situación familiar, condición de víctima de violencia doméstica, edad, orientación sexual, identidad de género, licencia honorable o estado militar, o la presencia de cualquier discapacidad sensorial, mental o física según la definición de la Ley Americana de Discapacidad y/o la Ley del Estado de Washington contra la Discapacidad, Capítulo 49.60 RCW.

Una ley que define la "identidad de género" pero no la raza

He puesto en negrita lo relativo a "identidad de género". Así es como define la citada ley ese concepto:

"Identidad de Género" significa tener o ser percibido como poosedor de una identidad de género, imagen de sí mismo, apariencia, comportamiento o expresión, sea o no esa identidad de género, imagen de sí mismo, apariencia, comportamiento o expresión diferente de la que se asocia tradicionalmente con el sexo asignado a esa persona al nacer."

Curiosamente, dicha ley define lo que es la "identidad de género", pero no define el término "raza": lo da por sobreentendido. Esta omisión es fácil de comprender: la raza, como el color del pelo o el color de los ojos, es algo que determina la propia naturaleza, y no el sujeto a su placer. Tú podrás untarte de betún, pero si eres blanco, ya puedes gastar un dineral en betún, en rayos uva o en visitar playas soleadas, porque sino al final acabará saliendo a la luz tu piel rosada. De igual forma, podrás ponerte lentillas de colores, pero tus ojos son los que son. También puedes teñirte el pelo, pero al cabo de un tiempo la naturaleza acabará revelando el verdadero color de tus cabellos. Obviamente, que alguien sea negro, blanco, asiático, de ojos marrones o verdes, o de pelo moreno o rubio, a efectos legales debería ser irrelevante. Lo absurdo es que en un sitio donde te dejan mentir sobre tu sexo, puedan tomar medidas contra ti si mientes sobre tu raza.

Si hombre y mujer no son físicamente iguales, ¿cómo elegir ser uno u otra?

Pero lo que señalo en el párrafo anterior es doblemente absurdo, porque si la raza de una persona es irrelevante a efectos legales, su sexo no lo es, como tampoco lo es su edad. No es lo mismo tener 17 años que tener 53 o 75. Un recién nacido recibe más protección que un adulto, porque no puede defenderse por sí mismo. Si eres menor de edad no puedes votar. Si eres un niño, las autoridades incluso te obligan a acudir a una escuela. Una persona de 42 años no puede optar a una pensión de jubilación porque no tiene edad para ello. El sexo también es relevante por un motivo obvio: las diferencias biológicas entre hombres y mujeres. Esas diferencias son las que determinan, por ejemplo, que en las pruebas físicas de acceso a determinados empleos públicos (Policía o Fuerzas Armadas) se establezcan distintos baremos para candidatos y candidatas. Pero además hay una diferencia clave entre ambos sexos: las mujeres pueden concebir, y los hombres no. Aunque obvia decirlo -pero lo digo porque hoy en día hay que recordar lo obvio constantemente-, que una mujer sea estéril no la convierte en hombre, de igual forma que ser impotente no te convierte en mujer: en ambos casos hablamos de las excepciones que confirman la regla.

Objetivo: erosionar la familia como dique frente a la ingeniería social

Durante años nos han machacado con campañas para imponernos los dogmas de la ideología de género, primero a nivel mediático y luego a nivel legal. Hemos llegado al extremo de que en las escuelas se pretenda que los niños elijan su sexo, y que docenas de padres sean encarcelados por negarse a que se imponga a sus hijos ese aberrante adoctrinamiento ideológico. En cada vez más países nos niegan el derecho a afirmar que la realidad humana es sexuada y que el sexo no es fruto de la elección, imponiéndonos una teoría que es rotundamente desmentida, una y otra vez, por la propia naturaleza. Sin embargo, los mismos que imponen eso no nos permiten elegir nuestra edad o nuestra raza, ¿por qué? ¿Tal vez porque eso es irrelevante a la hora de proceder a la destrucción de una institución tan denostada por cierta izquierda como es la familia? Hace dos años una conocida activista gay de EEUU reconoció que su objetivo es destruir la institución matrimonial, que es la base de la familia. Pero ¿por qué ese deseo de destruir la familia? Pues porque la familia, como escuela de valores, ha demostrado ser un dique formidable frente a los proyectos de ingeniería social. Los que quieren someter a toda la sociedad a sus dictados ideológicos saben que no podrán conseguirlo si no debilitan ese dique. Borrar las diferencias sexuales propias de la naturaleza humana y criminalizar a los que las defienden -por ejemplo, acusando de "segregar" y llamando "sexistas" a los que eligen la educación diferenciada- es la forma que tienen de agredir y erosionar a la familia para que deje de resistirse a sus dictados.

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Comentarios:

  1. Ginés

    Gran artículo, Elentir, me ha encantado.

  2. Muchas gracias, Ginés. 😉

  3. Sauron

    En el fondo al feminismo no le interesa que se pueda uno cambiar de sexo fácilmente. Es una de sus infinitas contradicciones que lo son por intereses espurios o quizá porque en el fondo no se creen realmente lo que dicen.

    Un ejemplo:

    Si tal y como dicen ellas, uno pudiese sentirse hombre o mujer a voluntad y cambiarlo en el DNI, entonces no servirían de nada los privilegios legales que tienen las mujeres por el hecho de serlo.

    Es decir, si eres varón y te cambias legalmente de sexo y en tu DNI pone que eres mujer, entonces no te alcanzan las leyes de violencia de género y encima puedes acceder a toda la pléyade de ayudas que hay para las mujeres (Subvenciones, ayudas, ventajas, cuotas, etc,etc,etc).

    El feminismo será muy contradictorio, pero de tonto no tiene un pelo.

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