A CCOO le molesta que ejerzas tu derecho a elegir la formación religiosa de tus hijos

Este martes, en rueda de prensa, la Federación de Enseñanza del sindicato izquierdista Comisiones Obreras hizo exhibición, sin sonrojarse, de su intolerancia y de su miedo a la libertad.

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El cese de la discriminación de la religión dispara las matriculaciones

Según ese sindicato, en la Comunidad de Madrid ha aumentado en un 150% el número de alumnos de 1º de Bachillerato que han decidido matricularse en la asignatura de religión. La pregunta obvia ante un hecho así es la siguiente: ¿y a CCOO qué narices le importa lo que elijan los alumnos o sus padres? Si no le gusta lo que han elegido, en el sindicato tienen a su vez tres opciones para elegir: resina, ajo y agua. Pero en CCOO no disimulan: "En CCOO siempre hemos estado en contra de que la religión confesional se introduzca en el currículo escolar", dicen en el sindicato. Según CCOO, el repunte se debe a que ahora esa asignatura ha vuelto al horario lectivo y al currículo académico, es decir, que ahora matricularse en religión no implica que te discriminen por ello, y la gente se matricula más. Ante este hecho la queja de CCOO resulta tan cínica como la afirmación de muchos nacionalistas catalanes de que son poquísimas las familias que eligen escolarizar a sus hijos en español en Cataluña, una opción que ni siquiera ofrece la Generalidad.

La receta de CCOO: volver a penalizar a quienes eligen la asignatura

Se demuestra, en fin, que en igualdad de condiciones, las familias eligen religión. Porque les da la gana. ¿La solución de CCOO? Que la asignatura vuelva estar "fuera del horario lectivo", es decir, que se vuelva a discriminar a las familias que la eligen. Más allá de su fobia a la religión -a la católica, claro: de la musulmana no dicen ni pío-, lo que evidencia la posición de CCOO es un descarado desprecio por el derecho de las familias a ejercer las libertades que les reconoce la Constitución, en concreto, el derecho plasmado en su Artículo 27:

"Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones."

CCOO quiere imponerte una escuela laica, diga lo que diga la Constitución

Muestra del desprecio de CCOO por los derechos de las familias es el comunicado publicado por ese sindicato el 26 de febrero en su web:

"CCOO defiende una escuela laica y se opone con rotundidad a que la religión se imparta dentro del horario lectivo del alumnado y a cualquier tipo de adoctrinamiento a través del currículo."

Por supuesto, CCOO puede defender una escuela laica, atea o incluso jedi, mientras no se la quiera imponer a los hijos de los demás. Hay que decir que en la Constitución no figura por ninguna parte que la escuela tenga que ser laica. El citado Artículo 27 sí que señala lo siguiente:

"Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza."

Dicho sea de otro modo: los españoles no estamos obligados a someternos a lo que CCOO quiera imponernos. Tenemos derechos. Y prueba de que en dicho sindicato conocen esos derechos es que ese comunicado difundido el 26 de febrero apuntaba lo siguiente: "CCOO denunció ante instancias nacionales y europeas la vulneración de determinados apartado del artículo 27 de la Constitución Española, que garantiza el derecho a la educación." Lo que CCOO no decía es que ese Artículo 27 tiene otros apartados que recogen derechos que ese sindicato no respeta. Pero esto ya no puede sorprender a nadie que conozca la trayectoria de ese sindicato, afín a la coalición comunista Izquierda Unida, conocida valedora de dictaduras como la de los hermanos Castro en Cuba y la de Nicolás Maduro en Venezuela. Si el modelo educativo que propone CCOO es el de una dictadura comunista -eso parece-, al que hay que expulsar de las escuelas es a ese sindicato, por atacar nuestras normas de convivencia y los pilares más básicos de nuestra democracia, y en concreto, el derecho de los padres a "escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos", y la libertad "de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza". Y cito entre comillas lo que dicen respectivamente los Artículo 26 y 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.