Plantar cara al totalitarismo


"Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno sólo."

¿A que esta frase tiene sorprendentes parecidos con muchas declaraciones "buenistas" que podemos escuchar desde hace semanas? Estoy seguro de que Zapatero la firmaría encantado, y de que no pocos dirigentes socialistas se lo enviarían al PP y la AVT en forma de reproche por "no querer la paz".

Pues bien, esta frase la pronunció Arthur Neville Chamberlain, primer ministro británico de 1937 a 1940 y principal defensor de la idea del 'apaciguamiento', teoría según la cual compensaba hacer ciertas cesiones frente al totalitarismo -más concretamente, frente al nazismo- para obtener a cambio la paz. Una paz que él creyó garantizada cuando volvió a Gran Bretaña con un mísero papel que recogía el compromiso del régimen nazi de no iniciar hostilidades, a cambio de que Gran Bretaña permaneciese impasible ante la anexión alemana de la región checoslovaca de los Sudetes. Un año después, estallaba inevitablemente la guerra.

Por cierto, que la foto la he encontrado en otro blog. Y recojo la explicación del autor de este blog, señalando que la foto está sacada en los Sudetes, "durante la ocupación alemana en 1938. La mujer no es nazi, es una campesina checa obligada a saludar como tal. Dejaba de ser persona, pasaba a ser una subhumana."

Hasta que se inició la Segunda Guerra Mundial, el gran rival de Chamberlain, Wiston Churchill, fue considerado un aguafiestas, un belicista y un agorero por su firme determinación de plantar cara a los nazis. Churchill -como la historia se encargó de demostrar- tenía razón. Una razón que plasmó en una frase histórica que lanzó contra Chamberlain: "tuvo para escoger entre la vergüenza y la guerra; escogió la vergüenza y tendrá la guerra".

Creo que saltan a la vista las clarísimas analogías que se pueden establecer entre la actitud servil y claudicante del Gobierno de Zapatero ante ETA, y la cobardía que llevó a Chamberlain a dejar los Sudetes en manos de los nazis, por el miedo que aquél tenía a un posible conflicto con el Tercer Reich. Lo que me preocupa es lo poco que ha aprendido de la historia el Gobierno de ZP, y cuántos ciudadanos españoles se verán obligados a pasar por el aro de ETA y del nacionalismo igual que esa campesina checa era obligada a hacer el saludo nazi en 1938.

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