Los extremos se tocan: judeófobos y anticatólicos de ultraderecha y ultraizquierda coinciden en Madrid

Como ya saben los lectores de Batiburrillo, hoy se dan cita en Madrid radicales de ambos extremos. La jornada se anuncia tensa y han sido puestos en alerta todos los Policías antidisturbios de la capital. Lo curioso de este agitado día será que podremos encontrar posturas coincidentes entre los radicales de izquierda y los de derecha.

Es el caso del norteamericano David Duke, un ex-miembro del Ku Klux Klan y ex-representante del estado de Louisiana, que ha sido invitado por Democracia Nacional para dar una charla en Madrid. Este político racista se fue hace dos años a Siria a mantener una reunión de apoyo al Presidente sirio Bashar al-Assad. Sus planteamientos no se limitan a criticar el Estado de Israel, sino que defiende posiciones abiertamente antijudías, sin más.

Para quienes conozcan la naturaleza racista y supremacista del Ku Klux Klan, sabrán que sus integrantes no sólo dirigen su odio irracional contra judíos, negros e hispanos, sino también contra cualquier persona de otra raza o religión que no sea la raza blanca anglosajona y la religión protestante. Entre los destinatarios de su odio señalan también a los católicos. David Duke viene, sin embargo, a dar su conferencia a un país de tradición y mayoría católica como es España. Confieso que no salgo de mi asombro.

El caso es que al otro lado del escenario, la extrema izquierda defiende un discurso judeofóbico que ya no se distingue gran cosa de los postulados de David Duke. El 6 de agosto de 2006, por citar un ejemplo, la Coordinadora Antifascista de Madrid difundía un manifiesto con el título "El Medio Oriente será la tumba de Israel", en el que afirmaba -agarraos, que hay curva- que "el sionismo y el nazismo son dos ideologías hermanas". Los autores de esta burrada son los mismos que han convocado algunos actos de extrema izquierda esta semana en la capital de España.

Las coincidencias entre extremos no acaban ahí. Obvia decir que es más bien escaso o nulo el aprecio que sienten por los católicos los ultraizquierdistas de la Coordinadora Antifascista, especialmente si tenemos en cuenta que la citada entidad está formada por múltiples grupúsculos comunistas, encabezados por la Unión de Jóvenes Comunistas de Madrid, es decir, los cachorros del PCE.

Como liberal, defiendo el derecho a la libre expresión de opiniones e ideas de todos aquellos que sean capaces de manifestarse sin promover, ni justificar ni emplear la violencia. Eso no me impide expresar mi profundo desprecio hacia las formas de racismo que han prendido en el fanatismo ideológico de la extrema derecha y de la extrema izquierda. Me indigna, como ser humano, que después de todo lo ocurrido en el siglo XX, aún haya gente capaz de odiar a otros por el hecho de ser negros, asiáticos, hispanos o judíos, o por profesar la religión católica o la judaica.

A diferencia de ellos, los liberales nos negamos a pisotear los derechos de nadie, incluídos los de esos apologistas del odio más irracional. A diferencia de ellos, a los liberales nos importan nuestros semejantes con independencia de su raza o religión, y defendemos los derechos humanos para todos: cristianos, judíos, negros, asiáticos, hispanos o mediopensionistas. Frente al racismo y al odio, nosotros tenemos la fuerza de la libertad.

No te pierdas las novedades y contenidos que te interesan. Recibe gratis el boletín diario en tu correo electrónico:

Opina sobre esta entrada:

Debes iniciar sesión para comentar. Pulsa aquí para iniciar sesión. Si aún no te has registrado, pulsa aquí para registrarte.