Yo también marcaré esa casilla

En mi corchera hay clavado un papel que sólo de verlo me da pereza. Pone simplemente, en letras negras, "Renta". Pero, en fin, no voy a hablar aquí de los papeleos fiscales que me toca hacer cada año. Sólo quiero decir que, al igual que el socialista Paco Vázquez, yo también marcaré la casilla de la Iglesia en el IRPF.

Desde este año, la Iglesia Católica es la única entidad privada que se financia de forma íntegra mediante la asignación voluntaria de cada contribuyente. Aunque no me gusta el actual modelo fiscal existente en España, ésta es la única posibilidad que tengo de escoger en alguna medida el destino de mis impuestos.

Obviamente, en la Iglesia, como en todas partes, hay gente que me cae mejor o peor. Lo que sí que hay es mucha gente buena dando su vida, su tiempo y su trabajo por los demás sin esperar nada a cambio. Es por ellos por quienes marcaré esa casilla.

Personalmente, espero que pronto se aplique el mismo criterio a las demás confesiones, que van a seguir recibiendo subvenciones directas del Estado a través de una fundación creada al efecto. Excuso decir que la medida me parece también aplicable a los partidos políticos y a los sindicatos. ¿A cuenta de qué tengo que sostener con mi dinero a partidos y sindicatos que no me gustan?

Por supuesto, lo deseable sería que todas estas entidades se autofinanciasen por su cuenta, y que el sistema fiscal estuviese sólo para las cosas más imprescindibles. Desde luego, en ese caso la Iglesia tendría menos problemas para encontrar donantes de los que se encontrarían las ONGs, los partidos o los sindicatos.

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Comentarios:

  1. Yo tambien marco la casilla para la Iglesia Católica.
    Tienes un premio en mi blog blumuneando.
    Saludos.

  2. Totalmente de acuerdo. Y a lo de los sindicatos y partidos, añadiría también un recuerdo a las subvenciones al «arte» español. ¿A santo de qué tenemos que pagar a los «artistas» politizados que no saben hacer más que ladrar cuando llegan citas electorales?

  3. Muchas gracias, Blumun. 😉

    Jorge, estoy de acuerdo contigo en lo de los artistas. No entiendo a cuento de qué el Estado tiene que financiar los negocios privados de estos personajes.

  4. Paco Vázquez es un tío enorme!

  5. Rob Heinlein

    Estar a favor de que el estado recaude fondos para una institución privada como la Iglesia me parece profundamente equivocado. El sentimiento religioso pertenece al ámbito de la libertad personal, exactamente igual, y en eso sí que estoy de acuerdo con usted, que la sensibilidad artística. Los liberales católicos, que los hay y muchos, deberían ser los primeros en oponerse a estos burdos patronazgos maoistas. ¿O debemos recordar el uso y abuso que el partido comunista chino ha hecho de «sus» religiones. Asepsia liberal.

  6. A mí lo que me pasma es que las inquietudes de algunos en lo que respecta a la recaudación del Estado se centren en la Iglesia Católica, a la que los contribuyentes decidimos libremente si queremos hacer una asignación o no, y no hacia los partidos o los sindicatos, que también son entidades privadas, que sostienen con dinero público cuestiones ideológicas que también pertenecen a la intimidad personal, pero a cuya financiación no podemos negarnos los contribuyentes.

    Por lo demás, comparar la situación de la Iglesia Católica en China, donde los católicos viven en la clandestinidad, con la que tiene en España, me parece una falta de seriedad.

  7. Rob Heinlein

    Los partidos y los sindicatos no eran el tema sobre el que ud posteó pero desde luego que deberían autofinanciarse, exactamente igual que la Iglesia, que todas las iglesias. El ejemplo norteamericano, donde las iglesias reciben un trato fiscal favorable como fundaciones sin ánimo de lucro , pero ni un dólar del contribuyente, debería iluminarle.

    Tampoco criticaba esa financiación, criticable por cualquier liberal con sentido común, sino el hecho de utilizar al ESTADO como organismo recaudador. A mí no me gustaría que fuera Hacienda la que recaudara mis facturas telefónicas. Entendiendo, claro está, que dejo fuera las ayudas estatales a la labor social de la iglesia, que se recaudan de la otra casilla.

    Y por supuesto no me refiero a la religión católica en China, insignificante a todas luces, sino a la estatalización de otras como el budismo y el taoismo que han realizado los comunistas durante varias décadas.

    Saludos y gracias.

  8. Si observas el cuarto párrafo de esta entrada, hago en él referencia a los partidos y a los sindicatos. Y en el último párrafo dejo clara mi posición: «Por supuesto, lo deseable sería que todas estas entidades se autofinanciasen por su cuenta, y que el sistema fiscal estuviese sólo para las cosas más imprescindibles».

    Claro que si hay cientos de ONGs, sindicatos y partidos que se financian a costa de las arcas públicas, no entiendo las prisas de los laicistas por acabar con la financiación de la Iglesia pero sin tocar todo lo demás.

  9. Rob Heinlein

    «no entiendo las prisas de los laicistas por acabar con la financiación de la Iglesia pero sin tocar todo lo demás».

    ¿De verdad no las entiendes? Dime qué hay de bueno en mezclar Religión y Estado. Y usar «todo lo demás» como coartada para no cambiar esta lacra es una posición como poco corta de vista.

    Gracias.

  10. No veo mezcla entre Estado y religión en el hecho de que yo asigne voluntariamente una parte de mis impuestos a la Iglesia Católica. Claro que si eso es cierto, entonces la asignación obligatoria de parte de mis impuestos a determinados partidos supondrá el confesionalismo ideológico del Estado, algo que contraviene su teórica neutralidad ideológica, ¿no crees?

    Lo que a mí me pasma es que los mismos laicistas que se oponen a esa asignación libre y voluntaria mediante una casilla del IRPF, al mismo tiempo apoyen la financiación a cuenta del Estado de entidades privadas que sostienen intereses ideológicos y partidistas. Me parece un gran contrasentido, por no decir una tremenda muestra de hipocresía.

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