¿Acepta el Papa una ideología perversa?

"Con un conocimiento estupendo de las fuentes y con una lógica contundente, usted analiza la esencia del liberalismo a partir de sus fundamentos, mostrando que en la esencia del liberalismo se encuentra el enraizamiento en la imagen cristiana de Dios: su relación con Dios, de quien el hombre es imagen y de quien hemos recibido el don de la libertad." (Carta de Benedicto XVI al senador liberal italiano Marcello Pera, 4-9-2008). "El problema del liberalismo consiste en que es individualismo puro y duro, es ideología perversa porque fundamenta la política y la economía en el egoísmo humano." ("La perversión liberal", por Manuel María Bru, director de contenidos socio-religiosos de la COPE, hoy). ¿Acepta el Papa una ideología perversa, padre Bru? ¿A quién he de hacer caso como católico, al Papa o a usted?

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Comentarios:

  1. depri

    Yo creo que se estaba metiendo con Federico Jiménez Losantos. De hecho, me parece que ha hecho alusión a su emisora sin nombrar ni al medio ni al comunicador, pero que se estaba refieriendo a él me parecia evidente.

  2. Melanguí

    Como cualquier cosa de la Cope, ahora no me parece bien, a tu pregunta, lo que diga el Papa, y por descontado nada de lo que diga Bru, que tiene apellido de friega platos.

  3. Don Manuel María Bru, aparte de otras consideraciones, tiende a asimilar el significado de individualismo al de egoísmo. Y digo yo que será porque acaban en ismo. Cuando un sistema político hace recaer la responsabilidad en el individuo, éste podrá ser egoista o no, tacaño o desprendido, etc.. Si el colectivo anula al individuo, a este no le cabe ser nada. Su voluntad quedará anulada y dejará de ser libre. Desde luego que en esa situación no podrá ser egoista. A lo mejor es eso lo que pretende Don Manuel.

  4. yavembar

    Creo que estás tergiversando las palabras del papa. Éste felicita al autor del libro (el citado senador) por la tesis que presenta en el mismo. Evidentemente, el liberalismo (y el socialismo) tienen su raíz en el cristianismo, porque nacieron en una Europa cristiana. Pero ambas, como ideologías, son incompletas y ,ambas, si se dejar mediatizar y complementar por el cristianismo podrán estar al servicio del hombre. Si no es así, se convierten (el liberalismo y el socialismo, o cualquier otra ideología) en enemigos del hombre, ya que la característica de toda ideología es su visión parcial del hombre, por lo que le da respuestas parciales cuando éste lo que busca es la plenitud.

  5. No he tenido por menos, Elentir, que enlazarte la entrada.

    http://batiburrillo.redliberal.com/013609.html

  6. La plenitud socialista es totalitarismo.

  7. Excelente artículo Elentir. Como siempre, dando en la diana.
    Te copio 🙂

  8. D45

    Hazle caso a Su Santidad, que para importancia, me quedo con él. Entre el Papa y uno al cual solo le conocen en su casa me quedo con el Papa, aunque desde la última encíclica no sé que decirte.

    Saludos.

  9. Yavembar, yo no tergiverso nada. Las palabras del Papa son lo bastante claras como para tener que añadir nada, por eso ni siquiera las he comentado. Y desde luego no le he visto decir a Benedicto XVI nada parecido sobre el socialismo.

    Si el Papa opinara como el Padre Bru, desde luego, se lo habría dicho al senador Marcello Pera, ¿no crees? Pero en la carta del Papa no hay ni rastro de esa supuesta perversidad que Bru le atribuye al liberalismo.

    En fin, personalmente ya no me extraña que el odio del padre Bru hacia los liberales le lleve a llevar la contraria al Papa. Hace un año, el padre Bru llegó a escribir sobre los liberales que «su característico individualismo autosuficiente le lleva a magnificar el derecho a su propia libertad, y minimizar, cuando no negar, el derecho a la libertad de los demás», una grandísima tontería que ya contesté aquí. En marzo de este año el odio de Bru al liberalismo le llevó incluso a despreciar y criticar la campaña de ayuda a los pobres dirigida por Jiménez Losantos desde la COPE, sin nombrarla directamente, como siempre, claro.

    Desde luego, me pregunto si para el padre Bru el principal problema que tiene este país es el liberalismo, teniendo como tenemos a los socialistas en el poder. Leyendo su blog y escuchando sus editoriales, cualquiera diría que sí.

  10. Os lo digo de primera mano, dentro del catolicismo el liberalismo es mal visto por razones muy sencillas. En primer lugar los «liberales» del XIX (que atentaban contra la vida, la propiedad privada, la libertad religiosa… curiosos liberales pues) ocasionaron muchos daños a la Iglesia Católica, pero aún hay más, puesto que algunos liberales incurren en graves errores, como son el relativismo moral y ético, el reduccionismo ideológico, el utopismo… pero sobretodo el error consistente en creer que el ejercicio de la libertad individual es única fuente de legitimidad de los actos humanos; ideas que de ser llevadas a la práctica menoscabarían la vida, la libertad y la dignidad del ser humano. Esto lo vio Hayek en su día (condenas al reduccionismo del laissez faire, clamor por el imperio de la ley, cuidado de los más debiles…), en todo caso el propio Papa en dicha carta dice algo más que considero relevante, Elentir:

    «Usted muestra que el liberalismo, sin dejar de ser liberalismo, más bien, para ser fiel a sí mismo, puede referirse a una doctrina del bien, en particular a la cristiana, que le es familiar, ofreciendo así verdaderamente una contribución para superar la crisis».

    Un abrazo

  11. Sin embargo, dentro de la Iglesia Católica hay una gran apertura intelectual a lo que de bueno le pueden aportar aquellos que actualmente nos llamamos liberales y a la vez católicos. Ciento cincuenta años después del Syllabus, la Libertas Praestantissimum o del célebre libro El liberalismo es pecado, creo que pocos son los que dentro de la Iglesia atacan tan abiertamente el liberalismo actual sin estar afectados por prejuicios o desconocimiento acerca de lo que realmente hablan.

  12. Muy cierto, Daniel. Pero también es cierto, que muchos católicos han apoyado y siguen apoyando a ideologías abiertamente anticatólicas, y no por ello el cristianismo en general -católicos, protestantes y ortodoxos incluidos- ha de considerarse una religión perversa. El padre Bru debería diferenciar entre una ideología con diversas tendencias en su seno, como es el liberalismo, y la actitud concreta de algunos liberales.

    Por otra parte, valorar el liberalismo del siglo XXI con los parámetros del liberalismo del siglo XIX, como hace el padre Bru, es como decir que la Iglesia Católica rechaza la democracia porque lo dice Pío IX…

    Por cierto, una curiosidad: el libelo «El liberalismo es pecado» era la lectura de cabecera favorita de Sabino Arana Goiri, el fundador del PNV. Sobre las demoníacas características que daba a los liberales el autor de ese libelo, el sacerdote Félix Sardà y Salvany, escribí un artículo en diciembre de 2007 aquí:

    https://www.outono.net/elentir/?p=2273

    De todas las chorradas que escribió el padre Sardà en ese libro me quedo con dos que muestran a las claras el brutal empeño demonizador de ese hombre hacia el liberalismo:

    “De consiguiente, el Liberalismo, que es herejía, y las obras liberales, que son obras heréticas, son el pecado máximo que se conoce en el código de la ley cristiana.

    “De consiguiente (salvos los casos de buena fe, de ignorancia y de indeliberacion), ser liberal es más pecado que ser blasfemo, ladron, adúltero u homicida, o cualquier otra cosa de las que prohibe la ley de Dios y castiga su justicia infinita.”

    Pues eso. De risa. Y más de risa todavía que aún haya gente hoy en día que repite estas barbaridades como si fueran dogma de fe…

  13. Como católico me entristece este rechazo frontal a la Economía de Mercado. Esto me recuerda a las discusiones que tenía en mi adolescencia con compañeros que apoyaban la Teología de la Liberación. El problema está en que a veces se empieza atacando al mercado y se termina en posturas socialistas. Y que conste que no hago juicios acerca de las buenas intenciones de estas personas. Pero los que apoyamos la Economía de Mercado también tenemos buenas intenciones. Hace unas semanas se anunciaba en el programa «El Espejo» de La Cope un curso titulado “Trabajo sobre Capital” cuyo tono me sorprendió un poco. Lo que descubrí después de un rato de investigar me sorprendió un poco más. Si alguien tiene interés, lo puede ver en mi blog (y perdón por la autocita). De antemano, por si alguien se siente ofendido, vuelvo a reiterar que mi intención no es valorar las buenas o malas intenciones de nadie. Tan sólo exponer mi punto de vista en la discusión si la Doctrina Social de la Iglesia y la Economía de Mercado son compatibles.

  14. Álvaro Fernández

    Estimado «Elentir», le guste a usted o no, el liberalismo es una ideología repetidamente condenada por la Iglesia a través de diversas encíclicas papales, como sin lugar a dudas usted ya sabe. El liberalismo ha sido definido por la Iglesia como una forma de pensamiento plenamente antropocéntrica, que niega la autoridad de Dios y lo expulsa de la vida pública relegándolo a la esfera estrictamente privada. Y, en esencia, ésa es una característica del liberalismo que no ha variado a lo largo de las décadas. Por lo tanto, ¿quién se equivoca, los papas que alertaron acerca del peligro modernista/liberal, o Benedicto XVI?

  15. yavembar

    Quizá, la palabra tergiversar no haya sido la adecuada. Pero no creo que, en esta carta, el papa apoye al liberalismo, sino que felicita al autor por la tesis de éste, que parece ser (no he leído el libro) que el liberalismo como ideología se completa con la visión cristiana.

    Lo que ocurre, es que una cosa es el liberalismo y otra, los liberales. El liberalismo como ideología y como filosofía es muy perjudicial para la sociedad y ataca frontalmente la doctrina católica. Puede tener aciertos, pero yo diría que «de rebote», ya que el principio del liberalismo (la total autonomía del hombre, el hombre hecho a sí mismo) ha tenido algunas consecuencias buenas (como las democracias) y muchas malas que van, desde el reconocimiento de derechos que no existen, el desprecio a la idea de una Verdad universal(aunque eso ya venía de antes), a no concebir al hombre como criatura y al relativismo.

    Por otra parte, están los liberales que, si son cristianos, mediatizan la ideología (de pretensiones indibvidualistas y maerialistas en su origen) y utilizan lo bueno de ella que pueda seguir la doctrina cristiana. Luego, hay otro tipo de liberales cristianos que supeditan su Fe a su ideología con los desastres que todos conocemos (pero digamos que esos son los liberales malos).

    Por cierto, no creo que el rechazo del liberalismo lleve, ineludiblemente, a la defensa del socialismo, eso le pasa a los cristianos que supeditan su Fe a su ideología. Como católicos, creoq ue podemos proponer alternativas a ambos sistemas, la DSI es más rica qu cualquier ideología.

  16. museros

    Eetión:

    Creo que no me equivoco que el tema de la entrada es el liberalismo, no la «economía de mercado» (ambos conceptos no son sinónimos ni la ausencia de uno implica la automática ausencia del otro).

    Varios Papas han condenado (ex-catedra, mediante encíclicas) el liberalismo, y no hace tanto: Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, San Pío X, Pío XI y Pío XII. (copio del blog clamareneldesierto.blogspot.com). Estos Papas avisaron de que el liberalismo era aún más peligroso que el comunismo, ya que era un enemigo menos fácil de identificar como tal (y es, añado, la rendija por la que luego se cuelan todos los males totalitarios del socialismo: Todo empieza con «que cada uno haga lo que quiera mientras no haga daño a nadie» y con el «tenemos que tolerarnos los unos a los otros» y acabamos con que los que pedían permiso para hacer lo que querían sin molestar a nadie quieren luego imponernos a todos su forma de pensar y de actuar.

    Así que, copiando el esquema de la pregunta lanzada en la entrada del blog: En caso de duda a la hora de interpretar las cosas, ¿a qué hacemos caso? A ocho encíclicas o a una carta personal?.

    Además, Benedicto XVI no habla del liberalismo, sino de la esencia del liberalismo y lo común que tiene con la esencia del cristianismo. También hay ideas del socialismo que, si se toman aisladas del conjunto ideológico del que forman parte, parecen idénticas a algunas del cristianismo. Y, utilizando esas similitudes sacadas de contexto, algunos han pretendido vender el socialismo como una ideología compatible con el cristianismo. Lo mismo que algunos intentan hacer de un tiempo a esta parte con el liberalismo.

    Así que creo que el que, basándose en una frase aislada sacada de una carta personal, piense que Benedicto XVI está alabando a la ideología conocida como «liberalismo» (del que la economía de libre mercado – que, como tal, nunca ha sido condenada por ningún papa, por cierto- es sólo una parte, y no exclusiva de esta ideología, además) se está equivocando.

  17. Eetión, bienvenido a Contando Estrelas.

    Lo del Movimiento Cultural Cristiano y el Partido SAIn es un caso curioso. Se declaran socialistas pero defienden un socialismo no marxista, son católicos fieles al Papa y están contra el aborto. En resumen, que poco o nada tienen que ver con la llamada Teología de la Liberación. De todas las tendencias socialistas que conozco, desde luego, me parece la más positiva, aunque como liberal mantengo diferencias insalvables con ellos en el terreno de la economía, claro.

    Lo que me parece curioso es que la COPE promueve este tipo de socialismo -por supuesto, creo que el MCC y el SAIn tienen todo el derecho del mundo a considerarse socialistas del modo que lo hacen-, mientras su director de contenidos socio-religiosos abomina del liberalismo y de los liberales. Y es que, si nos atenemos a los hechos y a los argumentos que utilizan los socialistas con tanta frecuencia -como que el liberalismo genera desigualdades y miseria-, hay que decir que el socialismo ha generado muchísima más miseria que ninguna otra de las ideologías existentes en el último siglo (por lo menos de las que ahora recuerdo), y también ha generado unas desigualdades tanto o más injustas que las del resto, puesto que en el socialismo la desigualdad viene dada no por el esfuerzo, el acierto o el mérito que demuestra uno con su trabajo, sino por la posición que uno ocupa dentro del régimen político. Si uno es del cuadro dirigente vive en la opulencia, y si no lo es, entonces nada en la miseria.

    Álvaro Fernández, usted no sólo confunde liberalismo con laicismo, sino que además sostiene que el Papa acepta una ideología política condenada por la Iglesia (manda truco), y para redondear el número insinúa usted que Benedicto XVI se equivoca. Si a mí se me ocurriera decir en este blog tales cosas, alguno me pondría de hereje para abajo y me apuesto a que alguien pediría mi excomunión. Pero bueno, por lo que parece, cierto tradicionalismo católico sigue empeñado en ser más papista que el Papa y en descalificar al Papa cuando éste dice o hace algo que no se ajusta al afán de dicho tradicionalismo por convertir la religión católica en una simple forma de moralismo. Ya lo hicieron en tiempos los lefevristas, los sedevacantistas y otros. Nada nuevo en la viña del Señor, en fin.

    Yavembar, observarás que el Papa no se reriere a los «liberales», sino al «liberalismo» cuando dice que «en la esencia del liberalismo se encuentra el enraizamiento en la imagen cristiana de Dios». ¿Te parece a ti que esas palabras del Papa se ajustan a lo que tú presentas como una ideología «muy perjudicial para la sociedad y ataca frontalmente la doctrina católica»? ¿Te imaginas al Papa hablando del ateísmo o de la masonería en esos términos? En fin, es que esto ya me parece surrealista…

    Y ojo, no te confundas: yo no digo que el Papa apoye el liberalismo, sino que lo acepta. Son cosas muy distintas. Yo acepto el hecho de que haya socialistas católicos, pero eso no significa que yo sea socialista. Y el Papa se limita a aceptar que haya liberales que esfuerzan por establecer una conexión entre su ideología y su religión, igual que hay socialistas y conservadores que hacen lo mismo. ¿Tanto cuesta tener una pizca de tolerancia, como la tiene el Papa, y aceptar que los católicos no tenemos una ideología política determinada, porque la Iglesia no nos la impone? ¿Tanto cuesta entender que la Iglesia no es un partido político, ni un club ideológico y que deja un amplio margen de libertad a sus hijos para que ofrezcan propuestas políticas en el ámbito temporal? Es que, en fin, estas discusiones en el siglo XV, pues pase, peso es que estamos en el siglo XXI…

    En cuanto a la confusión que haces entre liberalismo y relativismo, es un argumento muy viejo y ya contestado hasta la saciedad. Yo ya le he dedicado dos artículos en este blog:

    https://www.outono.net/elentir/?p=3582
    https://www.outono.net/elentir/?p=7436

    A estas alturas de la historia, repetir una y otra vez que ser liberal es ser relativista o laicista es tan disparatado como decir que ser conservador o católico implica defender el cesaropapismo o el absolutismo.

    A veces, sinceramente, tengo la sensación de estar discutiendo temas que parecen sacados de los libros de historia de los siglos XVIII y XIX, y no del siglo XXI en el que vivimos. Sería de agradecer, en fin, que quienes se empeñan en criticar al liberalismo lo hagan, al menos, preocupándose antes de informarse de lo que es el liberalismo hoy en día, preocupándose de no confundir sin más todo lo que se ha etiquetado como «liberal» (en EEUU, por ejemplo, se hacen llamar así los progres), estudiando sus diversas tendencias y las diferencias que existen entre ellas. Eso a menos, claro, que vuestras críticas al socialismo actual las fundamentéis en que no os gustan nada los falansterios de Fourier o en que la Comuna de París está muy mal gestionada…

  18. Museros: «Varios Papas han condenado (ex-catedra, mediante encíclicas) el liberalismo, y no hace tanto: Gregorio XVI, Pío IX, León XIII, San Pío X, Pío XI y Pío XII. (copio del blog clamareneldesierto.blogspot.com).»

    Y de una referencia en un blog, sin leer lo que han escrito esos Papas (el último, de la primera mitad del siglo XX) sobre el liberalismo filosófico -que no el político ni el económico, ¿tú afirmas esa condena al liberalismo político y económico en pleno siglo XXI?

    Hombre, ya puestos, Museros, podrías haber copiado del mismo blog que citas su artículo de rechazo al «mundialismo» de la última encíclica del Papa Benedicto XVI, rechazo fundamentado (y cito) de un artículo del «Superior del Distrito de América del Sur de la HSSPX». ¿Sabes qué es la HSSPX? Pues la Hermandad Sacerdotal de San Pío X, es decir, el grupo cismático de monseñor Marcel Lefebvre, una de cuyas motivaciones fue el rechazo de este arzopispo francés a la aceptación de la libertad religiosa por el Concilio Vaticano II.

    En fin, si es con estos argumentos con los que se rebate al Papa, apaga y vámonos.

  19. Maite C

    De acuerdo con Alvaro Férnandez, Yavembar y Museros.
    En efecto, el liberalismo está condenado por la Iglesia, y que yo sepa a día de hoy continua vigente.

    En esta carta personal, S.S.Benedicto XVI no se refiere al liberalismo como doctrina. Yo creo que has sacado fuera de contexto la frase del Papa que está totalmente de acuerdo con la Doctrina de la Iglesia sobre el liberalismo.

    Y lo siento Elentir, pero la pregunta de tu blog me parece totalmente tendenciosa.

    Que estés en contra de Manuel Maria Bru y quieras rebatir sus argumentos tienes derecho. A poner al Santo Padre en entredicho, como católico,no.

  20. Maite, esto tiene gracia. 😆 Es decir, que apoyas a Álvaro Fernández, que insinúa que Benedicto XVI está equivocado, y a Museros, que se apoya en un blog lefevrista para sentar cátedra, y me criticas a mí por poner «en entredicho» al Papa, cuando es evidente que he respaldado abiertamente sus palabras. Una vez más, surrealista, en fin.

    Por cierto, te recuerdo que las condenas de la Iglesia contra el liberalismo como doctrina filosófica -no como teoría política ni económica- son contemporáneas a las condenas papales -sobre todo de Pío IX- contra la democracia y a la libertad religiosa y de culto, democracia y libertades defendidas con valentía por Papas como Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora ya sólo me falta leeros que Juan Pablo II y Benedicto XVI se equivocaron al defender la democracia y que un buen católico ha de ser antidemócrata…

    Pero bueno, estamos en lo de siempre: os empeñáis en valorar cuestiones políticas del siglo XXI con criterios del siglo XIX, cosa que ni siquiera hace ya Benedicto XVI y que tampoco hizo Juan Pablo II, y lo hacéis para saldar a costa de la Iglesia un debate político e ideológico -que no religioso ni filosófico-, excluyéndonos de la Iglesia a quienes defendemos una ideología que -repito- el propio Papa considera compatible con la fe católica. ¿Y aún me acusas a mí de poner en entredicho al Papa, Maite…?

  21. D45

    Elentir, creo que hoy los habituales te están gastando una broma de las buenas…

  22. Álvaro Fernández

    Estimado «Elentir»: yo no insinúo que Benedicto XVI esté equivocado. Yo lo afirmo categóricamente. Cualquier muestra de aprecio, afinidad o comprensión por parte del Sumo Pontífice hacia una ideología que en reiteradas ocasiones ha sido condenada por la Iglesia, es, sin lugar a dudas, una equivocación, ya que esa actitud colisiona frontalmente con el posicionamiento oficial de la Santa Iglesia Católica repetidamente expresado en sucesivas encíclicas. Unas encíclicas que reflejan bien a las claras la oposición rotunda de la Iglesia al liberalismo como doctrina por su incompatibilidad sustancial con la Fe Católica.

    Por otra parte, usted insiste machaconamente en despreciar -de forma poco caritativa, todo sea dicho- la obra «El liberalismo es pecado», del Padre Sardá y Salvany. Pues bien, sepa usted que dicha obra recibió la aprobación de un tal Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci, más conocido en aquella época como Su Santidad León XIII.

  23. Maite C

    He apoyado a estas personas en lo básico. Que el liberalismo está condenado por la Iglesia.

    Esta carta privada que el Santo Padre dirigió a Macello Pera y que éste lo introdujo como prólogo del libro, sin que se sepa si pidió permiso ó no para hacerlo, demuestra que la pretensión del Papa, evidentemente, no ha sido la de sentar doctrina publicamente, como parece que se quiere demostrar.

    ¿Has leído por.ej. «La sal de la tierra» una conversación con Peter Seewald. Quién es y como piensa Benedicto XVI. Sabrás lo que piensa sobre el liberalismo en un momento determinado.

    Más vale saber a ciencia cierta lo que piensa Benedicto XVI sobre el liberalismo en su doctrina, libros y enseñanzas que no en una carta particular que ha salido a la luz pública por lo explicado anteriormente.

    Elentir, siento discrepar contigo pero lo hago «sin acritud».

  24. Jose

    Dice bien Elentir pero se queda corto. Pío IX condenó la libertad religiosa y de culto, pero también la libertad de conciencia, la libertad de imprenta, la separación entre Iglesia y Estado, el aconfesionalismo estatal y la libertad de expresión.

    En la Encíclica Quanta cura y Syllabus, Pío IX sólo menciona el liberalismo para relacionarlo con la aconfesionalidad del Estado, la libertad de culto, la libertad religiosa y la libertad de expresión. Son cosas que hoy defendemos casi todos los católicos, incluso muchos que no son liberales.

    Ahora me pregunto si los que usan encíclicas decimonónicas para condenar el liberalismo las usan también para condenar esas libertades que la propia Iglesia defiende hoy.

  25. Álvaro Fernández: «yo no insinúo que Benedicto XVI esté equivocado. Yo lo afirmo categóricamente».

    Vamos, que lo que dice al Papa, según tú, es válido en función de tus criterios ideológicos. Estupendo.

    Por cierto, León XIII en su encíclica «Libertas Preastantissimum» (1888) rechazaba -bajo el epígrafe de «conquistas del liberalismo»- la separación entre Iglesia y Estado, la libertad de enseñanza, la libertad religiosa, la libertad de expresión y la libertad de imprenta. Todo ello lo defiende la Iglesia en la actualidad…

    Además, León XIII decía que los defensores del liberalismo «atribuyen al Estado un poder despótico», cuando es bien sabido que el liberalismo, precisamente, lo que busca es reducir el poder del Estado en beneficio de la iniciativa social e individual. Pues eso.

    Maite, ¿intentas convencerme de que el Papa Benedicto XVI dice una cosa en privado y otra en público?

    Por otra parte, insisto en lo que acabo de apuntar y que también señala José en su comentario: me parece un gran disparate empeñarse hoy en día en sostener la vigencia de la condena de ciertos Papas contra una imagen equivocada del liberalismo, y más concretamente del liberalismo identificado como la defensa de unas libertades que los últimos Papas han defendido con más valor incluso que muchos liberales.

    Me parece fenomenal que algunos discrepen del liberalismo, para eso vivimos en una democracia. Incluso tienen perfecto derecho a que los liberales les caigamos mal e incluso a que les parezcamos los más grandísimos pecadores que ha parido madre. Ahora, de ahí a querer convertir las opiniones políticas de alguien en una exclusión de la Iglesia de quienes no coincidimos con esas opiniones, como que ya me parece demasiado. Por ahí yo no paso.

  26. Elentir como siempre confunden churras con merinas. EL liberalismo teológico condenado sin paliativos por San Pío X nada tiene que ver con el liberalismo austríaco. NADA. Y es que gente como Lord Acton eran insignes liberales pero malos católicos por su liberalismo tanto socio-económico como teológico.De ahí que se pasen el día mezclando los temas.

    Somos muchos los liberales católicos, tan liberales como convencidos de los dogmas, y sin duda comos conscientes que el Papa es infalible en ciertos temas, cosa que el liberalismo teológico, negaba.

  27. Sólo una puntualización para todos los que están criticando a Elentir bajo la FALSA noción de que las encíclicas son pronunciamientos «ex cathedra», es decir que gozan de infalibilidad.

    Para que una pronunciación del Papa sea «ex cathedra» es absolutamente necesario que se cumplan 3 requisitos que deben darse conjuntamente:

    1) El Papa debe hablar «como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos». (Si habla en calidad de persona privada, o si se dirige solo a un grupo y no a la Iglesia universal, no goza de infalibilidad.)

    2) El Papa «proclama por un acto definitivo la doctrina». (Cuando el Papa claramente expresa que la doctrina es definitiva, no puede cambiar.)

    3) El Papa habla «en cuestiones de fe y moral».

    LOS 3 REQUISITOS JUNTOS. No sólo uno o dos.

    Los únicos dos casos pronunciamientos «ex cathedra» por parte de un pontífice en los 2000 años de historia de la Iglesia han sido la bula Ineffabilis Deus (que define el dogma de la Inmaculada Concepción), dada por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, y la bula Munificentissimus Deus (que define el dogma de la Asunción de María), dada por el Papa Pío XII el 1º de noviembre de 1950.

    Las encíclicas NO SON PRONUNCIAMIENTOS EX CATHEDRA. Las encíclicas son parte de la enseñanza cotidiana y consistente del Magisterio Ordinario de la Iglesia, y deben ser tomadas por los fieles como los “consejos que un buen padre da a su hijo”. Pero no son dogma. ¿Vale?
    Y para más información (que le repateará el hígado a más de uno) una información adicional: ni siquiera el aborto ha sido condenado ex cathedra.

    Y que conste que esto no lo digo yo, sino la Constitución dogmática Pastor Aeternus, del Concilio Vaticano I, que es el que definió el dogma de la infalibilidad papal:

    «El Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra, esto es, cuando en el ejercicio de su oficio de pastor y maestro de todos los cristianos, en virtud de su suprema autoridad apostólica, define una doctrina de fe o costumbres como que debe ser sostenida por toda la Iglesia, posee, por la asistencia divina que le fue prometida en el bienaventurado Pedro, aquella infalibilidad de la que el divino Redentor quiso que gozara su Iglesia en la definición de la doctrina de fe y costumbres. Por esto, dichas definiciones del Romano Pontífice son en sí mismas, y no por el consentimiento de la Iglesia, irreformables.»

    La condena al «liberalismo» de la encíclica «Libertas» se refiere al mal llamado liberalismo racionalista de origen francés, anticlerical y materialista. No al liberalismo clásico, que surgió en la edad media, con San Berardino de Siena, San Antonino de Florencia y la escolástica salmantina (Suárez, Mariana, Vitoria, etc.), y que es muy anterior al «liberalismo» que siempre se ha criticado.

    Si vamos a discutir y a «condenar» a nadie, por favor hagámoslo con seriedad y nos informamos un poquito antes de ponernos más papistas que el Papa y empezar a tirarle piedras a Elentir.
    Que algunos parecen moros inflamados por ayatollahs a la hora de «condenar».

    Elentir querido: yo no te condeno, estoy de acuerdo contigo.
    🙂

  28. Muchas gracias por tu explicación y por tus palabras, Aleon. 😉

  29. De nada majo. 😉

  30. Gracias por la bienvenida Elentir. En relación con mi comentario de la Teología de la Liberación quizás me expliqué mal. Lo ponía como otro ejemplo de la fascinación que el socialismo siempre ha tenido para algunos cristianos. En mi opinión, socialismo y catolicismo (cristianismo) son incompatibles. Como siempre, el problema está en la definición que se haga de socialismo. A mi me gusta mucho la que hace Mises en su libro El Socialismo (capítulos 15 y 16): “La esencia del socialismo es esta: Todos los medios de producción se hallan bajo el control exclusivo de la comunidad organizada. Esto y nada más que esto es socialismo. Todas las demás definiciones son engañosas”. Luego a lo largo de estos dos capítulos analiza los diferentes socialismos y pseudosocialismos, entre ellos el socialismo de Iglesia y el Solidarismo. Salvo algunas matizaciones, estoy complemente de acuerdo con sus planteamientos. En esencia, la elección es sencilla, libertad o socialismo.

  31. Católico

    Aleon, imposible explicar mejor el alcance del ex-cathedra.

    Lo bueno del magisterio de la Iglesia es que suele explicar y dar razones. Así pues, cuando los papas criticaron ciertas posturas «liberales» lo hicieron aduciendo motivos concretos.

    Creo que es importante examinar esos motivos, y hacerlo en su contexto histórico, para determinar el verdadero alcance de la postura magisterial. Y evidentemente, no quedarnos con un enunciado genérico de si la Iglesia condenó esto o aquello.

    Un análisis detenido de los textos y las razones aportadas nos arrojan bastante luz para comprender que las tesis liberales a las que se refería el magisterio poco tienen que ver con el liberalismo al que nos estamos refiriendo ahora.

  32. Muy fino el debate, sin embargo más allá de lo que entendemos por liberalismo, hay un tema que me preocupa sobremanera acerca del liberalismo actual y no sé si vosotros lo veis así: El Liberalismo hace hincapié en el respeto a vida, libertad y propiedad individual como fundamentos de una sociedad próspera y feliz; pero muchos liberales entienden que el ejercicio de la libertad es fuente de legitimidad de toda acción si ésta no daña la vida, la libertad y/o la propiedad de otros.

    De esta forma se puede considerar legítimo el suicidio, la eutanasia, la drogadicción, la esclavitud consentida, cualquier costumbre «aberrante» que no agreda aquellos derechos -incesto, pederastia, «matrimonio» homosexual…- (el aborto sí aunque muchos cierran los ojos todavía y hablan de un teórico derecho de autopropiedad sobre el cuerpo)… por consiguiente esta concepción liberal del ser humano conlleva posturas incompatibles con la doctrina de la Iglesia y muy, muy próximas a las propuestas de socialistas utópicos.

    Por ello si el liberalismo quiere ser fiel a su nombre, su raíz debe ser cristiana y reconocer una verdad objetiva acerca del hombre. De esta forma creo que el liberalismo o hunde su raíz en esta concepción cristiana del mundo o por el contrario degenera, mereciendo entonces tal condena de la Iglesia.

  33. Muy acertado tu comentario, Daniel. Hay una cosa que tengo muy claro como liberal y es que si una ideología se disocia de la naturaleza humana, acaba por crear auténticos monstruos. Ejemplos hay unos cuantos en la historia, sobre todo en la reciente.

    Si un liberal olvida el hecho básico de que el ser humano es el sujeto de esa libertad, de que esa libertad implica una responsabilidad y de que no hay libertad alguna que legitime a nadie a violar la dignidad humana, entonces todo el edificio del liberalismo se viene abajo. Y es que, a fin de cuentas, ¿por qué afirmamos los liberales la libertad del ser humano como un valor incuestionable? ¿Cómo es que, en un mundo plagado de animales que son esclavos de sus instintos, el ser humano es capaz de elegir incluso contra sus instintos y sobreponerse a ellos para vivir en sociedad?

    Desde luego, en este sentido, creo que ser cristiano ayuda mucho a alguien que se considera liberal a la hora de comprender qué es lo que fortalece esta ideología y qué es lo que la puede convertir, a ésta y a cualquier otra ideología, en una utopía destructiva y degradante.

  34. Álvaro Fernández

    Elentir: «Vamos, que lo que dice al Papa, según tú, es válido en función de tus criterios ideológicos. Estupendo.»

    Pues no. No creo que lo que dice el Papa sea o deje de ser válido en función de mis criterios ideológicos. Yo valoro las afirmaciones del Papa en función del grado de similitud a la doctrina mantenida tradicionalmente por la Santa Iglesia. Y, evidentemente, el ensalzamiento del liberalismo choca de frente con el posicionamiento oficial de la Iglesia al respecto. Por lo tanto, alguien se equivoca: o bien los papas que condenaron repetidamente y sin paliativos la doctrina liberal -entre ellos, cabe recordar, un santo, San Pío X-, o bien se equivocan los papas posteriores al Concilio Vaticano II, que adoptan la postura contraria, la justificación del liberalismo. Alguien yerra, eso está claro. Lo que ayer era funesto no puede ser hoy magnífico, máxime si tenemos en cuenta que el objeto de análisis no ha experimentado grandes variaciones. El liberalismo podrá haber sufrido cambios accesorios, pero en lo sustancial continúa exactamente igual. Sigue siendo una doctrina antropocéntrica que elimina a Dios de la vida pública, niega la existencia de la Verdad objetiva, o bien sí reconoce su existencia pero la sitúa al mismo nivel que al error y a la mentira.

    El marxismo o el nacionalsocialismo también son ideologías condenadas por la Iglesia. ¿Qué pasaría si mañana el Papa elogiase a un político que sostuviera alguna de esas doctrinas? ¿También apoyarías al Papa? Me imagino que, con buen criterio, no lo harías. Pues bien, el liberalismo ha sido objeto de tantas o más condenas que el marxismo y el nacionalsocialismo. E incluso ha provocado más víctimas mortales, porque todas las legislaciones abortistas en todo el mundo han sido promulgadas mayoritariamente en regímenes liberales, como ocurre en España.

  35. Álvaro Fernández, sinceramente, la simpleza y la gran carga de prejuicios con los que aborda usted este debate, el desprecio con el que ignora lo que le apuntan los demás comentaristas y la insistencia con la que repite una y otra vez falsedades que ya hemos respondido otros más arriba me lleva a concluir que usted no debate: usted pontifica, y si el Papa no coincide con sus criterios, entonces incluso el Papa se equivoca. En fin, qué triste.

    Por cierto…

    Álvaro Fernández: «todas las legislaciones abortistas en todo el mundo han sido promulgadas mayoritariamente en regímenes liberales, como ocurre en España.»

    Lo mejor de una mentira es que incluso se contradice a sí misma. Primero hablas de «todas» las legislaciones de «todo» el mundo y a eso le añades un «mayoritariamente». ¿Te has molestado en verificar lo que afirmas, o lo sueltas porque así, a ver si cuela?

    La realidad es que el aborto en España lo aprobaron los socialistas, igual que en Francia, en Portugal, en Alemania, en el Reino Unido… Cuba es el país más abortista de toda América y es una dictadura socialista. China, el país más poblado del mundo, tiene incluso aborto forzado y es una dictadura comunista. En Polonia el aborto lo instauró también la dictadura socialista, y fue precisamente el actual régimen democrático el que consiguió su práctica abolición. En Irlanda, una democracia liberal, el aborto está prohibido.

    Pero bueno, podrías haber dicho que la culpa del aborto la tienen las democracias, o cualquier otra cosa que complazca a tu forma de pensar. Total, está visto que la realidad y tus opiniones discurren por caminos distintos.

  36. Álvaro, repetimos de nuevo que el liberalismo del XIX no es el mismo que el del siglo XVI, XVII o XVIII. Tampoco el del XX o XXI.

    En líneas generales el liberalismo del XIX se caracteriza por ser una excusa para encubrir ideas socialistas: recortes de la libertad de expresión, subvenciones masivas, guerras coloniales y comerciales, envilecimiento de la moneda, persecuciones religiosas, expropiaciones masivas, judeofobia, monopolios estatales, desigualdad religiosa, amiguismos, masonerías, anticatolicismo… ¿liberalismo?

    El siglo XX y XXI han visto el regreso de la acepción original del término, e incluso lo han reconciliado con la Iglesia Católica, reclamando un trato justo para los católicos, así como la libertad de expresión, de enseñanza, de prensa, de asociación, etc. también reclamados por la Iglesia Católica.

    Hay un partido sedicentemente liberal en Holanda que defiende la eutanasia y el aborto… es decir, vuelven a derivar en el socialismo… por lo que es claro que esa degeneración del liberalismo siempre estará latente cuando no se reconoce la dignidad intrínseca del ser humano y el valor absoluto de su vida y su libertad. Como bien afirma el Papa en la Caritas in Veritate:

    «El libro de la naturaleza es uno e indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral».

    y también:

    «A la plaga difusa, trágica, del aborto, podría añadirse en el futuro, aunque ya subrepticiamente in nuce, una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos. Por otro lado, se va abriendo paso una mens eutanasica, manifestación no menos abusiva del dominio sobre la vida, que en ciertas condiciones ya no se considera digna de ser vivida. Detrás de estos escenarios hay planteamientos culturales que niegan la dignidad humana. A su vez, estas prácticas fomentan una concepción materialista y mecanicista de la vida humana. ¿Quién puede calcular los efectos negativos sobre el desarrollo de esta mentalidad? ¿Cómo podemos extrañarnos de la indiferencia ante tantas situaciones humanas degradantes, si la indiferencia caracteriza nuestra actitud ante lo que es humano y lo que no lo es? Sorprende la selección arbitraria de aquello que hoy se propone como digno de respeto. Muchos, dispuestos a escandalizarse por cosas secundarias, parecen tolerar injusticias inauditas. Mientras los pobres del mundo siguen llamando a la puerta de la opulencia, el mundo rico corre el riesgo de no escuchar ya estos golpes a su puerta, debido a una conciencia incapaz de reconocer lo humano. Dios revela el hombre al hombre; la razón y la fe colaboran a la hora de mostrarle el bien, con tal que lo quiera ver; la ley natural, en la que brilla la Razón creadora, indica la grandeza del hombre, pero también su miseria, cuando desconoce el reclamo de la verdad moral».

    Por otro lado el magisterio de la Iglesia no presenta una ruptura al respecto. En su última encíclica, el Papa afirma lo siguiente:

    «No hay dos tipos de doctrina social, una preconciliar y otra postconciliar, diferentes entre sí, sino una única enseñanza, coherente y al mismo tiempo siempre nueva. Es justo señalar las peculiaridades de una u otra Encíclica, de la enseñanza de uno u otro Pontífice, pero sin perder nunca de vista la coherencia de todo el corpus doctrinal en su conjunto. Coherencia no significa un sistema cerrado, sino más bien la fidelidad dinámica a una luz recibida».

    Perdón por la extensión del post. Un abrazo.

  37. Álvaro Fernández

    Elentir: mi «simpleza» argumental está respaldada por numerosas encíclicas papales. Mi «simpleza» argumental la sostuvo en su día, entre otras muchas personalidades destacadas de la Santa Iglesia, un Papa que mereció su elevación a los altares, San Pío X, así como otro santo, San Ezequiel Moreno, agustino recoleto español que fue obispo de Pasto (Colombia), y que en numerosas ocasiones denunció la incompatibilidad entre la Fe católica y el liberalismo. Y tus opiniones, ¿qué santos las han defendido? Me gustaría saberlo.

    Por otra parte, acerca de la cuestión del aborto, no te vayas por las ramas. Independientemente del partido político que en cada país promulgase la ley del aborto, lo cierto es que el marco político en que dichas leyes se han aprobado ha sido, muy mayoritariamente, un sistema político liberal. Los escasos ejemplos de democracias liberales no abortistas son simplemente las excepciones que confirman la regla.

    Además, no me vale que se cargue a los socialistas con toda la responsabilidad de las leyes abortistas. Sin ir más lejos, en España estuvo gobernando durante dos legislaturas el PP, de orientación liberal según se definen, y no sólo no derogó la ley del aborto, sino que ni tan siquiera la modificó en lo más mínimo, permitiendo tácitamente el asesinato de cientos de miles de niños no nacidos durante los ocho años en que ocuparon el poder.

    Realmente tu intento por conciliar liberalismo y catolicismo es tan pueril como los que pretenden hacer ver las coincidencias entre el marxismo y la Fe católica. Que no hay más cera que la que arde, señores. Podrán hacer todo los malabarismos dialécticos que ustedes gusten, pero nunca podrán soslayar el hecho fundamental de que el liberalismo, en palabras de San Pío X, es «la síntesis de todas las herejías».

  38. A ver, Álvaro, que te estás haciendo un lío:

    – Para empezar, como ya hemos apuntado algunos, lo que condenó la Iglesia como liberalismo en el siglo XIX -separación entre Iglesia y Estado y diversos derechos elementales- es justamente lo que varios Papas llevan defendiendo, incluso con varias encíclicas. Uno de esos Papas, por cierto, va camino de los altares: Juan Pablo II.

    – El PP no se define como partido liberal por ninguna parte. El artículo 2 de los estatutos del PP lo definen como un partido de «centro reformista». No hacen la menor alusión a la palabra «liberal» ni al término «liberalismo».

    – Es curioso lo tuyo: el aborto en los países de Europa y en las dictaduras que he citado lo aprueban gobiernos socialistas, y tú sigues erre que erre a echar la culpa a los liberales. De risa. Lo más curioso es que esos mismos países que citas son democracias. ¿Echas la culpa a los demócratas, quizás?

    – Para terminar, lo que es pueril a más no poder es tu empeño de echar de la Iglesia a los que no compartimos tus opiniones políticas. Tan pueril, dicho sea de paso, como tu empeño en recurrir a San Pío X como si desde su época no hubiese habido Papas en la Iglesia. Pero claro, ya sabemos: Benedicto XVI se equivoca, como ya nos has dicho.

    En fin, pues nada, majo, me quedo con la duda de qué clase de régimen defiendes tú, aunque por tus comentarios me hago una ligera idea…

  39. ¿Hay algo más repugnante que un fascista?
    Si, un fascista que se inciensa y se hace abluciones matinales de agua bendita, y que cuando escucha voces en su cabeza cree que es Dios quien le está hablando…

    Es curiosa la obsesión contra el liberalismo de don «Alvaro». Se parece mucho a la obsesión de ciertos señores de camisas azules (negras o pardas). O de banderas con cruces de San Andrés que perdieron el tren de la historia.

    Por cierto, por si «alguno» no se ha enterado: Galileo fue rehabilitado por la Iglesia. Claro que no lo rehabilitó San Pío X sino un «papa hereje» ¿O era un «antipapa», Alvaro?

  40. Álvaro Fernández

    Elentir: «Para empezar, como ya hemos apuntado algunos, lo que condenó la Iglesia como liberalismo en el siglo XIX -separación entre Iglesia y Estado y diversos derechos elementales- es justamente lo que varios Papas llevan defendiendo, incluso con varias encíclicas. Uno de esos Papas, por cierto, va camino de los altares: Juan Pablo II».

    En primer lugar, que Juan Pablo II (q.e.g.e) se halle camino de los altares no significa que ya haya sido elevado. Según afirman los «vaticanistas», la reunión sincrética de Asís va a suponer un escollo considerable a la hora de culminar con éxito el proceso de beatificación. Pero bueno, eso es sólo un apunte secundario. Lo principal es que, como ya comentaba en otro mensaje anterior, existe una colisión frontal entre las condenas del liberalismo formuladas por ciertos pontífices de finales del XIX y principios del XX, y el entusiasmo liberal de los papas posteriores al último Concilio. Insisto, alguien yerra. La cuestión es quién, si los papas que en comunión con todos sus predecesores en el cargo defendían la Realeza Social de Nuestro Señor, o bien los papas postconciliares.

    Elentir: «- El PP no se define como partido liberal por ninguna parte. El artículo 2 de los estatutos del PP lo definen como un partido de “centro reformista”. No hacen la menor alusión a la palabra “liberal” ni al término “liberalismo”.»

    Bueno, tampoco suelen hacer alusión al conservadurismo, y sin embargo no cabe la menor duda de que el PP es el partido liberal-conservador de España, como la UMP lo es en Francia, o la CDU en Alemania. En cualquier caso no hicieron absolutamente nada contra el aborto durante el periodo en que gobernaron, lo que en la práctica supone una aprobación tácita de todos los asesinatos de niños no nacidos que acontecieron bajo su mandato.

    Elentir: «Es curioso lo tuyo: el aborto en los países de Europa y en las dictaduras que he citado lo aprueban gobiernos socialistas, y tú sigues erre que erre a echar la culpa a los liberales. De risa. Lo más curioso es que esos mismos países que citas son democracias. ¿Echas la culpa a los demócratas, quizás?»

    Dilo todo: democracias liberales, regímenes de naturaleza política liberal. Dentro del marco político liberal, poco importa quién promulgue la ley del aborto. Lo fundamental es que dicha legislación abortista se da, tal y como sucede en España, en un sistema político liberal. El liberalismo, por lo tanto, tiene indiscutiblemente las manos manchadas de sangre. El ordenamiento político liberal vigente en España ha llevado a cabo, y lo sigue haciendo, un auténtico genocidio. Vivimos en un Estado criminal (y liberal, que rima con criminal).

    Elentir: «Para terminar, lo que es pueril a más no poder es tu empeño de echar de la Iglesia a los que no compartimos tus opiniones políticas. Tan pueril, dicho sea de paso, como tu empeño en recurrir a San Pío X como si desde su época no hubiese habido Papas en la Iglesia. Pero claro, ya sabemos: Benedicto XVI se equivoca, como ya nos has dicho.»

    Yo no pretendo echaros de la Iglesia, al contrario. Y si recurro a San Pío X es porque se trata del máximo exponente del antiliberalismo eclesial, no porque sea el único que denunció el carácter ateo y por lo tanto anticatólico de la ideología liberal. Y sí, es cierto que después de San Pío X ha habido otros muchos papas, pero que yo sepa ninguno ha revocado formalmente las condenas efectuadas al liberalismo, por lo que entiendo que, oficialmente, siguen en vigor.

    Te formulo una pregunta que ya te hice en otro mensaje y que quedó sin respuesta: si el Papa hiciera un elogio de algún político de ideas marxistas o nacionalsocialistas, ¿le apoyarías? Si la respuesta es «sí», pues te digo lo mismo que con el liberalismo: se trata de ideologías condenadas por la Iglesia por su incompatibilidad sustancial con la Fe católica. Si la respuesta es «no», entonces ¿por qué sí le apoyas cuando elogia a un político de otra idelogía igualmente condenada?

    Elentir: «En fin, pues nada, majo, me quedo con la duda de qué clase de régimen defiendes tú, aunque por tus comentarios me hago una ligera idea…»

    Pues mira, «majo», no te hagas una idea porque ya te lo digo yo: defiendo, en consonancia con toda la tradición de la Santa Iglesia católica, apostólica y romana, la Realeza Social de Nuestro Señor Jesucristo. Defiendo un Estado en el que la ley positiva jamás entre en contradicción con el Magisterio eclesial. Defiendo un Estado en el que se le rinda a Dios el culto público y privado que merece. Defiendo un Estado que colabore con la Iglesia en la realización de su misión apostólica para la salvación de las almas. Eso es lo que yo defiendo, y lo que tradicionalmente ha defendido la Iglesia.

    Lo que no defiendo son los regímenes ateos de diverso pelaje -a saber: liberales, marxistas, nacionalsocialistas…-.

  41. Luna

    Se ha creado aquí un conflicto basado en una simple cuestión lingüística, de muy fácil aclaración: No hablan de la misma acepción de la palabra liberalismo, sin tener en cuenta que Su Santidad no escribía esta carta en español, lengua que no conoce tan a fondo como para dominar los matices sutiles. (Lo mismo me pasa a mí con el italiano o el latín, pese a que los entienda. Y del alemán, no digo nada, porque ni trescientas palabras conozco.)
    Según el DRAE: «Liberalidad (Lat. liberaltas-atis = 1. Virtud moral que consiste en distribuir uno generosamente sus bienes, sin esperar recompensa II 2. Generosidad, desprendimiento.
    II 3.Der. Disposición de bienes a favor de álguien, sin ninguna prestación suya».
    «Liberalismo = […] 3. Sistema político-religioso que proclama la absoluta independencia del Estado, en sus organizaciones y funciones, de todas las religiones positivas». (Aunque la definición me parece parca.)
    Por supuesto que el Papa se refiere en la mencionada carta a las acepciones 1 y 2 de liberalidad y que hay problemas de comprensión por una desacertada traducción. La tercera acepción la descarto, por ser términos de derecho, como indica la abreviatura der. No puede hacer al caso.
    ¿Tendría sentido que álguien dijera que en la esencia de la «absoluta independencia del Estado en sus organizaciones y funciones, de todas las religiones positivas, se encuentra el enraizamiento de la imagen cristiana de Dios? Poco o ninguno.
    Con su probado sentido común, sí afirmaría Su Santidad algo así como: «La esencia de la imagen cristiana de Dios se encuentra en la virtud moral de distribuir uno generosamente sus bienes, sin esperar nada a cambio», aseveración que sin duda compartirá Manuel María Bru, a quien se está contrastando de manera indebida.
    No me corresponde decir que Benedicto XVI comparta la idea de que el liberalismo -en la acepción laicista que se ha expuesto- suponga una perversión, o que en el modo liberalista (Que no liberal) de gobierno pueda haberla. Y no lo haré, porque ya vemos los problemas que traen aseveraciones tan gratuitas e innecesarias, donde nada veo de constructivo ni ejemplar para el prójimo y sí que encuentro algo de resquemor o de ataque sistemático.
    El problema de la palabra «liberal», es que es en la política española un eufemismo, una visión paradigmática que se ofreció en sus tiempos de lo que hoy sería un «progre» y así ha quedado, como un fósil sin limpiar, demasiado fijo y nada fijado, que luce inmerecidamente (Y que ni siquiera recoge con la debida concreción el DRAE.)

  42. Álvaro, sinceramente, después de leer tu comentario sólo se me ocurre decirte una cosa, y es que al leerte siento una gran pena, pena por ti. Sobre todo al leerte esto que dices sobre una persona por la que siento un grandísimo cariño:

    Álvaro Fernández: «En primer lugar, que Juan Pablo II (q.e.g.e) se halle camino de los altares no significa que ya haya sido elevado. Según afirman los “vaticanistas”, la reunión sincrética de Asís va a suponer un escollo considerable a la hora de culminar con éxito el proceso de beatificación.»

    Vamos, que según tú, Benedicto XVI se equivoca y Juan Pablo II es cómplice de sincretismo. Me sentiría escandalizado si no hubiese conocido ya a unas cuantas personas que dicen lo mismo que tú, y que hablan de Cristo y de la Iglesia como quien habla de su garrote particular. Tanta falta de caridad y de humildad, en fin, me dan mucha pena. Qué Dios te dé una pizca de sentidiño, como decimos en Galicia, buen hombre, porque lo que tú estás haciendo no es honrar a Cristo, sino utilizarlo.

  43. Álvaro, estás tratando de equivocar los términos para ganar una discusión en la que sabes que no llevas razón. Se te ha explicado todo con detalle, se te ha expuesto todo con veracidad y conocimiento.

    En todo caso no te escudes en Cristo para condenar el liberalismo, el marxismo o el nacionalsocialismo por igual (en realidad liberalismo frente a socialismo)desde una pretendida neutralidad intelectual… porque no eres un ser angelical desprovisto de ideología política, la cual se ha de situar por fuerza entre estos dos puntos. Dicho lo cual, en la mitad no está la virtud, sino en la verdad, y tú me dirás si es más veraz el socialismo cristiano (por este orden) o el cristianismo liberal (por este orden).

  44. Juana de Arco

    Pues esta menda está: con el Santo Padre, con Elentir y con Nacho. :ok:

  45. No Luna. No hay ningún conflicto lingüístico. Lo que hay es un conflicto ético. Alguien que tiene una ideología política socialista nacional (nacional-socialista que lo mismo da) y que la barniza «religiosamente» para tratar de darle una justificación «divina» engañando a los incautos. Nada nuevo bajo el sol.

    Daniel Ballesteros lo explica muy bien en su último comentario.

  46. yavembar

    No sé quién ha sido el que ha espuesto la tesis de que el liberalismo, cuando apoya el aborto, la autanasia y el crecimiento del poder del Estado, está desvirtuado y que sólo es auténtico liberalismo cuando se atiene a una Verdad objetiva y se compòrta como los que aquí se proclaman liberales creenq ue debe comportarse.

    Lo siento, pero eso no se sostiene. Los principios doctrinales del liberalismo son los que son, aunque haya autores (creyentes o no) que pretendan suavizarlos o hacerlos encajar con el cristianismo. El liberalismo como doctrina es ateo y materialista (propugna la construcción de la ciudad del hombre sin referencia a Dios), es relativista entre otras razones porque supedita la verdad a lo que decide una mayoría en un parlamento (éste es un principio liberal y no socialista, por más que os empeñéis).

    De hecho, muchos de los problemas que hoy denunciamos en las democracias occidentales como el parlamentarismo, la exclusión de Dios de los espacio públicos, el interés individual por encima del Bien común y la Verdad o la visión puramente materialista del ser humano son principios liberales que -aún no entiendo cómo- se ha apropiado el socialismo, pero que también defienden algunos conservadores para parecer progres.

    Os guste o no, esto es así. por eso diferenciaba entre libralismo y liberal. Y, sobre lo que dice el papa, está hablando de la esencia del liberalismo que, como ya he dicho, enraiza en el cristianismo porque nació en una Europa cristiana y toma algunos principios dle cristianismo desligándolos de su carácter trascendente. Lo único que dice el papa en esa carta es que el liberalismo puede ser un instrumento en la necesaria construcción de la identidad de Europa si se supedita al cristianismo y lo toma como referencia.

  47. ¡Uf Elentir!. D. Alonso tropezó con los muros de la iglesia, tú con los adoquines. ¡Que Dios te pille confesado!.

    Un abrazo.

  48. Yavembar, cuando vuelva a salir el tema del liberalismo y del relativismo, recuérdame que no te repita los enlaces que te puse más arriba. No sirve de nada. No importa que los liberales expliquemos una y mil veces lo que pensamos, al final los antiliberales se buscan cualquier cosa para justificar su rechazo al liberalismo, aunque sea algo que no se corresponde con lo que es el liberalismo hoy en día.

    En fin, paso de seguir esta discusión. Es como debatir con alguien que piensa que el Catolicismo es una forma peculiar de hacer empanadas y no hay quien lo mueva de ahí.

    Por cierto, no esperéis contestación de don Álvaro Fernández, porque no tolero que nadie venga a insultarme a mi blog como lo ha hecho este individuo en el último comentario que le he leído esta mañana. Si hay tipos que no quieren debatir y tampoco saben escribir respetando a los que no opinan como ellos, que se busquen otro sitio donde insultar. Esto es Contando Estrelas, no «Salsa Rosa».

  49. yavembar

    Ya te he dichoq ue yo diferencio entreo lo que es el liberalismo y los liberales. Y los principios que he expuesto, son principios del liberalismo, sobre los que se han asentado las democracias liberales, eso no lo puedes rebatir. Todos los problemas actuales como el que el PSOE diga que lo que dice el palamento es la verdad no viene porque sea un partido socialista, ése es un principio asentado por el liberalismo y, hasta que los liberales no aceptéis los pecados del liberalismo y las incompatibilidades que tiene con una doctrina trascendente, no podréis hacer un nuevo liberalismo compatible con el cristianismo. Todo será poner parches.

    Yo no miento y sé bien qué piensan los liberales católicos, epro también sé cuáles son las consecuencios de los principios del liberalismo, que ya he expuesto. No dudo de que seáis católicos, pero no sois totalmente liberales (gracias a Dios).

  50. A mí lo que me pasma, Yavembar, es que se pueda hacer una interpretación dogmática de una ideología política que no es monolítica ni tiene una única tendencia ni un fundador determinado, a diferencia del marxismo.

    Incluso de la Biblia han salido distintas iglesias cristianas y no cristianas, fruto de las diversas interpretaciones que cada uno ha hecho de ese libro sagrado. Pero no: liberalismo sólo hay uno y lleno de pecados. En fin… Pasando.

  51. Luna

    Aleon: Mi comentario no versa sobre otros comentarios, sino sobre la entrada. No puede aclarar las intenciones de cada participante (Ni de Elentir, al escribir la entrada). Sobre éstas, cada cual saque sus conclusiones, pero siempre será mejor aclarar las realidades primigenias, sobre las que se están basando. De no hacerlo, resultará que hasta yo atento contra el Papa y que queda desautorizado -y todos nosotros antes que él-.
    Muy lejos de todos nosotros ese ánimo.

  52. Diego

    «Cuántos vientos de doctrina falsos hemos conocido en estos últimos años, cuántas corrientes ideológicas, cuántas maneras de pensar. La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha estado agitada permanentemente, de un extremo al otro del mundo, del marxismo al liberalismo, incluso al libertinaje, del colectivismo al individualismo radical, del ateísmo a un vago misticismo religioso, del agnosticismo al sincretismo.»

    Benedicto XVI.- Homilía de la Misa antes del Conclave.

  53. Diego

    Quería decir… Cardenal Ratzinger.

    Un saludo

  54. Me alegra ver que don Marcello Pera consiguió cambiar la opinión que tenían antes Ratzinger sobre el liberalismo…

  55. yavembar

    Es que Benedicto XVI, en esa carta, no cambia su opinión sobre el liberalismo, sino que felicita al autor por su tesis sobre lo que debe ser el liberalismo y cómo la esencia del mismo es cristiana (lo que es obvio porque nació en una Europa cristiana). En esa carta, el papa no apoya el liberalismo.

    Y es cierto que el liberalismo no es una doctrina monolítica ni tiene un solo fundador, de hecho, es bastante confusa y carece de un corpus doctrinal definido. A pesar de eso, no se puede obviar que el liberalismo como doctrina política ha asentado todo lo que ya he expuesto. La diferencia es que, antes, los políticos pretendían ser servidores públicos y por ello no se dedicaban a apisonar a los ciudadanos. hoy, son una panada de apoltronados que se sirven de los engranajes de la democracia liberal para apisonar a la ciudadanía. Lo métodos del socialismo son otros. Así pues, los defectos del sistema son liberales y el relativismo tiene sus raíces en el liberalismo

    Evidentemente, al n tener un cuerpo doctrinal definido, el liberalismo puede ser matizado y reorientado complementándolo con otros principios, pero eso no eliminará el caráter inmanentista y materialista de esta doctrina. Como ya he dicho, los liberales cristianos podéis utilizar esta ideología para el Bien y para servir a la Verdad, pero el liberalismo en sí nunca ha busado el Bien (como absoluto) ni la Verdad (como conocimiento obejtivo, trascendente y universal).

  56. Juan Español Español

    El concepto político del Liberalismo, que nace en el siglo XVIII sabemos lo que significa, es decir, contraposición al absolutismo de la monarquía. Porque no había otra cosa. Y vinieron luego muchas mas «cosas» que en el fondo nos han dejado en el mismo estadío de donde comenzamos. La Humanidad ha avanzado poco.

    Hoy día está fuera de toda duda que no cabe el Absolutismo.

    En el siglo actual, es decir XXI, significa que la conducta debe basarse mas en el sentido común y en la conciencia del individuo (bueno, la Aido y los/las sociatas/sociatos dirían también «individuas»)frente a imposiciones del Poder, sea cual fuere.

    Por eso, porque a mi me jode mucho que me imponga algo un inepto como ZP, soy liberal.

    El padre Bru va de iconoclasta a ratos, como muchos, pero es porque lo dejan, y vive bien dando la «barrila».

    Creo que tiene un gran cacao mental en el fondo.

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