Un dragón en Pontevedra

Esta noche fui a la ciudad del Lérez y, aunque creía que las criaturas de Morgoth ya no hollaban la faz de Arda, allí encontré una que por sus alas y ardientes bocanadas se diría de la siniestra estirpe de Ancalagon el Negro y Smaug el Dorado.

Lejos de provocar el pánico que despertaban sus temibles antecesores, este dragón venía acompañado de un grupo de bailarines y fue acogido con muestras de sorpresa y de aprobación entre el público (a excepción de algún pequeño, al que la simple visión de tan terrorífico prodigio le causó un enorme pavor). A decir verdad, el dragón tenía una característica extraña: ¡llevaba ruedas! Os dejo aquí con las fotos que pude obtener de esta bestia, a riesgo de mi integridad física pues llegué a aventurarme bajo las alas del gusano. ¡Qué experiencia! 😉

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