Esta noche he visto el primer largometraje del canadiense Troy Nixey, coproducido por Guillermo del Toro. Se trata de un remake de un telefilm de terror rodado en 1973.
La pelÃcula se inspira en una figura mitológica que existe en los paÃses anglosajones: el hada de los dientes. La iconografÃa habitual de este personaje folclórico (que recoge los dientes de leche bajo las almohadas cuando los pierde un niño pequeño, dejando a cambio una moneda) es la tÃpica de las hadas clásicas: bellos y mágicos personajes femeninos de diminuto tamaño. Sin embargo, Nixey explora una descripción mucho menos agradable de este mito, que ya probó Guillermo del Toro en su primera entrega de “Hellboy”. No os adelanto más. Sólo diré, en todo caso, que salà del cine dando las gracias de que esa función la cumpla en los paÃses hispanos el agradable y simpático Ratoncito Pérez…
Lo mejor de la pelÃcula, además de una buena banda sonora, es quizás la casa en la que está ambientada, una mansión de extraño aspecto y con un enorme sótano, un escenario digno de un relato de Edgar Allan Poe. Las pinturas de las criaturas me han gustado mucho (aunque a ver quién pega ojo ahora pensando en ellas). En fin, si queréis pasar un buen rato de miedo, creo que vale la pena verla. Eso sÃ, no os aconsejo ir con niños pequeños, tiene escenas más bien duras (estos pensando en una del comienzo).
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