Por fin el gobierno gallego nos da una alegría, y de las grandes. Muchas veces he criticado aquí al ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo por sus errores e incumplimientos. Hoy es justo reconocer este acierto.
Triste es que hayamos llegado a un punto en que algo tan elemental como la protección de la vida humana en sus inicios sea noticia, cuando debería ser lo normal. El lobby abortista ha hecho enormes esfuerzos para que los seres humanos en edad prenatal sean despersonalizados y tratados a efectos legales como simples residuos hospitalarios. Son muchas mujeres las que se ven víctimas de esa cruel cosificación de los más inocentes e indefensos, pues al restar valor a esa vida en sus inicios, la legalidad vigente desampara no sólo a los no nacidos, sino también a sus madres. Y es que bajo el disfraz del feminismo nos han estado vendiendo, durante muchos años ya, una política que presiona a las mujeres para que renuncien a un don que la naturaleza les ha concedido en exclusiva: dar a luz a una nueva vida. Ser madre se ha convertido en un problema en aras de una concepción del feminismo cada vez más alejada de las reivindicaciones provida de las pioneras en la lucha por los derechos de la mujer.
El verdadero progreso es aquel que se consigue desde el respeto a los derechos humanos, el primero de los cuales es el derecho a la vida. La decisión del gobierno gallego de reconocer a los no nacidos como miembros de la unidad familiar quiebra el falaz discurso abortista que niega su dignidad a esos seres humanos, un discurso que pretende convertir los derechos fundamentales que se derivan de la condición humana en un privilegio reservado a los ya nacidos (recordemos que la verdad más parlmaria del aborto es que todos los abortistas tienen en común no haber sido víctimas de la monstruosidad que defienden). Además, y respecto de la situación que se vive en otras regiones de España, con esta medida Galicia se convierte en un sitio más seguro para las madres y para sus hijos no nacidos. Como gallego me siento orgulloso y agradecido por ello. Mi aplauso para la Xunta de Galicia.
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Comentarios:
Kiko
Pues la verdad es que menos mal. Parece que Feijoo por fin hace algo para que se pueda hablar bien de él.
Y ya que estamos en la noticia, como católico, me gustaría darle un pequeño tirón de orejas a las instituciones educativas relacionadas con la Iglesia. Estoy en trámite de pedir plaza para mi hijo en un colegio y, lógicamente, prefiero uno católico. El punto que da el colegio va para los padres cuyo hijo tenga un hermano menor, pero a mí se me niega a pesar de que mi mujer está embarazada de seis meses y medio, porque no les vale como hermano menor… Y ahora va un ente público y nos da una noticia como ésta. La verdad es que no cabe sino alegrarse.
8:32 | 20/04/12
pacococo
Pues muchas felicidades a los gallegos.
Ya era hora que Sr Nuñez hiciera algo, me alegro mucho y espero que no sea algo aislado en su periodo de gobierno.
23:53 | 20/04/12
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